“Inexplicable”: duro editorial por la negativa de AMLO a vacunar especialmente a los médicos privados

El periodista recordó que “el grueso de los trabajadores de la salud que deja desprotegido opera en las farmacias, en consultorios dentales de barrio, en las clínicas modestas a las que tienen que acudir muchos de los más desprotegidos a los que él está empeñado en ayudar”

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Personal sanitario privado participa en
Personal sanitario privado participa en una protesta por quedar fuera del reparto de la vacuna COVID-19 del Gobierno, frente al Palacio Nacional en Ciudad de México, México. (Foto: REUTERS / Carlos Jasso)

El pasado 9 de abril, trabajadores de la salud del sector privado se reunieron en las inmediaciones de Palacio Nacional en protesta por no ser considerados dentro del plan gubernamental de vacunación contra el COVID-19, a pesar de estar expuestos a la enfermedad.

Al mismo tiempo, dentro del recinto el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ofrecía su tradicional conferencia de prensa en la cual exhortó a los y las demandantes a “que nos esperen”.

“Entiendo la demanda de los médicos, no la tiramos al cesto de la basura, pero tenemos ya una estrategia que nos va a ayudar a todos (...) la vacuna se aplica de manera universal (...) no importa que los médicos estén en hospitales privados (...) Que nos esperen, hasta que nos toque a todos”, enfatizó.

Aunque el mandatario se ha ocupado de brindar diversas explicaciones para argumentar esta decisión, el periodista, Jorge Zepeda Patterson, aún considera inexplicable e incomprensible el que el gobierno margine al sector privado de la temprana etapa de inmunización y lo exhorte a “esperar su turno”.

(Foto: EFE/Joebeth Terríquez)
(Foto: EFE/Joebeth Terríquez)

“Resulta difícil entender las razones que llevan a Andrés Manuel López Obrador a negarse a incluir a médicos y enfermeras del sector privado en los grupos prioritarios en la campaña de vacunación (...) Tras muchas protestas, el presidente accedió a inocular al personal médico relacionado con el sector salud en general, pero inexplicablemente marginó a los que laboran en el sector privado.”, así lo cuestionó en su columna de opinión “Médicos sin vacuna, cruel e incomprensible” publicada en Milenio.

El columnista mencionó que el único escenario hipotético en el cual este argumento podría tener valor sería aquel donde el mercado de vacunas estuviera abierto a quien quisiera y pudiera adquirir el antígeno con sus propios recursos. Sin embargo, ante la ausencia de este escenario, los médicos, las enfermeras y otros especialistas de la salud que laboran en hospitales privados se someten a debatir entre poner en riesgo sus empleos, o sus vidas.

Al no existir la posibilidad de obtener una vacuna aun pagando por ello, en la práctica se condena a los doctores y enfermeras a una difícil disyuntiva: protegerse como lo han hecho muchos otros trabajadores durante el confinamiento y consecuentemente reducir sus actividades o poner en riesgo su vida para seguir intentando salvar la de otros.”, explicó.

A pesar de las mortales consecuencias que pueda conllevar, la mayoría de los casos, afirmó, se ha optado por la segunda opción, es decir, arriesgar la vida por la profesión. Lo que ha llevado al país a posicionarse como la nación con mayor número de decesos de personal médico: “Una factura política y de conciencia que la 4T tendrá que cargar a cuestas”, advirtió.

(Foto: REUTERS/Henry Romero)
(Foto: REUTERS/Henry Romero)

Con este escenario, Zepeda da pie a criticar también la aplicación del antígeno a profesores y profesoras de Campeche para un regreso a clases, que aún no ha llegado, y al personal no médico - como siervos de la Nación y responsables de logística - participante en las Brigadas Correcaminos; lo cual calificó como una injusta criminal.

“La vacunación de los maestros de Campeche durante enero y febrero para que estuvieran en condiciones de arrancar clases que dos meses después aún no arrancan, termina siendo de una injusticia criminal. O el hecho de que se inocule a todos los miembros de las brigadas de vacunación, incluyendo los siervos de la Nación y responsables de logística, es también cuestionable cuando se ha dejado de lado al personal médico. (...) Después de todo, no están trabajando necesariamente con pacientes enfermos sino con población en general. Distinto a los médicos a los que se les rehúsa la vacuna a pesar de que ellos sí deben auscultar cuerpos y bocas de personas afligidas de algún padecimiento.”, profundizó.

Por estas razones, el periodista aseguró que este actuar de AMLO frente a la pandemia funge como uno de los momentos menos ejemplares de su administración, ya que, sus argumentos - justificados o no - continúan vulnerando tanto a los profesionales y con ello, a millones de pacientes.

“Y si cree que con ello está castigando a los huéspedes potentados de un hospital de cinco estrellas, alguien tendría que decirle que el grueso de los trabajadores de la salud que deja desprotegido opera en las farmacias, en consultorios dentales de barrio, en las clínicas modestas a las que tienen que acudir muchos de los más desprotegidos a los que él está empeñado en ayudar.”, concluyó.

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