Si usas las aplicaciones de tu banco para realizar cualquier tipo de transferencia, o hacer uso de otros servicios financieros disponibles en ella, te habrás dado cuenta: desde el martes pasado, los bancos estarán obligados a solicitar la geolocalización en tiempo real de sus usuarios para poder acceder a estas funciones.
Sin embargo, esta acción sólo podrá activarse si el cliente otorga su permiso y realizar las actualizaciones y aceptar los permisos pertinentes para utilizar los servicios de cada institución bancaria. Las apps ya te habrán consultado en los últimos días sobre esta nueva característica.
Pero, ¿por qué se implementó esta medida? ¿Qué tan riesgosa es? Infobae México consulto a Adrián Sánchez, Director de Cumplimiento de Delitos Financieros, América Latina y el Caribe de Lexis Nexis Risk Solutions, empresa líder en el suministro de información esencial para ayudar a los clientes en la industria y el gobierno a evaluar, predecir y gestionar el riesgo.
Cuestionado sobre los riesgos que el uso de la geolocalización podría traer para los usuarios de la banca electrónica, el experto señaló que “nunca podemos descartar posibles riesgos”. “Pero no veo muchos riesgos desde mi punto de vista y si más beneficios. Ya que, al facilitar esta información a los bancos, puede ayudarles a combatir potenciales casos de fraude como el robo de identidad o la suplantación de identidad”, completó.
Supongamos que alguien quiere entrar a tu banca electrónica desde otro país, por sí solo no sería algo tan fuera de lo común, pero si al mismo tiempo el banco se da cuenta que estás realizando transacciones en México, lo menos que pasaría es que generaría una alerta para que el banco validara si realmente eres tú
Adrián Sánchez recordó que la finalidad de la medida no es arbitraria. “En este caso es para dar cumplimiento a los actuales requerimientos legales, incluyendo los que forman parte de la reforma del articulo 115 de la Ley de Instituciones de Crédito. Que al final del día lo que buscan es combatir el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo”, remarcó.
Y es que el directivo aseguró que es indiscutible que una de las consecuencias de la pandemia de COVID-19 ha sido la aceleración de algo que inclusive antes ya veíamos, pero a menor velocidad, que es el uso de los canales digitales para acceder a los servicios financieros y sobre las diferentes transacciones que estos incluyen.
“De la mano con esto, también vemos nuevos riegos y nuevas maneras de cometer (sobre todo) delitos financieros como los fraudes y el lavado de dinero, entre otros”, agregó. En este caso, los bancos tienen que comenzar a incorporar dentro de sus diferentes controles, el conocimiento de sus clientes desde la perspectiva digital y aquí la identidad digital de los clientes juega un papel muy importante.
“El tema de la geolocalización es un buen primer paso desde mi punto de vista para que los bancos comiencen a incorporar en sus análisis de riesgo atributos digitales que les permitirán conocer mejor a sus clientes ahora que tendrán cada vez menos interacción cara a cara”, resaltó.
Adrián Sánchez reconoció que el simple hecho de recolectarla como tal no les representaría un beneficio, pero si lo sería si esa información se incorpora como parte del perfil del cliente y se utilizara como parte del proceso de conocimiento del cliente y de debida diligencia para identificar posibles riesgos por parte del cliente como tal y de las operaciones que realiza.
Al final del día, ahondó, la geolocalización es un proceso de triangulación que puede identificar la ubicación de uno de estos dispositivos triangulando información de torres o antenas de celular, redes de wifi o a través de posicionamiento satelital. “En términos simples, la geolocalización es la ubicación física real de algo o alguien que se obtiene a través del uso de tecnología que analiza información proveniente generalmente de una computadora o un dispositivo móvil”, añadió.
Por último, el directivo de Lexis Nexis Risk Solutions no descartó que el uso de la geolocalización por parte de los bancos pueda provocar demandas de amparo contra la medida, pero dijo que “cada cliente decide si comparte o no su geolocalización”.
“La comunicación clara del banco a sus clientes es fundamental para que éstos entiendan que la geolocalización posibilita protección adicional para que el cliente no sufra perjuicios por fraude, es decir, que es una herramienta que cuando se utiliza correctamente resulta finalmente en un beneficio al cliente”, expresó.
Lo que pienso podría generar posibles amparos sería el negarles el acceso a su banca en línea si la geolocalización no es compartida, pero esto es una decisión que debe tomar cada banco basado en la seguridad de los sistemas y la evaluación de todos los factores de riesgo
Por último, luego de que el Instituto de Transparencia recomendara a las instituciones bancarias extremar precauciones para el uso de la geolocalización de sus clientes, Adrián Sánchez recordó que los bancos deben contar con las medidas de seguridad para que estos datos no sean vulnerados por terceros. “Además de todo, recordemos que no estaríamos compartiendo nuestra ubicación en tiempo real, si no solo en el momento del acceso a la banca en línea”, concluyó.
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