Aunque todavía no ha dado fechas para sus próximos viajes, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció un próximo tour por Rusia, China e India, en el contintente asiático, con el objetivo de “lograr que México tenga las vacunas acordadas en los tiempos acordados”.
El canciller recordó que con el gobierno de Rusia, encabezado por Vladimir Putin, la administración de López Obrador tiene acordada la compra de 25 millones dosis de la vacuna Sputnik V, de las cuáles han llegado ya 900 mil.
Por otro lado, con China hay acuerdos para dos vacunas: Sinovac (de las cuáles faltan por llegar 8 millones) y CanSino (de las cuáles hay un acuerdo por 35 millones y han llegado 1 millón).
Finalmente, Marcelo Ebrard viajará a la India por el convenio con el Serum Institute mediante el cuál México obtiene vacunas desarrolladas por AstraZeneca. Sin embargo, el secretario reveló que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Santiarios (COFEPRIS) está próxima a aprobar la primer vacuna desarrollada en la India, de tal forma que la visita de Ebrard al país asiático también podría estar relacionado a una nueva adquisición en el portafolio de vacunas contra la COVID-19 con el que cuenta México.
Además, el canciller informó que del 23 de diciembre a la fecha, México ha recibidio 15,163,420 dosis de las diferentes vacunas disponibles.
Otro país con el que México mantiene importantes colaboraciones para darle continuidad al suministro de vacunas es Argentina. Mediante un acuerdo entre el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo en el país sudamericano, Alberto Fernández, ambos países trabajan en la producción de dosis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca que ayudarán para proveer de vacunas a la región latinoamericana. Sin embargo, Ebrard aclaró que no tiene planeado acudir a la Argentina.
mAbxience es el laboratorio argentino que se encarga de producir la sustancia activa a granel del fármaco que posteriormente se envía a México para que el laboratorio Liomont, en Ocoyoacac, Estado de México, envase las dosis que posteriormente podrán ser distribuidas y aplicadas en ambos países y otros en Latinoamérica.
La noche del pasado 2 de abril, Alberto Fernández anunció a través de su cuenta de Twitter que dió positivo a COVID-19 en un prueba de antígenos que se había realizado. El presidente argentino decidió aplicarse el test luego de presentar una fiebre de 37.3° C y “un leve dolor de cabeza”.
Sin embargo, el presidente de Argentina ya había sido vacunado con el fármaco Sputnik V contra el virus pandémico SARS-CoV-2, por lo cual, su probabilidad de desarrollar un caso de COVID-19 de moderado a severo es casi nula. Durante los ensayos clínicos de fase 3 realizados en Rusia, se concluyó que la eficacia de la Sputnik V contra los efectos moderados y severos de la COVID-19 es del 100%, mientras que su eficacia para evitar que una persona que entre en contacto con el virus se contagie es del 91.6%; los resultados también resaltan que en personas mayores de 60 años, como Alberto Fernández (62) es del 91.8%.
De tal forma que el presidente argentino forma parte del pequeño porcentaje de personas que, a pesar de haber sido inoculados con la vacuna Sputnik V, se contagiaron del virus SARS-CoV-2 y desarrollaron síntomas. Sin embargo, muy probablemente va a pertenecer al porcentaje de personas que no desarrollan un caso grave de la COVID-19.
Todas las vacunas contra la COVID-19 tienen una eficacia mayor al 60% en cuanto a la inmunidad que proveen en contra de la enfermedad. Por otro lado, todas también tienen una eficacia mayor al 90% en la protección contra los efectos más severos de la COVID-19. Es decir, las personas vacunadas, incluso en caso de contraer el virus, muy probablemente no tendrán que poner pié en un hospital.
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