Luego de dos semanas en que se ha recrudecido la violencia en Aguililla, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, por fin acudió a dar seguimiento al tema de inseguridad, pero al verse confrontado, el ejecutivo estatal reaccionó con una agresión de clara intolerancia al punto de empujar a uno de los manifestantes.
En un par de videos compartidos a través de redes sociales se puede apreciar que un hombre increpa al gobernador, aparentemente, por la violencia en Aguililla, aunque igual suma exigencias de profesores. Con cuatro cartulinas verdes fosforescentes, el sujeto grita que la realidad está a la vista y pide que no sea ignorada. Instantes después se sumaron un par de mujeres y un niño; una de ellas tiene en brazos a un bebé y reclama por bloqueos a la carretera.
Silvano Aureoles parecía atender de pasada al pequeño grupo de cuatro personas, pidiendo calma y riéndose sobre el acto de protesta. De ahí que cuestionó al manifestante y éste respondió que es profesor.
El jefe del ejecutivo estatal continuaba su retirada a paso lento y finalmente abordó una camioneta del Ejército, fuertemente escoltado en compañía de más funcionarios. Sin embargo, al estar a bordo de la cabina, descendió y volvió al hombre que seguía sosteniendo las cartulinas. Aureoles se acercó con calma y empujo a quien le increpaba.
Después, un sujeto armado, del equipo de seguridad del gobernador, arrebató una de las cartulinas y pidió al hombre agredido que se retirara. Al tiempo que se oyeron gritos y chiflidos de los presentes, quienes reprobaron la intolerancia del mandatario estatal.
Al menos desde el pasado 31 de marzo, Agulilla se ha visto envuelta en una escalada de violencia entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que pretende tomar el territorio, contra Cárteles Unidos, facción de remanentes criminales que resisten al asedio para defender la plaza. Aguililla representa un trofeo para el líder del CJNG y originario de la demarcación, Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho.
Las disputas recientes han dejado cuando menos ocho personas decapitadas, desplazamientos de habitantes, así como diversas denuncias ciudadanas sobre la presunta omisión de las autoridades.
“Señor gobernador deja la corrupción. Restablece el orden en nuestro pueblo. Queremos carretera libre”; ”Señor Gober... Viaja por tierra para que veas la realidad en que vivimos”; “Soy niño, ya no más violencia en Aguililla, Mich.”; “Quiero vivir libre en mi pueblo de Aguililla, Michoacán” (sic), fueron los mensajes que sostenían en cartulinas y molestaron al gobernador.
Previo al desencuentro que fue viralizado rápidamente, Silvano Aureoles había emitido un mensaje desde la plaza principal de Aguililla, en compañía de las autoridades locales.
En su intervención dijo que estaba al tanto del bloqueo a la circulación carretera, lo cual impidió que transitaran personas y mercancías, principalmente en Bonifacio Moreno, el Aguaje, el Limoncito y el Charapo. Mencionó que se recuperaría el Estado de Derecho y que las diferencias entre grupos delincuenciales debían resolverlos entre ellos.
“Los intereses perversos de los grupos delincuenciales que los resuelvan entre ellos, pero no mezclen a la población, ni priven a la población del acceso a los servicios y actividades ordinarias que por derecho les corresponden”, suplicó.
El jefe del Ejecutivo michoacano reconoció que el cierre de la vialidad impidió la llegada de combustible, alimentos y medicinas en las últimas semanas. Y aunque prometió que haría todo lo que estuviera en sus responsabilidades, exigió atención del problema al presidente Andrés Manuel López Obrador y las secretarías de Seguridad como de Gobernación.
“Hacer un llamado a la sociedad de Aguililla para que perdamos el miedo y que pronto se habrá de restablecer el orden (...). Ningún grupo, por muy poderoso que sea, y que además opera al margen de la Ley, puede secuestrar a la sociedad, eso no lo vamos a permitir”, aseveró el mandatario estatal.
“Hemos dejado pasar y hemos dejado de hacer cosas que pudieran evitado que llegáramos a estos niveles de descomposición y de sufrimiento, de cientos de familias que nada tienen que ver con los conflictos que mueven a estas células delincuenciales, independientemente de qué grupos sean o quiénes sean, no pueden seguir pisoteando la libertad de las y los habitantes del municipio de Aguililla”.
Cuando el gobernador compartió su mensaje, alrededor de las 16:00 horas, ya habían circulado tres grabaciones de distintos ángulos sobre cómo empujó al profesor manifestante.
Aureoles acudió alrededor del medio día a Aguililla, donde condenó que los habitantes fueran amenazados por romper carreteras y no permitiría que intereses mezquinos siguieran lastimando a la sociedad. Agregó que tendría reuniones con frecuencia para verificar avances en la demarcación.
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