La polémica por las supuestas “vacunas de aire” que se han aplicado en México, ha generado en las últimas semanas gran indignación, pero también, desconfianza y preocupación.
El pasado 2 de abril, una enfermera que trabajaba como voluntaria en una de las sedes de la alcaldía Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México, fingió vacunar contra el COVID-19 a un adulto mayor. La sanitaria introdujo la aguja en el brazo del paciente, y en menos de un segundo, la retiró. En ningún momento presionó la jeringa, y la escena quedó registrada en video.
Aunque el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) intentó en un principio atribuir lo ocurrido a un “error humano”, las imágenes eran claras. El hombre no había recibido su dosis, y el organismo finalmente tuvo que abrir una investigación y destituyó a la enfermera.
En distintos puntos del país, como Sonora o el Estado de México, se han repetido imágenes similares. Esto ha provocado intranquilidad entre algunos adultos mayores que ya acudieron a vacunarse, y ahora se preguntan si recibieron realmente el biológico.
Para obtener respuestas, hay personas que se han realizado un test de antígenos, con el fin de averiguar si tienen o no anticuerpos contra el COVID-19. En este sentido, en la mañana de este 8 de abril se viralizó un mensaje que alarmó a muchos usuarios de Twitter.
“Mi mamá fue vacunada contra el COVID el 13 de marzo del 2021 en la delegación Miguel Hidalgo. Debido a la polémica de la vacuna, se realizó la prueba igG para verificar que hubiera sido vacunada, resultando negativa. Lo denuncié en Twitter y esta madrugada me exigieron retirar mi tweet”, escribió la usuaria @MexCamin.
En solo cuatro horas la publicación logró 1,100 me gusta. La prueba de antígenos dio negativo, es decir, el test que se realizó la adulta mayor no detectó ningún anticuerpo en su organismo. Pero, ¿esto significa que recibió una vacuna de aire?
La doctora en Ciencias Médicas de la UNAM, Laurie Ann Ximénez-Fyvie, ya contestó a esa pregunta, y explicó que las pruebas de antígenos que hay disponibles actualmente no son capaces de detectar las defensas que generan la mayoría de vacunas contra el COVID-19.
“Me llegan muchas preguntas a raíz de las ‘vacunaciones de aire’, queriendo saber si hay forma de verificar que una persona ha recibido la vacuna y ha quedado inmunizada. La respuesta no es simple, pero trataré de explicar”, comenzó la experta en microbiología.
“Les anticipo que la respuesta general es: NO. Con las pruebas serológicas (de anticuerpos) comerciales disponibles hoy, no es posible medir con precisión la respuesta inmune tras la vacunación, salvo que la vacuna recibida haya sido de virus inactivados como la de Sinovac”, agregó la doctora.
En México existen actualmente seis vacunas contra el coronavirus aprobadas por la Coparmex: Pfizer, Astrazeneca, CanSinoBio, Sputnik V, Sinovac, y ahora también, Covaxin. Esta última, desarrollada en la India, fue autorizada de emergencia este miércoles 8 de abril.
Solamente Sinovac, de origen chino, y Covaxin son vacunas de virus inactivos. Es decir, contienen en su fórmula virus de SARS-CoV-2 muertos que no pueden contagiar a las personas, pero sí instruyen al sistema inmunológico para que aprenda a defenderse en caso de una infección. Estos anticuerpos son los únicos que por ahora los test de antígenos pueden detectar.
Por qué no se puede saber si recibí una vacuna de aire
A través de Twitter, Laurie Ann Ximénez-Fyvie recordó que el coronavirus se produce cuando el virus SARS-CoV-2 infecta nuestras células. Después de entrar en nuestro cuerpo, la proteína de espiga que rodea al virus logra adherirse a los receptores que se localizan en la superficie de algunas de nuestras células, y así, logran infestarla.
Para impedir esto, vacunas como Sinovac y Covaxin introducen en el organismo anticuerpos que son muy similares a los que crea nuestro sistema inmunológico al combatir con la enfermedad. Esta tecnología se conoce como “virus inactivado”.
“Tras la infección, nuestro sistema inmune genera anticuerpos contra muchas estructuras del virus. Las vacunas de virus inactivados (Sinovac) generan una respuesta inmune muy similar a la que se da tras la infección. Las pruebas serológicas (de anticuerpos) comerciales detectan la inmunidad de mediano y largo plazo que se genera por la infección o por la inmunización con vacunas de virus inactivados. Es decir, detectan al conjunto de anticuerpos que se genera en esos casos”, explicó la doctora de la UNAM.
“En contraste, las vacunas de mRNA (Pfizer) o de vectores virales (AstraZeneca, Sputnik V, CanSino) generan anticuerpos “neutralizantes” específico, dirigidos hacia partes de la proteína de espiga, que bloquean la adhesión del virus a nuestras células, y por ende, la infección. Las pruebas serológicas a las que tenemos acceso hoy, no detectan de forma única o puntual a los anticuerpos neutralizantes específicos que cada vacuna genera sino al conjunto de anticuerpos que se producen contra varios componentes del virus”, agregó.
De esta forma, una persona podría recibir una vacuna de AstraZeneca, Sputnik V, Pfizer o CansinoBio, y al realizarse semanas después la prueba de antígenos, esta daría negativa. Los tests que existen actualmente no logran detectar los anticuerpos neutralizantes que proporcionan estos biológicos para impedir que el SARS-Cov-2 se pegue a nuestras células.
Por esta razón, precisamente, no se puede saber si un adulto mayor recibió una vacuna vacía. Y es que por el momento, las defensas que generan los biológicos de Astrazeneca, Sputnik V, Pfizer o CansinoBio, al igual que el aire, son indetectables.
“La buena noticia es que la ciencia sobre COVID-19 avanza a pasos agigantados. Seguramente, las pruebas que nos puedan decir quiénes generamos o no protección inmunológica después de la vacunación estarán disponibles pronto”, agregó Laurie Ann Ximénez-Fyvie.
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