Marco Antonio Ortega Siu, almirante de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), cuenta entre sus principales logros la recaptura de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, pero también era el comandante del cuerpo de Élite que habría desaparecido a 27 personas en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Ascendido en 2015 al grado de almirante, posición anterior al máximo encargo como titular de la Semar, Ortega Siu también fue considerado el 29 de junio de 2019 como posible secretario de Seguridad del estado de Puebla, pero 10 días después, Miguel Barbosa justificó que ya no formaría parte de su administración por obligaciones en la dependencia castrense.
Este 12 de abril reciente, la Semar informó que puso a disposición de las autoridades a 30 agentes que, en diversos hechos, habrían participado en la detención arbitraria de 27 personas, 12 de las cuales fueron encontradas muertas en entierros clandestinos, mientras que 15 más no se han localizado. Estos hechos ocurrieron entre abril, marzo y mayo de 2018, de acuerdo con la Recomendación 36VG/2020 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Según reportes de Animal Político, la Fiscalía General de la República (FGR) tiene 34 carpetas de investigaciones abiertas en donde se incluyen hasta 47 víctimas, entre aquellas referidas por la CNDH.
Y aún cuando 30 marinos fueron detenidos luego de tres años, no está claro hasta dónde será investigada la cadena de mando. Pues en esta última dimensión es donde toma relevancia el almirante Ortega Siu, presuntamente en retiro, así como Alfredo Reyes Mondragón, quien estuvo al frente de la Base de Operaciones de la Marina en Nuevo Laredo en el periodo de las desapariciones forzadas.
El almirante era jefe de la Unidad de Fuerzas Especiales de la Semar y desde noviembre de 2015, coordinó el operativo para recapturar al Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa que escapó por segunda vez de un penal de máxima seguridad el 11 de julio de ese año. El cuerpo de élite de la Marina había sido capacitado por el Comando Norte de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Finalmente el capo cayó en Los Mochis, el 6 de enero de 2018, luego de que el grupo a cargo de Ortega Siu detectó lo que el Centro de Inteligencia de El Paso, Texas, denominó “primer anillo de protección” de Guzmán Loera en Ahome, Sinaloa.
La trayectoria difundida en 2019 por las autoridades de Puebla señalaba que el oficial de la Marina era uno de los primeros en alcanzar el máximo grado de la Armada, especializado como piloto helicopterista.
Se destacaba que mantuvo una coordinación directa con mandos de inteligencia militar del Pentágono, porque se había probado su discreción y honestidad en la dirección que coadyuvó al arresto de objetivos prioritarios entre EEUU y México. De ahí que sus capacidades estaban probadas en combate al crimen transnacional, labores cibernéticas y seguridad fronteriza.
Cuando el entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, estaba en búsqueda de quien sería su secretario de Marina, el perfil de Ortega Siu fue uno de los sugeridos por Vidal Francisco Soberón Sanz, titular de la Semar con Enrique Peña Nieto.
Respecto a Reyes Mondragón, la CNDH determinó que fue señalado por testigos como el marino al mando de los operativos en campo que llevaron a algunas desapariciones. Cuando se intensificaron las acusaciones, el 1 junio de 2018, este oficial fue acuartelado en la capital del país junto con 257 agentes más, incluidos 3 Capitanes, 24 Oficiales y 230 Clases y Marinería.
Según los registros, entre mayo de 2017 y noviembre de 2018, los agentes de la Unidad de Operaciones Especiales (UNOPES) fueron desplegados en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas con la finalidad de actuar en contra del Cartel de Golfo, Los Zetas y el Cártel del Noreste.
En primera instancia, los integrantes de la UNOPES operaron en varios municipios para recabar información sensible para después actuar en operativos de mayor alcance. Pero en esas actividades habrían desaparecido a personas de quienes sospecharon, pertenecían a grupos criminales en el noreste del país.
Pese a la participación de los oficiales, no se sabe si fueron beneficiados en el ejercicio de sus deberes en la Semar después de haber violado Derechos Humanos ni hasta dónde llegarán las autoridades del Estado mexicano para ir en contra de una de las instituciones más apreciadas por el actual gobierno de López Obrador.
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