En una polémica votación en el Senado mexicano, denunciada como “albazo” e incluso como un “golpe de estado”, Morena, el partido de la mayoría, impulsó un apartado en la reforma secundaria al Poder Judicial para ampliar el mandato de Arturo Zaldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de cuatro años a seis años.
Durante la votación final del régimen transitorio de la amplia reforma realizada este jueves en el Senado, Morena incluyó el artículo transitorio décimo tercero para modificar los mandatos en la presidencia de la Corte y de los Consejeros de la Judicatura Federal. Con esta modificación, Zaldívar, que encabeza la Corte entre 2019 y 2022, lo hará hasta 2024, es decir, hasta que culmine el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).
El artículo que desató la polémica fue una reserva presentada por el senador Raúl Bolaños-Cacho Cué, del Partido Verde, aliado de Morena. Incluso durante la votación, varios senadores del opositor PRI (Partido Revolucionario Institucional) votaron a favor, sin haber visto la adición, se posicionaron a favor, generando una amplia mayoría de 80 votos a favor, 25 en contra y cuatro abstenciones.
Una vez concluida la votación, que la oposición criticó ya que supuestamente Morena no permitió corregir el sentido de la votación de varios senadores como se ha permitido hasta ahora en los formatos a distancia, la reforma quedó concluida, confirmó Ricardo Monreal, líder de la mayoría en el Senado, echando la responsabilidad a la Cámara de Diputados, a quien se le enviará el dictamen este mismo jueves.
El artículo transitorio argumenta que la ampliación de los mandatos es “con el fin de implementar la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación publicada en el Diario Oficial de la Federación de 11 de marzo de 2021 y las leyes reglamentarias a las que se refiere el presente decreto”, de acuerdo con el documento consultado por Infobae México y que la oposición denunció que no fue compartido con ellos hasta el final de la votación.
“He de decir, que todo el procedimiento violenta no solo la Constitución, la propia Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, el reglamento, sino de manera más grave la confianza con la que se ha venido trabajando en este Senado, y en particular en la Comisión de Justicia”, aseveró la senadora del PRI Claudia Ruiz Massieu.
Es cierto que la Secretaría leyó una propuesta de reserva de adición, pero cuando nosotros quisimos buscar en el sistema el texto de la misma, no lo encontramos
Esto provocó una brava reacción opositora. La senadora del PAN (Partido Acción Nacional) Kenia López Rabadán remarcó que se trataba de “un asalto”. “Un golpe de estado. Quieren todo, quieren los tres poderes”, remarcó. Su compañera de bancada Xóchitl Gálvez, calificó a la mayoría de Morena como “bandidos”. “Jamás se publicó el documento. Hay un agandalle. Son unos corruptos”, elevó la voz desde la tribuna del Pleno.
Otros fueron aún más allá. El senador panista Damián Zepeda también calificó la votación como un “golpe de Estado al Poder Judicial”. “Mañana un transitorio le puede ampliar el mandato al presidente de México, entonces”, añadió.
Y es que Monreal, que subió a la tribuna para calmar los ánimos y responder los señalamientos de los partidos inconformes, aseguró que esa comparación “no procedía”, pero que “la naturaleza jurídica de los transitorios y su temporalidad sí pueden aplicar en contrario sensu de normas jurídicas aplicables”, en referencia a la medida que va contra lo que manda la Constitución, es decir, un periodo de cuatro años sin posibilidad de reelección para el presidente de la Corte.
Uno de los cruces más interesantes fue el de Monreal, desde la tribuna del Senado, con Dante Delgado, el líder de los senadores del opositor Movimiento Ciudadano. “Vamos a recurrir a organismos internacionales. Evidentemente iríamos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)”, manifestó. “Sin publicación en la gaceta, simplemente aumentarle al presidente (de la Corte) dos años sin debatirlo con tiempo y a profundidad es la indignación que causa en MC”, completó.
Monreal celebró que la oposición acuda a organismos internacionales. “Le deseo suerte. Va a tener aliados en eso, los medios de comunicación van a decir que es un golpe, ellos no están en los mejores términos con nosotros”, dijo. “Yo no causé este desastre parlamentario”, se excusó Monreal, poniendo bajo los focos al senador Bolaños-Cacho Cué.
Además, por último, Monreal dijo que el proceso ya había finalizado y que ahora había que llevar las preocupaciones de la oposición y de los expertos a la Cámara de Diputados, a donde llegará el dictamen, será discutido y en su caso aprobado en sus términos o modificado.
En último turno, Bolaños-Cacho Cué compareció en el Pleno para “dar la cara”. ”Sin el precepto que escribí en la reserva presentada es un mismo bloque, porque sin él, la implementación de la reforma no sería posible. La única manera de alcanzar el objetivo de esta reforma histórica es darle continuidad al órgano que incluso participó en su diseño, esta Suprema Corte debe implementarla, ya que ellos mismos la propusieron desde sus entrañas”, dijo.
Por último, celebró la diferencia de ideas en el Senado e invitó a la oposición a que presenten las acciones de inconstitucionalidad necesarias. “Ahí se va a ver la congruencia de los 11 ministros de la Corte. Que presenten impugnaciones internacionales, el derecho está ahí, para interpretarse”, concluyó.
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