Dos hombres que estaban en la lista de vigilancia de terroristas del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos fueron capturados en Calexico, California, ciudad fronteriza con Mexicali, en Baja California.
Ambos sujetos fueron identificados como provenientes de Yemen. Después de su detención fueron trasladados a la custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), informó este lunes la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
El primero de los dos arrestos ocurrió durante la madrugada, a las 01:10 horas del 29 de enero, cuando el hombre, de 33 años de edad, escaló un muro metálico de aproximadamente 10 metros de altura: quería cruzar hacia Estados Unidos desde la colonia Cachanilla, ubicada al poniente de Mexicali.
Los agentes hallaron una tarjeta SIM para teléfonos celulares escondida en la suela de su zapato.
La segunda captura fue registrada en la noche, a las 11:30 horas del 30 de marzo, cuando la patrulla fronteriza detectó a un hombre, de 26 años de edad, que intentaba cruzar por la misma zona: desde Mexicali y hacia Calexico.
<b>El ISIS se reagrupó en el desierto sirio y sus combatientes se ocultan en cuevas</b>
El ISIS, el grupo terrorista islámico que fue derrotado hace dos años y perdió el califato que había levantado entre Siria e Irak, se reagrupó y pasó a la ofensiva en ambos países. Del lado sirio controla cinco enclaves, uno cerca de la ciudad bíblica de Hama y cuatro alrededor de las ruinas de Palmira. Desde que comenzó este 2021, de allí salieron comandos que realizaron 66 ataques contra los kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) que están respaldadas por Occidente.
Dejaron 50 muertos y decenas de heridos, de acuerdo a la agencia local North Press. Y según un comunicado de los comandantes del SDF lanzado el martes pasado, cuando se cumplió el segundo aniversario de la caída de la ciudad de Raqqa, el último territorio controlado por el Estado Islámico, la situación “es hoy más peligrosa que antes porque (los comandos) no combaten en forma directa, sino que lo hacen con golpes rápidos y desaparecen en el desierto”.
El vasto desierto de Siria, que bordea la borrosa frontera iraquí, se convirtió en un refugio clave para los operativos del EI y un trampolín para los ataques, dijo la ONU. El grupo está “construyendo y conservando una estructura celular que le permite llevar a cabo ataques terroristas”, informó el mes pasado el general Kenneth McKenzie, jefe del Mando Central estadounidense que supervisa las tropas desplegadas en Afganistán, Irak y Siria.
También mantienen zonas “liberadas” del otro lado de la frontera, en Irak, donde fueron atacados duramente en los últimos días cuando los bombarderos de la coalición liderada por Estados Unidos llevaron a cabo una gran ofensiva contra el ISIS en el norte de ese país. Fueron 133 ataques aéreos durante 10 días contra un complejo de cuevas que servía de refugio para los terroristas. La ofensiva, en apoyo de las fuerzas terrestres iraquíes, destruyó 61 escondites, 24 cuevas y eliminó “un número no determinado de terroristas”, informó el coronel Wayne Marotto, portavoz de la Fuerza de Tarea Conjunta Combinada.
En octubre de 2019, un ataque con drones estadounidense en Siria mató al líder del ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, y a varios otros comandantes. Enseguida tomó el mando Mohammed Said Abd al-Rahman al-Mawlaque que es quien ordenó a los combatientes a refugiarse en cuevas, la misma técnica que utilizó en su momento la red terrorista Al Qaeda en Afganistán.
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