Luego de que se diera a conocer el asesinato de Francisco Villalba Vitinio, un migrante mexicano que trabajaba como repartidor de comida con Nueva York, Estados Unidos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) exhortó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a apoyar a su familia.
De acuerdo con un comunicado emitido por la CNDH, dirigido también a la autoridad consular de México en Nueva York, solicitó brindar apoyo integral por la muerte suscitada el 29 de marzo en una cancha de baloncesto ubicada en “El Barrio” (una zona poblada ampliamente por migrantes dominicanos, puertorriqueños y mexicanos) durante un intento de robo de su bicicleta eléctrica.
“Este Organismo Nacional hace un llamado a las autoridades consulares de México en Nueva York para brindar atención y asistencia inmediata dar seguimiento a las investigaciones que la autoridad estadounidense realice para el esclarecimiento de los hechos y otorgar apoyo a familiares de la víctima”, se lee en el documento oficial.
Asimismo señalaron que la protección de la vida y los Derechos Humanos deben extenderse a las personas que habitan el extranjero, “cuyos derechos a la atención inmediata, conocimiento de la verdad, debido proceso, seguridad jurídica y reparación del daño deben ser garantizados por las autoridades de Estados Unidos”.
El boletín de la CNDH aseguró que se enteró del caso por información de los medios de comunicación, en donde el hermano de Francisco, Lucas Villalba declaró: “Si querían la bicicleta, que se llevaran la bicicleta, ¿Por qué le tuvieron que quitar la vida? No es un animalito, es un ser humano”.
Francisco Villalba era originario de Xalpatláhuac, Guerrero y migró a Estados Unidos aproximadamente nueve años antes de su deceso. Según el diario El Sur, previo a la pandemia por COVID-19, el joven comenzó a trabajar como repartidor de comida a través de las aplicaciones.
“El día que lo mataron a mi hermano lo vi antes, nos cruzamos, le pregunté cómo estaba y me dijo que bien, que todo tranquilo. Él y yo trabajamos por esta zona de East Harlem, por eso nos encontrábamos seguido”, relató Pedro, hermano menor de Francisco para el periodista Heriberto Paredes.
Respecto al sitio en el que fue encontrado el cuerpo de Francisco, los habitantes de la zona convirtieron el espacio en un altar donde realizan misas, serenatas de mariachis, y el 4 de abril una banda originaria de Malinaltepec ofreció un concierto a manera de despedida.
Asimismo, más de 500 repartidores es congregaron y marcharon en dicha fecha al Precinto No. 23 del departamento de Policía de Nueva York, para exigir justicia.
En un comunicado de prensa, Ligia Gualipa, directora ejecutiva del Proyecto Justicia Laboral instó a las autoridades estadounidenses para investigar de forma efectiva el caso, pues ese no era la primera vez que un repartidor de comida era violentado mientras realizaba sus labores.
Sobre el tema de muertes de migrantes en territorio estadounidense, este sábado 17 de abril, elementos de Grupos Beta del Instituto Nacional de Migración (INM), instancia dependiente de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), registraron el fallecimiento de 17 migrantes desde el 1 de enero al 12 de abril de este año.
A través de un un comunicado, la SEGOB informó que las muertes se han investigado en coordinación con las fiscalías y servicios médicos forenses de los diferentes estados.
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