No es nada nuevo ni poco conocido que al empresario y magnate mexicano, considerado actualmente como el tercer hombre más rico de México con una fortuna que supera los 12 mil millones de dólares, Ricardo Salinas Pliego, le gusta la buena vida y los lujos.
En diversas ocasiones, el empresario ha mostrado algunos de sus excéntricos biens, como su yate privado, que ha presumido incluso en sus redes sociales. Pero Salinas Pliego también es dueño de enormes y lujosas propiedades. Una de ellas, y probablemente la más polémica que ha adquirido, es la majestuosa Casa Mixteca, ubicada en una exclusiva zona de Huatulco, en el estado de Oaxaca, que cuenta, incluso, con playa privada, y la cual adquirió en 2002, durante el sexenio de Vicente Fox Quesada.
Hay un gran misterio en la venta de aquella mansión vacacional, pues fue vendida por el FONATUR (Fondo Nacional de Fomento al Turismo), por 30 millones 900 mil 258 pesos, lo que se consideró una ganga. La edificación es de gran lujo, cuenta con un estilo colonial mexicano, combinado con elementos modernistas. Del mismo modo, puede presumir de tener construcciones a distintos niveles, grande ventanales, acabados artesanales, tejas en sus techos, y tiene una palapa de grandes dimensiones. También alberga grandes dimensiones de jardín, rodeadas por vegetación tropical. Al interior, cuenta con tapetes pakistaníes, jarrones de talavera y muebles de maderas finas.
Según la revista Proceso, los pagos de la casa los realizó Salinas Pliego en “cómodas mensualidades”. La operación de la compra-venta se había iniciado ya con el empresario Carlos Peralta, quien es dueño de Grupo Iusa, quien había dado incluso ya un anticipo por la casa de Huatulco, lo que le dio derecho a ocuparla unas algunos fines de semana, sin embargo, funcionarios de FONATUR deshicieron la promesa de la venta a Peralta sin mediar explicación, y le devolvieron el anticipo que éste había dado. Peralta no quiso tomar acciones legales.
Posteriormente se realizó el trato con el dueño de TV Azteca, Ricardo Benjamín Salinas Pliego. Dicha operación se realizó el 11 de septiembre de 2002, cuando Juan Manuel Gutiérrez Nava y Mario Enrique Muro Aguirre, representantes de Fonatur, y Ricardo Salinas Pliego acudieron ante el notario 218 para formalizar la transacción.
Según los documentos de compraventa, Salinas Pliego pagó 9 millones 270 mil 77 pesos con 40 centavos de enganche por dicha propiedad. Ambas partes pactaron que, posteriormente, la cantidad restante, que constaba de 21 millones 630 mil 180 pesos por concepto de saldo del precio de venta, se liquidaría mediante 60 cómodos pagos mensuales, que fueron unos 360 mil 503 pesos cada mes. El documento también estableció que la parte compradora podría efectuar pagos anticipados sin ningún cargo adicional o penalización.
La propiedad había recibido a grandes figuras de la política, tanto nacional como internacional, como los presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox. También llegó a recibir a los reyes de España, personalidades de otros gobiernos o de organismos internacionales, como ejecutivos del Banco Mundial.
La construcción está en una área de FONATUR urbanizó y desarrolló en esa costa.
Salinas Pliego también es concesionario del campo de golf de Tangolunda, en Huatulco, lo que obtuvo en el último tramo del sexenio del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, a través, también, del FONATUR.
Enrique Carrillo, quien en ese entonces era director general de FONATUR, le había encargado a Fernando Olivera, quien era miembro de la institución, negociar con Grupo Salinas un esquema de negocios para otorgarle la administración de dicho club al empresario.
Como la venta era inviable, debido a los esquemas de valuación del gobierno federal, crearon un acuerdo en el que el empresario invirtió, de entrada, dos millones de dólares en la renovación del campo de golf. A partir de esto, le daría a FONATUR 10% de los ingresos que se generaron.
Con esta táctica, el fondo dejó de pagar unos siete millones de pesos que le costaba la propiedad al año, y obtuvo una fuente de recursos, y apoyó una renovación que no podía hacer con su limitado presupuesto.
Gobierno Federal vende terrenos hasta 10,000% arriba de su costo
En mayo de 1984, el gobierno federal expropió un predio de 20 mil 975 hectáreas al municipio de Santa María Huatulco, en Oaxaca, “por causa de utilidad pública”, para integrar un nuevo centro turístico integralmente planeado.
El Gobierno Federal, a través del FONATUR, logró vender esas tierras, expropiadas a comuneros de la zona, hasta en 10 mil por ciento por el valor por el que fueron adquiridas originalmente sus propietarios, se dio a conocer en 2017, por el medio NVI Noticias.
El medio local dio a conocer que información de FONATUR, contenida en sus informes anuales, revela que el porcentaje puede variar de acuerdo a la zona de venta. Aún así, el precio de la tierra aumentó de manera notable, pues en áreas de los cerros los precios se multiplicaron hasta más de 10 mil por ciento, en área de humedad o temporal de 792% a mil 268% y en área suburbana de 17,000% hasta 38,000%.
En esa zona se encontraban lomeríos, zonas aluviales, dunas, esteros y playas con diferentes granulometrías. Cuenta con 35 km de costa, en los que se ubican 9 bahías y 36 playas. La mayoría de estas fueron consideradas de alto potencial turístico-recreativo, de acuerdo con FONATUR.
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