El 10 de julio de 2011, un grupo de futbolistas mexicanos consiguió alzar uno de los trofeos más añorados por la afición, es decir, la Copa Mundial, aunque de la categoría sub-17. Entre las personalidades prometedoras destacó el nombre de Jonathan Espericueta, quien incluso fue acreedor del balón de plata en el torneo. A nueve años del logro, y lejos de las expectativas, Esperi señaló a Ricardo Ferretti como el responsable de su salida de Tigres y la Liga MX.
En una entrevista realizada por Pello Maldonado, el 25 de marzo, el jugador criticó la personalidad del Tuca en el banquillo. Además, señaló que la falta de oportunidades en partidos relevantes, así como el disgusto del director técnico de su modo de juego, terminaron por sepultar sus aspiraciones en el cuadro de San Nicolás de los Garza.
Miguel Garza, quien era presidente del club, fue cuestionado por Espericueta acerca de los pocos minutos que tenía en el terreno de juego. Como respuesta, el directivo le recomendó entablar una conversación con el Tuca para conocer sus razones. Así lo hizo el jugador, aunque, señaló, después de la plática fue borrado de los planes del brasileño. “A él no le gusta que lo cuestionen y que se acerquen mucho”, afirmó.
“Él era mi pareja de tenis balón. Un día le dije ‘quiero hablar con usted’. Me dijo ‘tienes técnica, tienes golpeo, tienes altura. Lo único que te voy a pedir es, a la defensiva, un poquito de sacrificio. Te voy a ayudar, vamos a trabajar y vamos a darle para buscar tu oportunidad’. Desde ese momento no volví a jugar tenis balón con él (...) Hablé con él y desde ese momento ya no fue mi pareja de tenis balón”, dijo.
Cinco días después, Antonio Sancho, quien es directivo en el equipo comandado por Ferretti, brindó una entrevista para la estación de radio RG. En ese espacio, cuestionó el nivel futbolístico, la iniciativa y el compromiso de Jonathan Espericueta en el terreno de juego. De igual forma, señaló que esos factores lo orillaron a no ser considerado por equipos de la Liga MX tras su salida de San Nicolás de los Garza.
“Espericueta se quedó. No evolucionó a más. Era ’10′ y si no tiene sacrificio se va quedando, la pegada no te alcanza. Tenía una calidad, una proyección y su ritmo no le dio para jugar en Primera División. Nunca destacó, se prestó a San Luis y Puebla y tampoco jugó allá. Se quedó, como le pasa a otros jugadores. No cambió su ritmo, su dinámica para la actualidad”, declaró.
Aunque no se refirió a las declaraciones del directivo, el futbolista de 26 años publicó un par de mensajes en su cuenta de Twitter. En uno de ellos se lee una risa. Además, en el segundo se lee “Para no quedar como el malo, siempre sacarás algo malo con tal de que el otro lo sea. Esta película ya la vi”, en la cuenta verificada de @Espericueta07.
Luego de arrebatarle el campeonato del mundo a Alemania en 2011, donde fue autor de un gol olímpico, Jonathan fue registrado en el primer equipo de Tigres. Aunque no disputó encuentros en el circuito de oro, fue constantemente considerado para las categorías inferiores. En 2014 fue cedido al equipo “B” del Villarreal en España. Sin embargo, su paso duró un año y volvió a Nuevo León. Debido a la inconsistencia en sus participaciones, salió del equipo en 2017 y se integró a San Luis. Un año después jugó para Puebla, donde permaneció dos años y fue puesto en la lista de jugadores transferibles.
A pesar de su corta edad, su futuro profesional en la primera división de México no tenía claridad. Por esa razón, el Club Deportivo Atlético Veracruz, de la Liga de Balompié Mexicano (LBM) lo fichó en agosto de 2020, donde espera poder recuperar el nivel que lo llevó a estar en la lista de los mejores jugadores juveniles del mundo.
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