La definición de candidaturas rumbo a la jornada electoral del próximo 6 de junio amaga la vida interna de Morena, ya que aspirantes excluidos del proceso impugnaron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) las resoluciones del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena sobre los abanderados a las gubernaturas y la convocatoria para elegir a los que contenderán por las diputaciones federales.
En el partido de MORENA no hay consenso entre aspirantes y la dirigencia en el reparto de candidaturas. Morena, en su proceso interno, ha generado una serie de inconformidades y protestas por parte de militantes, que incluso ha llegado a la violencia, como romper vidrios en las instalaciones partidistas nacionales y locales. Son al menos nueve estados donde los afectados presentaron impugnaciones ante los tribunales electorales.
En enero, Mario Delgado, Presidente Nacional de Morena, e Indira Vizcaíno Silva, precandidata a la gubernatura de Colima, tuvieron que salir corriendo pues fueron atacados a huevazos cuando salían de la sede estatal del partido.
En entidades como Puebla, Chihuahua, Tabasco, Tamaulipas, Jalisco, San Luis Potosí, Querétaro, Campeche y Nuevo León, entre otros, la fractura entre los morenistas elevó el tono, e incluso se presentaron denuncias penales.
La dirigencia de Morena, a decir de cientos de morenistas dejados de lado en el proceso de selección interno, impuso candidatos a regidores, presidentes municipales, diputados locales y federales y gobernadores. La dirigencia ha actuado, cuando menos, de formas opacas al negarse a mostrar las herramientas que dicen que se hicieron para tomar las decisiones que a la postre significaron a varios impresentables que hoy nos representan.
Los inconformes se manifestaron en todo el país en contra del proceso dentro de Morena para definir a los precandidatos, basado principalmente en estudios demoscópicos. Los recursos interpuestos ante la Sala Superior del Tribunal Electoral refieren la inconformidad en el proceso que se siguió al interior del instituto político para definir a los precandidatos de Morena en dichos estados, el cual se basó principalmente en los resultados de encuestas.
En tanto, en las impugnaciones a la convocatoria para las diputaciones también se cuestiona la omisión de celebrar la insaculación mediante la cual se determinen los distritos que serán asignados a candidatos externos.
Así, los fundadores del partido fueron dejados de lado, al tiempo que miles de jóvenes, con ideas frescas, fueros sustituidos, en algunos casos graves, por candidatos provenientes de otros partidos como el PAN y el PRI, que además ya habían perdido por el mismo cargo por el que hoy contienden.
Morena ganará esta elección en la mayoría de los escenarios, es un hecho, se ganará la mayoría de los cargos municipales y estatales; la mayoría en las cámaras legislativas locales y federal; se ganará un importante numero de gubernaturas. Sin embargo, Morena parece estar entregando los objetivos del Movimiento de Regeneración Nacional a la lógica electoral y la división entre los bendecidos desde arriba y los morenistas de a pie.
Ganar a cómo dé lugar. Y para esto cuentan con el arrastre de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador y el trabajo de la Cuarta Transformación. Sin embargo, están dinamitando las bases y las ideologías que dieron origen a Morena y no siempre contaremos con la presencia carismática de López Obrador.
Podemos estar cimentando la derrota del futuro. Quizá aún podamos salvar el proyecto de la 4T, pero para ello tenemos que hacer realidad el No Mentir, No Robar y No Traicionar al Pueblo.
El tiempo lo dirá.
*Senador de la República por el Estado de Zacatecas, en representación del partido Morena
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