La salvadoreña Victoria Salazar, que murió en Tulum, México, tras ser sometida por policías en un caso que recordó al de George Floyd en Estados Unidos por la brutalidad de las autoridades, fue sepultada este domingo en un cementerio en la ciudad de Sonsonate, en el sureste de su natal El Salvador, en presencia de familiares y amigos cercanos.
El féretro con los restos mortales de Victoria fueron trasladados en un auto blanco desde una funeraria en Sonsonate, 66 kilómetros al suroeste de San Salvador, hasta un cementerio privado de La Generosa, en las afueras de la ciudad.
“Este día la familia le ha dado cristiana sepultura a Victoria, y al entierro han acudido amigos cercanos”, explicó a la agencia AFP un portavoz de la Casa Presidencial, cuyo gobierno del presidente Nayib Bukele brindó apoyo a la familia para repatriar, el sábado, el cuerpo de la mujer desde México.
La víctima, de 36 años, vivía en México desde hacía cinco años y murió el 27 de marzo tras ser sometida por policías en Tulum, un balneario del Caribe mexicano. Tenía dos hijas, de 15 y 16 años. El caso conmocionó a ambas naciones latinoamericanas.
Las ahora huérfanas fueron entregadas por las autoridades de la Procuraduría de Protección a Niños, Niñas, Adolescentes y la Familia del estado de Quintana Roo a la madre de la fallecida quien también ha regresado a su país.
“El embajador de México en El Salvador, Ricardo Cantú, recibió a la madre de la fallecida y a sus hijas en el aeropuerto de San Salvador y coordinó la entrega del cuerpo de Victoria Salazar a las autoridades salvadoreñas”, informaron desde la Cancillería mexicana.
Este domingo, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, tras lamentar en una rueda de prensa la muerte de Salazar, indicó que la misma debe mover a los gobiernos no solo de El Salvador sino de México y Estados Unidos a defender y respetar “los derechos de los migrantes”.
La Fiscalía del estado mexicano de Quintana Roo, donde se localiza Tulum, informó el sábado que los cuatro policías señalados por la muerte de Salazar, entre ellos una mujer, fueron acusados formalmente tras ser capturados el día de los hechos.
El juez a cargo del caso determinó que la fiscalía había presentado elementos suficientes para “comprobar la probable participación de los cuatro policías en el delito de feminicidio”, por lo que se les dictó prisión preventiva, señalaron las autoridades locales mexicanas en un comunicado.
La familia de la víctima ha pedido que su muerte no quede impune, y Bukele ha exigido justicia en este caso.
Apenas en las últimas horas, la Colectiva Feminista Tulum denunció en sus redes sociales que aparecieron pintas en el mural, las cuales fueron dedicadas al alcalde de Tulum, Victor Mas Tah y contra el partido de Morena.
“Repudiamos y denunciamos los daños ocasionados al mural efectuado en memoria de nuestra hermana Victoria Salazar, quien fuera asesinada a manos de agentes del Estado en el municipio de Tulum”, denunciaron las feministas en redes sociales.
“Éstos hechos dejan en evidencia la intención de confrontarnos y utilizar el movimiento que lucha por los derechos humanos de las mujeres, para hacer un posicionamiento de partidos políticos en un contexto electoral”.
El pasado 27 de marzo, cuatro policías sometieron a Victoria Salazar en Tulum y murió con la columna rota, luego de permanecer varios minutos con la rodilla de una de ellos en la espalda. Los oficiales argumentaron que la mujer fue detenida por alterar el orden, sin embargo, unas imágenes de poco antes del arresto revelaron que la salvadoreña solo había entrado a una Oxxo con un garrafón y había dado vueltas por la tienda.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó el homicidio de Victoria Esperanza Salazar. “Quisiera expresar mi pesar por un lamentable hecho ocurrido en Tulum, Quintana Roo, México. Una mujer, Victoria Esperanza Salazar, salvadoreña, fue sometida por la policía , por cuatro elementos de la policía de Tulum, fue brutalmente tratada y asesinada: es un hecho que nos llena de pena, de dolor y de vergüenza”, expresó el mandatario mexicano.
Decirle a sus familiares, a las mujeres salvadoreñas, a todos hombres y mujeres del mundo, que se van a castigar a los responsables, ya están en proceso de ser enjuiciados y no habrá impunidad
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