En días recientes estuvo en la mira de los medios de comunicación y de la sociedad en general José Ramón López Beltrán, hijo del presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues fue captado mientras vacacionaba en Aspen, Colorado, acompañado de su familia.
Este viaje, con el que celebró su cumpleaños, le costó severas críticas, pues el discurso de su padre siempre es el de la austeridad.
Ante esto, seguramente la gente se pregunta a qué se dedica el hijo del mandatario mexicano, que antes de que su padre llegara a la presidencia, fue coordinador de campaña de Delfina Gómez, quien fuera candidata al gobierno del Estado de México por el partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), y que fue derrotada por el ahora gobernador mexiquense Alfredo del Mazo Masa, perteneciente al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Tras la llegada de su padre a la presidencia, José Ramón dijo que no ocuparía cargos públicos.
Pero, ¿Entonces a qué se dedica el hijo de AMLO?
El hijo mayor de López Obrador, ahora con 40 años de edad, y padre del primer nieto del presidente, es empresario. Junto a sus hermanos Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán decidió comenzar a producir su propia marca de chocolates, llamada Chocolates Rocío. El nombre es en honor a su madre, la primer esposa del presidente, Rocío Beltrán, quien falleció en 2003, a los 43 años, tras luchar por varios años contra un padecimiento en el sistema inmunológico.
Según la descripción de la página oficial de Chocolates Rocío, esta es una empresa familiar dedicada a la transformación del cacao de forma artesanal, y su objetivo es crear un chocolate de alta calidad.
“Somos uno de los pocos fabricantes en el mundo que puede considerarse dentro de la familia de los chocolates “Tree to bar”. Esto significa que mantenemos un control durante todo el proceso; desde la plantación del cacao hasta la elaboración del chocolate, lo que nos permite cuidar la calidad en cada etapa para garantizar el mejor producto posible”, se lee en la descripción de la historia de la empresa.
En el sitio web, también se explica que luego de la cosecha, el cacao es fermentado y secado, para producirlo en chocolate dentro de su taller.
“Posterior a la cosecha, nuestro cacao es fermentado y secado, cuidando siempre obtener el mejor resultado posible para posteriormente ser enviado a la Ciudad de México y transformarlo en chocolate dentro de nuestro taller”, se lee en el sitio web.
“En este proceso no participan intermediarios, no compramos cacao, manteca de cacao ni pasta de cacao, nuestro chocolate es hecho con mucha dedicación desde el árbol hasta la barra”, señalan.
Mencionan que Chocolates Rocío es el amor de una madre que ya no se encuentra físicamente pero está presente en su formación moral y profesional.
“Rocío es el amor de una madre que ya no está físicamente pero que está presente en nuestra formación moral y profesional. Para nuestras plantas es esa lluvia tenue que, aunque no se nota, ayuda a su crecimiento y fecunda en ellas un cacao de calidad y único. En nuestro chocolate, significa la posibilidad de sumar en forma muy discreta, un momento de felicidad y energía que otorgue gran satisfacción en cada barra”, se lee en la página oficial.
La empresa chocolatera se dio a conocer públicamente en febrero de 2019. Tienen una tienda física en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la calle República de Guatemala.
A finales de 2019, los empresarios dieron a conocer que incursionarían en el mercado de las bebidas embriagantes y gaseosas, ambas fabricadas a base del cacao que se produce en su finca. Los productos, informaron, sería producidos en la finca El Rocío, ubicada en el municipio de Teapa, en Tabasco, lugar en donde también se producen los chocolates y propiedad de los hijos del jefe del Ejecutivo desde el año 2000. La finca también lleva ese nombre en honor a su madre.
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