En Jalisco (al oeste de México) los candidatos a cargos políticos iniciaron las campañas con miedo por partida doble. El estado vive su peor momento por las desapariciones y homicidios, más de 300 de enero a febrero, según las cifras oficiales . Se une además la incertidumbre por el proceso electoral más grande de la historia.
Aunque la violencia en la entidad siempre ha estado presente de una u otra manera, el asesinato del ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, el pasado 18 de diciembre refleja la manera en que los cárteles de la droga se han apropiado de la escena.
El pasado 16 de marzo, Álvaro Madera López, precandidato a la alcaldía de Mezquitic —el municipio más grande y pobre de Jalisco— fue asesinado tras ser levantado por policías municipales presuntamente vinculados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Claramente se trató de una medida extrema en un proceso de clase política y el poder local criminal.
Ese mismo día, otro aspirante a participar en las elecciones 2021 fue encontrado sin vida. Se trató de Alfredo Sevilla Cuevas, presidente municipal con licencia de Casimiro Castillo. Sevilla estaba dentro de su vehículo en un acantilado de unos 100 metros de profundidad. De este modo, los homicidas trataron de disfrazar el crimen como algo accidental. No obstante, la fiscalía confirmaría un balazo en la cabeza del edil.
En el municipio de Casimiro Castillo —dominado por el CJNG— fue derribado en 2015 un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, que pretendía la captura de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, el capo más peligroso de México.
La preocupante progresión del crimen organizado sobre la estructura política continuó los días posteriores. El 24 de marzo, los aspirantes del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a la presidencia municipal de Tequila, Jalisco, Guillermo Cordero García y Alejandro García Gutiérrez renunciaron a su candidatura, luego de ser levantados mientras se encontraban en un restaurante.
Las víctimas fueron encontradas poco después con signos visibles de violencia y amenazados. Su dimisión la presentaron ante el secretario Ejecutivo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco (IEPC) el pasado 24 de marzo a las 18:31 horas.
Francisco Ramírez Acuña, ex diputado, ex alcalde, ex gobernador de Jalisco y ahora candidato a la diputación federal por la coalición Va X México, denunció que a principios de este mes, miembros de su equipo que hacían campaña en calles del municipio de Zapopan, fueron amenazados y agredidos verbalmente por sujetos desconocidos, sin que la situación llegara a mayores. “No quisimos averiguar si traían armas”, aseveró el político.
Durante el inicio del proceso electoral, la pregunta que más se ha hecho es de hasta qué punto el crimen organizado decidirá el rumbo de la política. La contienda queda en riesgo cuando banda criminales interfieren, eliminan candidatos, apoyan económicamente a unos, se infiltran en municipios y corrompen el proceso o desincentivan la participación popular.
Los comicios más grandes de la historia suman ya más de 60 políticos asesinados, según un conteo realizado por este medio. Hasta el momento la única medida presentada por el gobierno de López Obrador ha sido la Estrategia de Protección en Contexto Electoral, un plan para resguardar la seguridad de los políticos amenazados por el crimen organizado.
SEGUIR LEYENDO: