Por una falta administrativa —beber en la vía pública— cinco policías detuvieron a Victoria Esperanza Salazar el pasado fin de semana en Tulum, Quintana Roo, y la sometieron de manera tan desproporcionada en el piso que terminaron provocándole fracturas en la columna y el cuello, e inevitablemente la muerte.
La mujer, originaria del Salvador, murió en la parte trasera de una camioneta tipo pick-up cuando era trasladada a una agencia del Ministerio Público, según los policías involucrados. La falta que cometió solo ameritaba una presentación ante un juez cívico.
Según los reportes de la Fiscalía de Justicia de Quintana Roo, los agentes involucrados en el caso son cuatro hombres y una mujer. Tres son policías viales y los otros dos municipales.
Los elementos fueron identificados como Miguel ángel C, de 34 años y Raúl L, de 35, ambos originarios de Valladolid Yucatán; Erasmo P, de 35 años, originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y Alejandro C, de 38 años, originario Petcacab, Quintana Roo.
La mujer policía que colocó su rodilla sobre la detenida es Verónica V, de 42 años, originaria de Mérida, Yucatán.
Así mismo, el director de la policía de Tulum, Nesguer Vicencio Méndez, fue destituido de su cargo, informó en conferencia de prensa Lucio Hernández, secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo.
En las imágenes, que enseguida se difundieron en redes sociales, se observa cómo los elementos la tiraron al suelo y, como ya lo confirmó la autopsia, aplicaron exceso de fuerza injustificado sobre la víctima, quien ni siquiera había puesto resistencia en ningún momento. Lo que sí se se escuchaban eran los gritos de la detenida que reclamaba que no podía respirar.
Rosibel Arriaza, madre de la migrante salvadoreña, pidió justicia por el crimen tras el reconocimiento de su cadáver por medio de fotografías este lunes.
“Siento indignación, me siento impotente, me siento frustrada. Yo hubiera querido estar ahí, como madre, pero no. Uno no puede estar en todos los lugares” y ella “no merecía esa muerte”, porque “fue un abuso de autoridad”, dijo a la prensa.
Recalcó que su hija “ha sido cruelmente ajusticiada por policías en Quintana Roo, México”, por lo que “yo pido justicia para mi hija, porque realmente no veo yo una causa justificada” y “pienso que los seres humanos tenemos derecho a la vida, independientemente de lo que haya sucedido en ese momento”.
Señaló que “en el área moral estaría más que satisfecha que esos señores pagaran”.
Indicó que este crimen dejó en la orfandad a dos adolescentes de 15 y 16 años de edad en México y que “el caso de mi hija lo están comparando con el caso de (George) Floyd, en Estados Unidos”, que generó el movimiento Black Lives Matter.
Rosibel Arriaza relató que su hija vivía en México, donde trabajaba en el área de limpieza de hoteles, desde hace unos cinco años y que viajó en la búsqueda de mejores condiciones de vida, dado que era “madre soltera”.
La familia de Salazar Arriaza llegó este lunes a la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores salvadoreño para reconocer mediante fotografías el cadáver. La madre de la víctima sostuvo que en el área de Derechos Humanos de la Cancillería les indicaron que “sí nos pueden ayudar a llegar hasta allá (México)” para encontrarse con sus nietas.
Indicó que “supuestamente una niña ya está en custodia del DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia)”, mientras que la otra no, porque “siente temor de la Policía” y “piensa que la Policía le puede hacer algo”.
El Gobierno de El Salvador condenó mediante un comunicado “las acciones que provocaron la muerte de la compatriota” e informó que “se mantiene en comunicación con las autoridades mexicanas con miras a que se siga con celeridad las investigaciones pertinentes y se determine las responsabilidades para aplicar todo el peso de la ley”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, por su parte, lamentó el homicidio de Victoria Esperanza a manos de los oficiales:
“Quisiera expresar mi pesar por un lamentable hecho ocurrido antier en Tulum, Quintana Roo, México; una mujer, Victoria Esperanza Salazar, salvadoreña, fue sometida por la policía, por 4 elementos de la policía de Tulum, de Quintana Roo, fue brutalmente tratada y asesinada; es un hecho que nos llena de pena , de dolor y de vergüenza”, expresó el mandatario mexicano.
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