Durante la tarde de este martes, se dio a conocer que varios sujetos desconocidos allanaron la casa del periodista Francisco Canul Cauich, quien fue de los primeros en reportar el feminicidio de Victoria Salazar a manos de policías en Tulum, Quintana Roo.
Según la organización Artículo 19, los hechos sucedieron el pasado domingo 4 de abril, mientras se encontraba fuera de su domicilio. Uno de sus contacto le informó que la puerta de su domicilio estaba abierta, por lo que volvió lo más rápido que pudo.
El colaborador de diferentes medios como Notivisión, Quequi Quintana Roo, Radio QFM y el sitio web Noti Tulum se dio cuenta de que las personas que ingresaron a la fuerza le habían robado computadoras, discos duros, artículos personales y dinero en efectivo.
Además, la puerta de entrada, varios muebles y su papelería personal fueron dañados y desordenados, con el objetivo de no dejar rastro. Al darse cuenta del hecho, lo reportó con la policía local, sin embargo, no recibió respuesta ni arribaron a su inmueble.
Posteriormente llamó al 911 para dar a conocer su situación. Los oficiales llegaron una hora y media después. El actuar de los oficiales de seguridad no convenció al periodista, por lo que solicitó ayuda al presidente municipal de Tulum, Víctor Mas Tah.
Canul Cauich refirió a Artículo 19 que halló una huella de bota de policía, por lo que aseguro que “no fue un robo normal, fue con saña”; consideró que los daños causados a su propiedad tenían otros intereses. “Buscaban algo más”, indicó.
La organización señaló que el allanamiento de morada contra el periodista tendrá un efecto inhibidor sobre su derecho a la libertad de expresión y el acceso a la información, ya que son ataques que representan una represalia al trabajo periodístico.
De acuerdo con Artículo 19, Quintana Roo fue el tercer estado con más agresiones contra la prensa durante el 2020, y se ha mantenido entre las cinco entidades más peligrosas para ejercer el periodismo desde el año 2009. “Son tanto de grupos particulares y crimen organizado como por parte de las mismas autoridades, particularmente las corporaciones policiales” quienes realizan estas acciones.
Cabe recordar que el pasado 27 de marzo, cuatro policías sometieron a Victoria Salazar en Tulum y murió con la columna rota, luego de permanecer varios minutos con la rodilla de una de ellos en la espalda.
Los oficiales argumentaron que la mujer fue detenida por alterar el orden, sin embargo, unas imágenes de poco antes del arresto revelaron que la salvadoreña solo había entrado a una Oxxo con un garrafón y había dado vueltas por la tienda.
Días más tarde, el sábado 3 de abril, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo informó que fueron vinculados a proceso los policías municipales Miguel “C”, Juan “C”, Raúl “L” y Verónica “V” por el delito de feminicidio contra Victoria Salazar.
A lo largo de ese mismo sábado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que las dos hijas de Salazar Arriaza, fueron repatriadas a El Salvador. A través de un comunicado, la cancillería detalló que las dos menores se trasladaron vía aérea, junto al cuerpo de su madre.
Asimismo, destacaron que sus restos fueron trasladados a su país de origen para ser sepultada y velada, acción que se efectuó el 4 de abril, cuando el féretro con los restos mortales fue trasladado en un auto blanco desde una funeraria en Sonsonate, 66 kilómetros al suroeste de San Salvador, hasta un cementerio privado de La Generosa, en las afueras de la ciudad.
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