A primera hora de este miércoles 14 de abril, usuarios de redes sociales y medios locales dieron a conocer un aparente motín en el Centro de Readaptación Social La Mesa, ubicado en la ciudad de Tijuana, Baja California.
De acuerdo con los reportes, los disturbios comenzaron alrededor de las 21:00 horas en los edificios 1, 2 y 3 de la penitenciaría, situación que alertó a los elementos de seguridad de la institución de seguridad que de inmediato comenzaron a calmar los ánimos.
En cuanto se reportó este inusual movimiento, dentro del penal, elementos de la Policía Municipal y de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI), acudieron a la de La Mesa para apoyar.
Según medios locales que arribaron a la zona, la principal exigencia por parte de los reclusos es la falta de comida, pues se lograron escuchar gritos que reclamaban “¡Queremos comida!” y “Aliméntenos”.
En los videos que circulan en redes sociales, se puede observar al personal del penal en la parte más alta de la barda divisoria. Con armas para la disuasión y vestidos de negro, buscaban calmar los ánimos de los reos, quienes no paraban de gritar y exigir mejores condiciones de vida.
Momentos después, familiares de las personas recluidas en el CERESEO acudieron a las instalaciones, pero fueron detenidas por la policía que había iniciado un cerco en las inmediaciones para evitar la circulación de personas y automóviles.
Sin embargo, lograron romper la barrera para acercarse a la penitenciaría. Un grupo se quedó cerca de los muros para comunicarse con los reos por medio de gritos y preguntas. Otro conjunto de personas llegó hasta la puerta del penal para conocer el estado de salud de sus familiares.
Personal de la Comisión de Derechos Humanos de Tijuana ingresó al lugar para cerciorarse sobre el posible motín y las condiciones en las que se encontraban los presos y así informar a las personas que buscaban información.
Mientras el comisionado Heriberto García se mantuvo dentro de La Mesa, decenas de hombres, mujeres y niños se mantuvieron a la espera del informe. Mientras eso sucedía, dieron a conocer las carencias con las que contaban sus familiares prisioneros.
Además de los reclamos por falta de alimentación, denunciaron que hubo detonaciones alrededor de las 20:00 horas, y que las condiciones en las que se encontraban eran deplorables, pues vivían rodeados de animales que los enfermaban, situación que podría agravarse por la falta de medicamentos, pues las familias tenían que hacerse cargo de ese gasto.
Alrededor de las 1:45 horas de este miércoles, se comenzó a ver movimiento de autos blindados y patrullas que los escoltaban, hecho que alertó a quienes se encontraban afuera pues refirieron que probablemente se trató del director de la institución de seguridad que estaba huyendo.
Después de varios minutos, Heriberto García salió para otorgar datos sobre los hechos que, de acuerdo con vecinos, comenzaron alrededor de las 19:00 horas del martes. De esta manera, confirmó que los disturbios sólo fueron en cuatro pasillos del edificio uno, por lo que los demás recintos se encontraban en orden.
Finalmente, confirmó que no existió ningún motín, ni siquiera conato de uno. Ante la incredulidad de los familiares, aseguró que tampoco se registraron lesionados además de que las libertades programadas para este miércoles se realizarían de acuerdo a lo acordado.
Sobre las demandas de los reos, aseveró que se harán investigaciones sobre los motivos por los que no se les alimentó a tiempo, pues la bronca habría iniciado por no recibir la cena, ya que autoridades del penal informaron que sí hubo desayuno y comida. Sin embargo, el funcionario de DDHH solicitó las bitácoras de alimentación para conocer si los dichos están siendo manipulados.
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