El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, advirtió que el caso de Victoria, la mujer salvadoreña que falleció en manos de policías de Tulum (Quintana Roo) quienes la sometieron sin justificación hasta matarla, es mucho peor de lo que se sabe, que deben imputarse más delitos, además del de homicidio, y que hay más personas involucradas, así como más víctimas.
El mandatario salvadoreño no dejó claro con qué información respaldaba tales declaraciones, indicando que aún no podía dar más datos de este caso, aunque sí insistió en su reclamo al gobierno mexicano para que se haga justicia.
“El caso de Victoria es MUCHO PEOR de lo que pensábamos. Aún no podemos dar más información, pero el drama humano se extiende mucho más y deben haber varios cargos de misoginia y agresión (aparte del asesinato). Daremos seguimiento a este caso, hasta que se haga JUSTICIA”, escribió a través de su cuenta de Twitter. “Hay más agresores en este caso, también más víctimas. No todos los culpables están arrestados, aún”.
Antes estos señalamientos, este martes en su habitual conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo desconocer basado en qué información su homólogo de El Salvador hizo tales afirmaciones. En misma línea se expresó el canciller mexicano Marcelo Ebrard quien se limitó a señalar que al gobierno salvadoreño se le comparte la información que va obteniendo la Fiscalía de Quintana Roo.
Victoria Salazar, de 36 años y en México en calidad de refugiada desde 2018, fue detenida por supuestamente alterar el orden público. Vídeos y fotografías que han circulado por redes sociales muestran a cuatro agentes cuando la detienen y la tiran al suelo. Una vez allí, uno de ellos la inmovilizó colocando la rodilla sobre su espalda, hasta que murió por asfixia.
Tras practicarle una necropsia, la Fiscalía de Quintana Roo informó la víspera sus primera conclusiones:
–Peritos del Servicio Médico Forense de la Fiscalía General del Estado, después de cumplir con el protocolo médico legal y la práctica de la necropsia a la víctima antes mencionada, concluyeron que se identificó una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra, lo que provocó la pérdida de la vida de la víctima.
–Las lesiones referidas, de acuerdo a los dictámenes en materia de criminalística, medicina forense y al material videográfico, que forman parte de la carpeta de investigación, son compatibles y coinciden con las maniobras de sometimiento que se le aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención y antes de fallecer.
–La técnica policial de control corporal aplicada y el nivel de fuerza utilizado, se realizó de manera desproporcionada, inmoderada y con un alto riesgo para la vida, ya que no fue acorde con la resistencia de la víctima lo que ocasionó una desaceleración con rotación del cuello, violándose con ello lo establecido en la Ley Nacional sobre el uso de la fuerza.
Con estas evidencias se ejerció acción penal en contra de los cuatro policías locales que la violentaron de manera brutal –una mujer y tres hombres– por delito de feminicidio y este mismo lunes fueron trasladados a los Centros de Retención correspondientes.
La tarde de este sábado 27 de marzo, en el municipio Tulum, Victoria transitaba por la avenida La Selva cuando fue abordada y sometida con brutalidad por parte de cuatro policías estatales.
Los elementos en un principio argumentaron que la habían detenido por alterar el orden público. Sin embargo, cámaras de seguridad de una tienda de autoconsumo mostraron que Salazar entró a ese negocio con un garrafón vacío en la mano. Se movió por los pasillos, mientras lo balanceaba de un lado a otro y, aunque los presentes la miraban y se alejaban de ella, en las imágenes no hay evidencia de que la mujer alterara el orden público.
De acuerdo con Milenio, las acciones de Salazar con el garrafón habrían hecho que alguien llamara a las autoridades, quienes terminaron con la vida de la salvadoreña.
Mientras que en las imágenes del momento de su detención, que enseguida se difundieron en redes sociales, se observa cómo los elementos la tiraron al suelo y, como ya lo confirmó la autopsia, aplicaron exceso de fuerza injustificado sobre la víctima, quien ni siquiera había puesto resistencia, en ningún momento.
Lo que sí se se escuchaban eran los gritos de la detenida que reclamaba que no podía respirar, debido al peso que uno de los policías le ejercía con la rodilla en el área del cuello. Momentos después, la mujer ya no se movía y tampoco se le escuchaba gritar: le habían quebrado ya la columna y había fallecido.
La madre de Victoria, Rosibel Emérita Arriaza, dijo a Amnistía Internacional que los agentes de Tulum “torturaron” a su hija, “en pocas palabras”. “Ahí se oye cuando ella grita. Yo creo que fueron los últimos gritos cuando le quebraron el cuello y le quebraron muchas costillas. Yo pienso que como seres humanos nadie merece esta muerte”, ha lamentado.
”Yo como madre sé que mi hija no la voy a recuperar, solamente me quedaré con los recuerdos de mi hija. Lo que pido es una justicia real, donde investiguen exactamente todo lo que pasó en este abuso de la autoridad que hicieron estas cuatro personas que caiga todo el peso de la ley sobre estas personas”, ha reclamado, pidiendo que México se “responsabilice como Estado”, porque “esto fue un caso parecido a lo que pasó en Estado Unidos con (George) Floyd”.
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