El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) está extorsionando, secuestrando y asesinando a personas de negocios y hoteles, en la joya turística de Puerto Vallarta, Jalisco (al oeste de México).
El año pasado, la entidad tapatía se estremeció con una inaudita ola de sangre que comenzó el “levantón” de un grupo de turistas originarios de Guanajuato y alcanzó su punto culminante con el asesinato del ex gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
Hombres armados sorprendieron el restaurante-bar Distrito 5, ubicado en el boulevard principal de Puerto Vallarta, donde el ex mandatario se había reunido con tres personas. Ahí sufrió una agresión directa por la espalda.
Las autoridades creen que al menos dos personas lo siguieron hasta el sanitario, y que muy probablemente una de estas era mujer.
La forma en que se realizó la ejecución, con el nivel de riesgo que implicó para los autores materiales sombreó la presencia del CJNG, la organización criminal más poderosa de México. La plaza de la joya turística es controlada por Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán, alias el Sapo y/o Rey Sapo, un capo poderoso pero de bajo perfil, que se ha convertido en objetivo prioritario del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con informes de inteligencia, este hombre de 34 años, es un narcotraficante oriundo de Michoacán y hermano del Güero Abundio (Abundio Mendoza Gaytán), quien fue líder regional del CJNG hasta su aprehensión en enero de 2012.
Mendoza Gaytán dirige el Cártel Jalisco al menos desde 2015 y ha logrado expandirlo a varias entidades y ciudades de México. Es el responsable de conquistar regiones para Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder absoluto de la organización criminal, y encargado de las relaciones políticas del cártel.
En Guanajuato, al centro de México, diseñó la ofensiva contra José Antonio Yépez, el Marro, fundador del Cártel de Santa Rosa de Lima. En la capital mexicana, pactó una alianza entre el CJNG y el grupo criminal la Anti-Unión Tepito para apropiarse de los negocios delictivos de la metrópoli.
Tan presente como ausente
El Sapo vive como un fantasma: tan presente como ausente. Se han filtrado algunas fotografías suyas, presuntos audios de su voz donde da órdenes a sicarios, pero una de las pocas certezas sobre él es que sigue libre. Su aprehensión ―según aseguró uno de los funcionarios a la caza del capo al medio Emeequis― es prioridad para las autoridades ya que podrían obtener información necesaria para atacar los puntos débiles del CJNG.
Entre su círculo cercano se encuentra su esposa, Liliana Rosas Camba, señalada por la OFAC de lavar ganancias del CJNG procedentes del narcotráfico, y un colombiano identificado como “C” quien, ―de acuerdo con investigaciones― sería el enlace del CJNG en Sudamérica, y el responsable de entrenar al escuadrón de guardespaldas del Mencho.
En 2015, cuando Rubén Oseguera González, hijo mayor del líder del CJNG, fue capturado en México, el poder del Sapo tuvo un crecimiento sostenido. Cinco años después, su liderazgo se afianzó con la detención de la hija del Mencho, Jessica Johanna Oseguera González, quien recientemente se declaró culpable en EEUU de operaciones ilícitas relacionadas al cártel.
El nuevo heredero
Con dos de sus hijos presos en Estados Unidos y ante las versiones de que enfrenta un padecimiento renal, el futuro de Nemesio Oseguera Cervantes el “Mencho” al frente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es incierto.
Según los informes federales, Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán podría convertirse en el sucesor del cabecilla criminal.
Este hombre es conocido en el hampa como el Sapo, uno de los miembros principales del CJNG y el segundo al mando. Controla la plaza o esfera de influencia de Puerto Vallarta, Jalisco, uno de los principales bastiones de la organización criminal. El área controlada por el capo es clave para la organización debido a que se trata de su bastión financiero. Además, fue jefe regional de la organización en los estados de Tabasco y Veracruz.
En 2019 la OFAC designó bajo la Ley Kingpin a Mendoza Gaytán, responsable de secuestros y numerosos asesinatos a nombre del CJNG. Su esposa Liliana Rosas Camba también fue señalada por lavar las ganancias del CJNG procedentes del narcotráfico.
Con él al frente, el CJNG ha arrastrado al país a su etapa de mayor violencia en épocas recientes mientras extendía su poder.
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