“Me hinqué... me obligaron a firmar el perdón”: el calvario para recuperar el cuerpo de Leonardo, el niño muerto en un tobogán de Xenses

El padre del menor denunció que autoridades se negaron a entregarle el cuerpo de su hijo si no firmaba el perdón para la empresa Xcaret

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(Foto: Facebook/Catedral Basilica Menor)
(Foto: Facebook/Catedral Basilica Menor)

Lo que comenzó como un viaje para celebrar que habían superado el COVID-19, se convirtió en una tragedia para el cardiólogo Miguel Ángel Luna Calvo y su familia, luego de que Leonardo, su hijo, de 13 años, falleciera tras ser succionado por uno de los filtros de agua en el parque Xenses de Grupo Xcaret, lo que le provocó severas lesiones que provocaron su muerte.

El padre de Leonardo negó que la muerte de su hijo fuera un error humano y dijo que fue una total negligencia que costó la vida de uno de sus hijos.

La familia, originaria de Durango, había realizado el viaje a la Riviera Maya como parte de una celebración de vida, pues Luna Calvo enfermó de COVID-19 en enero y contagió a toda su familia, conformada por su esposa, una menor de 11 años, Leonardo de 13, y dos jóvenes de 18 y 20 años.

Una vez que fueron dados de alta de la enfermedad, pensaron en regalarse el viaje, no sin antes hacerse una última prueba para asegurarse que ya no estaban contagiados y no representaban ningún riesgo para los demás vacacionistas.

(Captura de pantalla: Twitter)
(Captura de pantalla: Twitter)

El sábado 27 de marzo, la familia visitó el Parque Xenses, que junto con el Parque Xcaret, Xel-Ha, Xplor, Xoximilco y el tour Xenotes, componen la oferta del Grupo Xcaret.

El cardiólogo narró a El Universal que en un momento perdió de vista a Leonardo, pero debido a que era muy bromista, pensaron que se trataba de un juego, hasta que fue a buscarlo y notó la succión, que estuvo a punto de jalarlo también a él.

“Como era muy bromista, hasta pensamos que estaba jugando. Cuando fui a buscarlo me di cuenta que había una succión y me jaló; casi me ahogo también. Tuve que buscar a mi hijo, hasta que lo encontré y lo saqué. Le di reanimación. Fueron unos paramédicos del parque que no tienen ni un equipo de nada. Llegó una ambulancia también con poca capacidad de equipo.

“Yo estuve dando reanimación de boca a boca, supresiones y compresiones en su pechito. Se llevó a un hospital y estuvo casi un día ahí. Y falleció el domingo a las 11:50 (horas) y ya después todo el problema en la Fiscalía, en donde estuve más de seis horas”, dijo el médico en la entrevista.

El padre de Leonardo tuvo que pedir la intervención del gobernador de Durango, José Rosas Aispuro. Foto: Tomada de Facebook
El padre de Leonardo tuvo que pedir la intervención del gobernador de Durango, José Rosas Aispuro. Foto: Tomada de Facebook

Luna Calvo tuvo que acudir al gobernador de Durango, José Rosas Aispuro para que le concedieran la dispensa de la necropsia, pues su esposa no quería que lastimaran más el cuerpo de su hijo.

El médico narró que él no tenía intenciones de iniciar ninguna acción legal, pues tanto él como su esposa, no son personas rencorosas. Tras la muerte de su hijo, la empresa le condicionó el entregarle el cuerpo de su hijo a cambio del perdón y la resistencia a tomarle la declaración.

“Me hinqué. Tuve que hincarme yo, ante la abogada y llorar para que me permitiera hacer una relatoría de hechos. Me hinqué y lloré”, dijo en entrevista al medio, y mencionó que, además, el vice fiscal se negó a entregarle el cuerpo de su hijo, si no firmaba el perdón a la empresa. Luna Calvo relató que el domingo estuvo seis horas en la vice fiscalía. “El domingo 28 de marzo me tuvieron seis horas en la vice fiscalía. Mi esposa estaba tan mal, que solicité la dispensa para hacerle la necropsia a mi hijo; ella ya no quería que lo lastimaran más.

“Luego me obligaron a firmar el perdón. Yo hablé con el vice fiscal y me dijo ‘tengo la instrucción de no darte el cuerpo, si no firmas el perdón’. Y firmé”, sostuvo.

Posteriormente, se iniciaron los trámites con la funeraria, y el gobernador Aispuro Torres envió un avión para recoger a la familia el lunes por la mañana, y así devolverlos a Durango.

Ya estando en su hogar, la idea de no proceder legalmente cambió, pues ahora hay dos abogados, uno en Cancún y uno en la Ciudad de México viendo el caso.

El miércoles se realizó una misa de cuerpo presente del menor, y su padre declaró que al llegar el féretro, no pudo resistir y se puso a llorar, y le dijo a su esposa que debían hacer algo.

“No fue un error humano. Fue una total negligencia. Es una trampa mortal eso. Antes no me morí yo también, al intentar salvar a mi hijo. Soy víctima doble, perdí a mi hijo y pude morir. Fue una negligencia.

“La empresa sí estuvo ahí con nosotros, pero mi esposa no quería nada de ellos. Yo activé mi seguro de gastos médicos inmediatamente y cuando quise pagar ya no me dejaron, estaba todo cubierto. Pero yo nunca pedí de ellos, ni autoricé que pagaran”, declaró el cardiólogo, al señalar al periódico que no busca dinero, sino que se haga justicia.

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