Osiris Jiménez Matus, aspirante por Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la alcaldía de Santa María Xadani, en Oaxaca, fue señalado por violencia familiar.
La esposa de Jiménez Matus, Beliavit Guerra López, presentó una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia (FGJ), donde lo acusó de agresiones, golpes, amenazas e incluso actos de discriminación por hablar ella zapoteco en lugar de español, según el diario Milenio.
Angélica Ayala Ortiz, presidenta del Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” (GESMujer), le exigió a Salomón Jara, delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, una postura clara sobre la candidatura de Osiris Jiménez.
Criticó a Jara Cruz por ser originario de Oaxaca y no hacer valer desde su posición de poder el derecho que tienen todas mujeres a vivir libres de violencia, sino todo lo contrario.
También se dijo preocupada por la integridad de Beliabit Guerra, quien desde hace 20 años ha sufrido violencia por parte de Jiménez Matus, detalló.
“La señora Beliavit ha tenido que desplazarse desde su comunidad, recorriendo instancias de gobierno para solicitar su apoyo con la denuncia por violencia familiar, y orientación para evitar ser despojada legalmente de lo que en los hechos ya ha sido”, expresó.
Explicó que Beliavit ya acudió a tres instituciones con la esperanza de que le hagan valer sus derechos: la Secretaría de las Mujeres, la Fiscalía Especializada por razón de género y la Defensoría de Derechos Humanos.
Sin embargo, dijo que lamentablemente este caso ejemplifica todas aquellas mujeres que han sido víctimas de violencia familiar, pues a pesar de los constantes intentos de Beliavit por hacer justicia, hasta ahora solo ha recibido una llamada telefónica desde Oaxaca en la que le preguntaron si “estaba bien”.
“Si utilizando todo su poder y el respaldo de un partido político, el señor Osiris Jiménez llega a la presidencia municipal de Santa María Xadani, ¿cómo será la vida de las mujeres y las niñas? ¿quién atenderá los elevados niveles de violencia de género y violencia feminicida que existe en el Istmo?”, sentenció Ayala Ortiz.
“Toda la maquinaria de poder político está en marcha, afirman asumir las consecuencias de sus decisiones, así que las mujeres tendremos que seguir avanzando a contracorriente, exigiendo un alto a las violencias en las casas, en las escuelas, en los centros laborales, en las comunidades y en las calles. Y en las urnas seguiremos exigiendo: ¡ningún agresor de mujeres al poder!”.
En enero pasado, Ayala Ortiz dijo que casi 400 mujeres habían sido asesinadas en Oaxaca durante el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, actual gobernador de la entidad.
Según los registros hemerográficos de la organización, los feminicidios ocurridos del 1 de diciembre de 2016 al 27 de enero de 2020 se han concentrado en las regiones del Istmo, Valles Centrales y Papaloapan. En 2019 el 61% de los casos se concentraron ahí.
Sobre el perfil de las mujeres asesinadas, 45% eran personas de entre 16 y 44 años de edad y al menos 66% eran mujeres en etapa productiva, dedicadas al hogar, estudiantes, maestras, comerciantes, enfermeras, meseras o agricultoras. El 3% de los asesinatos violetos fueron niñas menores de 15 años y en 92% de los casos se desconocía al o los agresores, por lo que se tuvo que iniciar una carpeta de investigación, en la que no siempre se trató el caso como feminicidio.
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