El pasado domingo, en un operativo llevado a cabo por personal de la Unidad de Protección Animal, elementos de la policía de Guadalajara y de la Dirección de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Guadalajara, se decomisaron distintas especies de animales que fueron decomisados en el tianguis de El Baratillo en la capital Jalisciense.
Mediante un comunicado, las autoridades que formaron parte de la inspección informaron que la misma dejó como resultado el decomiso de una serpiente coralillo, una jaula con 10 periquitos australianos y un ave ninfa. Sin embargo, no hubo información adicional sobre si hubo detenidos o sancionados por comercializar estas especies en el tianguis.
Así mismo, se reportó que fueron inspeccionadas las veterinarias aledañas al lugar y se verificó que todas contaran con licencia para operar, así como con la documentación en orden y notas de compra autorizadas por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Y es que, de acuerdo con reportes del Foro Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), el tráfico de especies ilegales es uno de los negocios más rentables del mundo, ya que genera entre 10,000 y 20,000 millones de euros anualmente, lo que es equiparable al tráfico de drogas o de armas a nivel mundial.
Aunado a esto, la organización advierte sobre lo dañino que puede ser este comercio, siendo la principal consecuencia la disminución de vida salvaje protegida a nivel mundial, ya que la extinción de varias especies puede acelerar debido a la demanda del mercado negro.
Conforme a lo reportado por el WWF, cada día se asesinan a 80 elefantes para obtener el marfil de sus colmillos, lo que significa que, de seguir a este ritmo, en 15 años podría reportarse la extinción de elefantes salvajes.
En territorio mexicano, el tráfico de animales también se encuentra como un negocio redituable, también por detrás del narcotráfico y el trafico de armas. De acuerdo con un reporte de la SEMARNAT, los animales con mayor demanda en el país son los pericos, tucanes, guacamayas, monos e iguanas.
De acuerdo con la secretaría de gobierno, el país se ha vuelto un eje central de este comercio debido a la biodiversidad existente en el territorio y por la fácil comunicación geoestratégica que provee para la logística de las operaciones de este mercado ilegal. Sobre el país y los animales en peligro de extinción que habitan en el territorio nacional, se encuentran la guacamaya roja, el ajolote, la vaquita marina, el águila real, el jaguar, el manatí del caribe y el oso negro.
El caso de la vaquita marina ha sido reconocido a nivel internacional debido al activismo de Leonardo DiCaprio, quien incluso visitó al ex presidente Enrique Peña Nieto en 2017, a quien le pidió tomar medidas urgentes para intentar salvar a esta especie marina. En ese entonces, el actor se había sumado a la campaña de la WWF para recordar al gobierno mexicano la urgencia de la situación, debido a que solamente quedaban 30 vaquitas marinas en el mundo.
De acuerdo con el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA) el número de estos cetáceos había disminuido alarmantemente entre 2016 y 2017, pasando de 60 a 30 vaquitas. Para 2021, la situación de la especie no ha mejorado, hasta febrero, solo se reportaban 10 ejemplares vivos.
La zona habitada por la vaquita marina es el Golfo de California y es el único lugar donde vive esta especie. Además, aunado a la difícil situación de supervivencia, la Secretaría del Medio Ambiente ha analizado la posibilidad de reducir la zona protegida para la vaquita marina, poniendo como justificación la disminución de ejemplares durante los últimos años
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