Los alcances del crimen organizado en Sinaloa rebasaron la frontera del centro norte del estado. Este jueves, el secretario de Seguridad Pública lanzó una alerta sobre un atentado contra personal de la Policía Estatal Preventiva en Escuinapa (al sur de Sinaloa).
De acuerdo con el titular, Cristóbal Castañeda, al medio día de hoy, un elemento resultó lesionado por este choque. “Como información inicial sí tuvimos un enfrentamiento en Escuinapa, ahí un elemento de la policía estatal resultó herido, siendo trasladado al hospital general de la región. Estamos a la espera de mayor información que se hará de su conocimiento en cuanto se tenga”, aseveró Castañeda.
La noche anterior, en Culiacán (al noreste de México) se reportó un choque armado en el que hubo una víctima mortal. La Secretaría de Seguridad Pública descartó que se tratara de un elemento de seguridad.
Escuinapa, uno de los municipios que conforma el estado de Sinaloa, se encuentra carente de policías. Para dar cobertura a la seguridad, las autoridades se han apoyado de la Guardia Nacional.
La región, al igual que otros sitios de Sinaloa, se ha visto envuelta por la guerra interna en el Cártel de Sinaloa, liderado por Ismael el Mayo Zambada y los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán conocidos como Los Chapitos.
La zona norte de Culiacán es desde hace años un sitio impenetrable. Desde que se frustró la detención de Ovidio Guzmán López —uno de los hijos del Chapo y heredero del Cártel de Sinaloa—, el mapa criminal de Sinaloa cambió. Los hechos del 17 de octubre de 2019 arrojaron nuevos elementos en la configuración de las redes criminales locales, pues las fuerzas de Los Chapitos entraron en conflicto con las que protegen a las estructuras de Zambada García, el Mayo.
Mucho se preguntó en todos los círculos si el Mayo había participado en los hechos de ese día. Y sobraron medios y analistas que aseguraron que en realidad quien había orquestado la operación para liberar al hijo del Chapo Guzmán, había sido el también llamado Señor del sombrero.
Y no. Según el semanario Río Doce, Zambada no solo no dirigió la operación; tampoco la apoyó. Eso se conoció a través de audios que circularon y en donde operadores de Los Chapitos les reclaman a operadores del Mayo que no le estuvieran entrando “a los chingazos”.
Badiraguato, un pueblo pintoresco y agrícola de difícil acceso en los límites del Triángulo Dorado, región comprendida entre los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango, ha sido cuna de algunos de lo más notorios -y exitosos- traficantes de drogas:
El Chapo Guzmán Loera, de 63 años, y sus aliados del Cártel de Sinaloa, Rafael Caro Quintero, Ismael Zambada y Juan José Esparragoza, alias el Azul, los tres entrados en los setenta.
El pueblo, que se extiende hasta escarpadas laderas donde las condiciones pueden ser muy básicas, tiene poco más de 32 mil habitantes de los cuales oficialmente el 75% vive en la pobreza.
Sin embargo, esto no lo exenta de tener dispersar algunas señales de riqueza como grandes casas con portones, autos nuevos y un parque recreativo gratuito construido a la orilla de un río.
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