La primera fecha del calendario 2021 de la F1 confirmó la sensación de que Red Bull tiene el auto para acabar con la dinastía de Mercedes. El equipo austriaco lleva años distinguiéndose en el diseño de sus autos, muy capaces para tomar las curvas, pero sufrió de potencia. El asunto parece resuelto para Checo Pérez y Max Verstappen.
Todo se resolvió en seis meses, que fue el tiempo que le tomó a Honda reconstruir su Unidad de Potencia. “Cambiar la estructura de la PU (power unit) con solo seis meses hasta la prueba y la primera ronda fue algo increíblemente desafiante”, dijo Yasuki Asaki, jefe del departamento de desarrollo e investigación de la marca nipona a F1.com. “Pero gracias al arduo trabajo que todos pusieron pudimos realizar el desarrollo, corrimos bien en las pruebas y prepararnos para la primera ronda”.
Resulta que tanto la pretemporada como la primera carrera se realizaron en un circuito en el que la potencia del motor juega un factor determinante. En calificación Max Verstappen supo exprimir al máximo al RB16B y su planta de poder, y lograr la pole con cuatro décimas de diferencia respecto al Mercedes de Lewis Hamilton –que siempre tienen un extra de velocidad para las sesiones clasificatorias.
En carrera, Vestappen fue derrotado estratégicamente pues en pista los Mercedes nunca estuvieron cerca de rebasarlo, algo que Max casi logra al final de la competencia cuando atacó a Lewis para recuperar la primera posición. Por su parte, Checo Pérez, gracias a la velocidad en recta y en curva, pudo llegar quinto pese a iniciar desde el último lugar. “Explicamos que con el motor anterior no podríamos vencer a Mercedes, y que necesitaríamos el nuevo para hacerlo. Para ganar, necesitábamos implementar la nueva unidad de potencia y, por lo tanto, comenzamos a trabajar en ella”, irónicamente, en esas mismas fecha Honda anunció que no seguiría en F1 más allá de 2021. Red Bull tomará el trabajo de Honda para construir sus propios motores.
“Con la ayuda de Honda Motor tuvimos aportes sobre métodos de producción y pudimos producir ciertas piezas con tres veces la velocidad a la que normalmente lo haríamos y obtener las unidades necesarias para la primera carrera”. comentó Asaki.
“Entonces, si todo va bien, creemos que esto contribuirá a las capacidades de Red Bull. Y también es una señal del logro tecnológico casi milagroso que hemos podido lograr “.
Para generar más potencia, el departamento de Honda hizo aún más pequeño su bloque, haciéndolo también más eficiente en cuanto a combustión. “Cambiamos el paso del orificio reduciendo la distancia entre un orificio y el siguiente, por lo que hemos hecho que el motor sea cada vez más pequeño”, describió el japonés. Con el motor pequeño y más bajo, el centro de gravedad del auto mejoró, al igual que la distribución del peso, dando margen al equipo para diseñar un monoplaza que se ajustará a las sensibles modificaciones aerodinámicas de este año –un piso de terminación triangular, un difusor más pequeño.
“Tuvimos mucha cooperación de Red Bull, asegurándonos de que pudiéramos aprovechar al máximo este nuevo motor compacto”, agregó Asaki. “Esta fue la primera vez que cambiamos la estructura de la propia UP”.
El resultado no solo se reflejó en el rendimiento de Red Bull. AlphaTauri se apunta como un duro rival en la zona media. Yuki Tsunoda en su debut en F1 se anotó puntos y fue el tercero más rápido en el Speed Trap de la carrera; Pierr Gasly accedió a la Q3 calificando incluso mejor que los McLaren-Mercedes.
La pista de Imola no exigirá tanto el motor y probará más el diseño de los monoplazas, pero después de Baréin se puede aceptar que este año, Red Bull en verdad tendrán alas.
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