Aunque el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no tiene una base establecida en Chihuahua, las autoridades del estado confirmaron que el grupo criminal ha conformado redes de operación con La Línea, que fuera brazo armado del Cártel de Juárez pero ahora opera como asociación independiente.
De acuerdo con un reporte del Diario de Chihuahua, las fuerzas de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder del CJNG, se han aliado con grupos criminales en la entidad que gobierna el panista Javier Corral.
Emilio García Ruiz, secretario de Seguridad del estado, dijo que el CJNG distribuye narcóticos junto con células locales y también hace uso de ellas para cruzar cargamentos a través de la zona fronteriza con Estados Unidos.
El funcionario argumentó que esto se ha verificado con las detenciones de algunos operadores quienes han señalado sus vínculos con el grupo delictivo que dirige Oseguera Cervantes. Pero en particular, se han asociado con La Línea, cuyo bastión se ha afianzado en Chihuahua desde que surgieron como grupo de sicarios en 2004.
César Augusto Peniche, fiscal de la entidad, contradijo al secretario de Seguridad e indicó que hasta la fecha, no se ha detectado un vínculo sólido entre cárteles locales y el CJNG. No obstante reportes de febrero pasado, cuando ya se advertía la alianza.
Sin embargo, Peniche Espejel comentó que en cuanto a la producción de metanfetaminas en cristal, ésta se realiza fuera de Chihuahua, y reconoció que las rutas de trasiego sí atraviesan el estado.
Apenas el 12 de abril reciente, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló que un reciente decomiso de armas en la región limítrofe de los estados de Nayarit y Jalisco, se encontró el armamento que se quitó a elementos de la Guardia Nacional en el conflicto de la presa La Boquilla, en Chihuahua, el pasado mes de septiembre. El grupo criminal al que se realizó la incautación fue el CJNG.
El día de San Valentín pasado, un enfrentamiento entre operadores de La Línea contra Gente Nueva del Cártel de Sinaloa dejó como saldo cinco víctimas, incluidos tres decapitados. Los hechos ocurrieron en el tramo Zapata del Ejido Iturralde, sobre la carretera de Villa Coronado, Chihuahua.
Previamente, la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía locales, habían sido advertidas sobre la alianza entre el CJNG y La Línea. Estas dos facciones habrían acordado un frente contra el Cártel de Sinaloa, en aras de expulsar al grupo encabezado por Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, y Joaquín Guzmán López; hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
Según medios locales, a través de mensajes de carácter confidencial, áreas de inteligencia criminal de la Fiscalía General de la República identificaron una reunión que tuvieron varios miembros de La Línea con integrantes del CJNG. En el encuentro acordaron pelear por la plaza de la entidad federativa y eliminar al Cártel de Sinaloa. La disputa se evidenció en los enfrentamientos armados y homicidios como el del 14 de febrero.
La llamada limpia que empezaron a ejecutar los dos cárteles del crimen organizado, y que llevaron desde Ciudad Juárez hasta la capital del estado, se ha manifestaron en decapitados, y homicidios donde incendiaron a un agente procesal.
En su búsqueda por eliminar a los hijos del Chapo, el grupo criminal de Chihuahua también habría pactado con Rafael Caro Quintero, el Narco de Narcos, quien está al frente del llamado Cártel Caborca en el desierto de Sonora y que, respaldado por La Barredora 24/7 y Los Páez, disputó el territorio a Los Chapitos desde mediados del año pasado. El acuerdo habría derivado en la masacre de Bavispe, donde fueron acribilladas tres adultas y seis menores de edad de las familias LeBarón, Miller, Johnson y Langford en noviembre del 2019.
Lo anterior fue revelado a finales de noviembre del 2020 por Adrián LeBarón, familiar de las víctimas. De acuerdo con el activista, un mes antes de que ocurriera el ataque, Caro Quintero se reunió con miembros de La Línea, identificados como autores materiales del crimen en Bavispe.
Los narcotraficantes habrían tenido un encuentro en Buenaventura para planear un golpe coordinado desde Caborca, Sonora, hasta el noreste de Chihuahua. Ambos grupos pretendían “calentar la zona” y bloquear el paso de drogas a otros cárteles que trafican hacia Estados Unidos. Por esa razón se habría suscitado el multihomicidio.
La Línea, que surgió como célula de sicarios del Cártel de Juárez, ha dejado el mote sin llegar a “cártel”. El grupo empezó a tomar notoriedad en 2004, cuando se hizo público que estaba integrado en su mayoría por policías y ex policías municipales de Ciudad Juárez, así como algunos elementos estatales. Rosalío María Martínez, uno de sus operadores detenido en 2010, confesó que en sus filas también había comandos de mujeres armadas.
El vínculo que estableció con el CJNG tendría al menos dos explicaciones. Por un lado, que los de Chihuahua no planean dejar la plaza a sus rivales históricos de Sinaloa y buscaron al grupo criminal con la capacidad y recursos para hacer frente a su enemigo en común; por otra parte, eso mostraría la estrategia que el grupo de Oseguera Cervantes está dispuesto a implementar sin caer en enfrentamientos desgastantes contra sus enemigos y contra el grupo que domina el territorio.
SEGUIR LEYENDO: