Cuaresma en México: miles desafían al COVID-19 para saborear mariscos

Desde el 18 de febrero se instaló en el mercado un puesto de pruebas rápidas para covid-19 y desde entonces se han hecho más de 1,000 pruebas a locatarios y clientes

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Cientos de personas recorren hoy
Cientos de personas recorren hoy el nuevo mercado La Viga a pesar de la pandemia covid-19 (Foto: EFE)

El mercado de pescado y marisco más grande de América Latina, La Viga de la Ciudad de México, recibe estos días una nueva ola de clientes en Cuaresma buscando las mejores ofertas mientras esquivan la covid-19 con las nuevas medidas sanitarias implementadas por el recinto.

Es Semana Santa y en este lugar cientos de locatarios tienen la esperanza de que este año las ventas aumenten en comparación con el año pasado, aunque lo cierto es que no hay tantos consumidores como de costumbre en estas fechas.

“Mucha gente ya ve que hay aglomeración o que ponen muchas trabas para pasar y ya no esperan y se regresan”, dice a Efe Lourdes Guzmán, una vendedora de este mercado.

Para ella, la contingencia sanitaria por la covid-19 ha sido una traba para mejorar sus ventas, las cuales considera han disminuido un 50% respecto a otros años, cuando no había pandemia.

Personas trabajan hoy en el
Personas trabajan hoy en el nuevo mercado La Viga (Foto: EFE)

“Está difícil porque por la contingencia que hay, mucha gente se espanta”, asegura.

En medio de una temida tercera ola de contagios, las autoridades esperan que para este año la afluencia sea de unas 8,000 personas diarias, un poco menos de las 10,000 que comúnmente convergen en estos días.

México suma al momento más de 2.2 millones de contagios y 201,826 decesos por coronavirus. Es el tercer país del mundo, después de Estados Unidos y Brasil, por números absolutos de fallecidos.

LECCIONES APRENDIDAS

El mercado de pescado y
El mercado de pescado y marisco más grande de América Latina, La Viga de la Ciudad de México, recibe estos días una nueva ola de clientes en Cuaresma buscando las mejores ofertas mientras esquivan la covid con las nuevas medidas sanitarias implementadas por el recinto. (Foto: EFE)

Quienes saben de la cantidad de personas que acuden cada año en la semana de Cuaresma, reconocen que este año es atípico, pues por los pasillos no se ven aglomeraciones como las que ocurrían antes de la pandemia.

“Está tranquilo porque desde temprano cerraron muchas calles aledañas a la central de pescados y mariscos”, afirma Lourdes.

Y es que las autoridades de la capital, foco rojo de la pandemia en el país, tomaron medidas para hacer que las personas visiten el lugar de manera segura luego de que hace un año se registraron sonadas aglomeraciones.

“El año pasado considerábamos que la gente iba a quedar retraída y no iba a salir de la manera en la que salió a hacer compras”, reconoce a Efe Gabriel Leyva Martínez, director general de abasto de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México.

El mercado de pescado y
El mercado de pescado y marisco más grande de América Latina, La Viga de la Ciudad de México, recibe estos días una nueva ola de clientes en Cuaresma buscando las mejores ofertas mientras esquivan la covid con las nuevas medidas sanitarias implementadas por el recinto. (Foto: EFE)

Este año implementaron un operativo de dos fases, la primera que inició en febrero de este año, para sensibilizar a los locatarios sobre las medidas a tomar durante la pandemia.

Mientras que la segunda fase inició este martes a primerísima hora, donde más de 200 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana buscan garantizar que todos aquellos que acudan al mercado entren de manera ordenada, les tomen la temperatura y porten cubrebocas.

“Que no vengan familias completas y no vengan menores de edad. Para sí evitar una situación que vivimos el año pasado”, dice el funcionario.

CON MIEDO PERO ACUDEN A COMPRAR

Este año implementaron un operativo
Este año implementaron un operativo de dos fases, la primera que inició en febrero de este año, para sensibilizar a los locatarios sobre las medidas a tomar durante la pandemia. (Foto: EFE)

Laura es una compradora asidua a este mercado que ofrece una inmensa variedad de pescados. Mientras recorre los pasillos resbalosos debido al hielo descongelado, asegura que pese al miedo que le da a acudir a un mercado como este, prefiere comprar aquí, porque es más barato y hay mayor variedad.

“Si me dio un poco (de miedo, pero) traemos mucho gel y nos desinfectamos antes de venir”, afirma.

Aunque dice no ser religiosa, este martes salió a comprar los ingredientes para preparar unos camarones empanizados, aguachile y cóctel de mariscos.

Pese a las fechas, dice, no hay más gente de lo que puede percibir en otros días.

Desde el 18 de febrero
Desde el 18 de febrero se instaló en el mercado un puesto de pruebas rápidas para covid-19 y desde entonces se han hecho más de 1,000 pruebas a locatarios y clientes. (Foto: EFE)

Erika Moreno es una comerciante que lleva varias décadas vendiendo pescados en el mercado, aunque acepta que es pronto para saber si las ventas serán mejores este año.

“Nuestras ventas generalmente incrementan un 50% en estas fechas. Yo creo que será un buen año, gracias a Dios estamos aquí y podemos vender”, afirma. Y comenta que hasta el momento no se ha presentado ningún caso del covid-19 en el mercado.

Refiere que el Gobierno capitalino les ha asesorado para cuidar a los clientes “tener las medidas necesarias para que no haya contagios”.

Desde el 18 de febrero se instaló en el mercado un puesto de pruebas rápidas para covid-19 y desde entonces se han hecho más de 1,000 pruebas a locatarios y clientes.

(Foto: EFE)
(Foto: EFE)

“Sumarnos para poder garantizar que esta Cuaresma 2021 sea segura para visitantes que acuden a hacer tradicionales compras”, indica.

Gilberto Cisneros ha venido también a hacer sus compras para este fin de semana. Aunque acepta que tardó una media hora para entrar con su automóvil debido a la kilométrica fila que se hizo desde la madrugada, ya lleva en su bolsa mariscos, mojarras, camarones y jaibas.

Para él, que no ha olvidado su cubrebocas ni su gel antibacterial, hay demasiada afluencia de gente en el lugar, aunque en los pasillos todavía se puede guardar la distancia recomendada.

Se queja, no obstante, del alza de precios. “Está caro, siempre en estas fechas le suben bastante (al precio). Es más caro, pero más barato que ir a comer a un restaurante”, afirma mientras termina sus últimas compras.

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