Entre los empresarios más ricos de México, se encuentra la destacada participación de una mujer que ha demostrado ser capaz de realzar a su género y demostrar que ellas también son exitosas en el ramo de las finanzas. Hablamos de María Asunción Aramburuzabala.
Aramburuzabala es considerada una de las mujeres más poderosas de México, y según la revista Forbes, en su lista de los más ricos de México 2020, ella ocupa el quinto lugar entre los más poderosos de México, con una fortuna que asciende a los 5 mil 400 millones de dólares.
Solo se encuentra por debajo de Carlos Slim, considerado el hombre más rico de México, con una fortuna que llega a los 52 mil 100 millones de dólares; Ricardo Salinas Pliego, con una fortuna de 11 mil 700 millones de dólares; Germán Larrea, con 11 mil millones de dólares y Alberto Bailléres, con una fortuna de 6 mil 400 millones de dólares.
Aramburuzabala nació el 2 de mayo de 1963 en la Ciudad de México, y es hija del empresario de Grupo Modelo Pablo Aramburuzabala Ocaranza y de Lucrecia Larregui González. Estudió Contaduría Pública en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
La compañía cervecera Grupo Modelo fue fundada por su abuelo Félix Aramburuzabala en 1955, junto con algunos otros inversionistas españoles. El padre de Aramburuzabala falleció en 1995, por lo que ella decidió tomar las riendas de la vicepresidencia del Consejo de Administración de la empresa familiar.
Esta decisión la posicionó a nivel mundial y reforzó su presencia internacional, pues una mujer nunca había ocupado ese cargo en la compañía. Cabe señalar que parte de la riqueza de la familia Aramburuzabala proviene en gran parte de la venta de su participación en la cervecera Grupo Modelo SAB, fabricante de Corona y Negra Modelo, a Anheuser-Busch InBev, como parte de una transacción de 20 mil millones de dólares en el 2013.
Aunque con la venta cede el control de la multinacional, la empresaria mantiene un puesto en el Consejo de Administración e invirtió mil 500 millones de dólares de las ganancias que obtuvo y en dos años generó ganancias aproximadas por 660 millones de dólares, consecuencia del incremento de las acciones, de acuerdo con datos del periódico El Financiero.
Posteriormente fundó, en conjunto con su madre y su hermana, la compañía Tresalia Capital, cuyo significado es “tres aliadas”. La empresa se dedica a realizar inversiones directas en importantes empresas mexicanas y consolidando la creación de nuevas compañías.
La empresaria e inversionista define la riqueza en dos maneras, por una parte es el sentirse satisfecho como personas de lo se hace y cómo se hace. Por otro lado, se encuentra la riqueza que es el dinero y eso “es simplemente una unidad de medida, en la que se mide el éxito que vas logrando al emprender”.
Aramburuzabala tenía la visión de que el papel de Tresalia fuera invertir en sectores con alto potencial de crecimiento como telecomunicaciones, desarrollo de bienes raíces, reservas territoriales, educación, moda, bienes de consumo e infraestructura tecnológica.
También, Tresalia mantiene un alto sentido de responsabilidad social, al enfocar sus inversiones en proyectos para el desarrollo social y económico de México.
La empresaria a logrado identificar zonas con potencial para desarrollar proyectos de usos mixtos, y seguir sus instintos le ha funcionado más que seguir las tendencias. Actualmente cuenta con propiedades en varios puntos del país.
También fue la primera mujer en ocupar un sitio en el Consejo de Administración de la Bolsa Mexicana de Valores, entre 2003 y 2006. En 2010 renunció a algunos cargos que tenía, como miembro de consejos de Televisa, América Móvil, Grupo Financiero Banamex, Aeroméxico, entre otras.
Otras empresas que le pertenecen son Abilia Inteligencia Inmobiliaria, dedicada a la edificación de oficinas, residencias y desarrollo inmobiliario, y Kio Networks, un operador de centro de datos vinculados, y el cual en agosto del 2020 se dio a conocer que se analizaba su venta, por hasta mil millones de dólares.
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