La Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó clasificar como variante “de preocupación” a la mutación B.1.1.519 (antes B.1.1.222) del coronavirus que se detectó en México en octubre del 2020.
Durante videoconferencia semanal, Sylvain Aldighieri, gerente de Incidente para COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), explicó que para que una variante sea clasificada de “preocupación”, debe contar con evidencia suficiente que demuestre un aumento en la capacidad de transmisión, un cambio en la forma clínica, una mayor virulencia, un impacto negativo en los métodos diagnósticos o en la verificación en las medidas de control de salud pública, incluyendo las vacunas.
El funcionario de la organización explicó que existe un comité de expertos de la OMS que se encarga de revisar los antecedentes y la evidencia de cada variante con “potencial impacto en la salud pública”, a fin de clasificarlas y darles un seguimiento permanentemente.
Por ello, destacó que a pesar del aumento de contagios atribuidos a dicha variante del coronavirus en la nación mexicana, por las características, actualmente esa variante se evalúa sólo como una de interés.
“Aunque se ha documentado el aumento de casos atribuidos a esta variante en México, el desplazamiento y reemplazo de variantes es un proceso esperado que se ha observado en otras regiones de las Américas y otras regiones del mundo”, afirmó.
Y es que cabe recordar que el continente americano registra la tasa de fallecimientos más elevada del mundo con 137.4 por cada 100,000 habitantes, mientras que en Europa son 108.1 por cada 100,000 habitantes.
A inicios de abril, Infobae México platicó con la Dra. en Biología Molecular y Celular por la Universidad de Oxford, Roselyn Lemus-Martin, quien confirmó que hay muchas variantes de COVID-19 en el mundo, debido a que cada vez que el virus circula ocurren pequeños cambios o mutaciones, pero hasta el momento hay tres variantes “preocupantes”: la proveniente de Reino Unido (B.1.1.7); la brasileña (P.1); y la sudafricana (B.1.351).
“Estas variantes, aunadas a que las personas viajaron en vacaciones de Semana Santa, componen la mezcla perfecta para que en México se pueda dar un escenario incluso peor”, declaró la Dra., explicando que si solamente había presencia de una de ellas en Guanajuato o en Baja California, “las personas que viajaron ahí y luego regresaron a donde viven, pudieron haberla llevado consigo”.
De las tres variantes mencionadas, en México ya hay presencia de dos: la británica que ocasiona que el cuerpo tarde más en eliminar la carga viral y por la que hay repuntes en países europeos; y la brasileña que es hasta un 60% más letal y un 70% más transmisible en adultos jóvenes, por lo que “las personas que se lleguen a infectar con esa variante, van a enfermarse todavía más grave y es posible que mueran”.
Sin embargo, hasta el momento, según Lemus-Martin, ninguna de esas variantes “preocupantes” se ha convertido en dominante en México, pero aún se podría esperar que en los próximos días se presente un repunte justo por los vacacionistas que disfrutaron su descanso hace dos semanas.
“Si algunas de esas variantes se convierte en la predominante, estaríamos esperando un escenario catastrófico como el de Inglaterra, Francia, Alemania o tener los números de Brasil, por eso la importancia de la vacunación”, alertó.
Hasta la fecha hay 2,291,246 contagios acumulados de COVID-19 en México: 5,113 nuevos casos reportados en las últimas 14 horas; mientras que tras notificar 518 defunciones respecto al día previo, el número total de muertes ocasionadas por el virus se elevó a 210,812.
Asimismo, estimó que hay 29,158 (1%) contagios activos, lo cual representa a personas que presentaron síntomas en los 14 días previos (1 al 14 de abril), por lo que de no cumplir con todas las medidas sanitarias, podrían contribuir en gran medida a la transmisión de la enfermedad.
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