Esta semana el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció durante su conferencia de prensa matutina que el 25 de marzo viajará con su homólogo boliviano, Luis Arce Catacora, a las costas de Campeche para conmemorar la batalla que le dió el nombre a la “Bahía de la Mala Pelea” al puerto de Champotón.
Este puerto fue bautizado de esa manera por los colonizadores provenientes de España que llegaron a las costas mexicanas antes de las expediciones de Hernán Cortés que consolidaron la colonización de parte del territorio indígena y el surgimiento de la Nueva España.
Bernal Díaz del Castillo y Diego de Landa fueron algunos de los cronistas que narraron la desastrosa pérdida del ejército español al entrar en contacto con los indígenas mayas que habitaban el puerto de Champotón en Campeche.
En realidad, el nombre original de la región es Chakan Putúm y estaba habitada por la etnia maya Putún, proveniente de la región que hoy conocemos como Tabasco. Fue probablemente ésta etnia la que defendió fieramente su territorio en 1517 a la entrada de la flota comandada por Hernández de Córdoba y que finalmente los derrotó, obligándolos a retornar a la isla de Cuba, donde tenían su guarnición.
“[...] Aunque a los indios les fue nuevo el sonido, humo y fuego de los tiros, no dejaron de acometer con gran alarido”, es la narración de Diego de Landa sobre la batalla en la los indígenas de Chakan Putúm “hicieron retirar a los españoles y que mataron a veinte, hirieron a cincuenta y prendieron dos vivos que después sacrificaron”.
El mismo comandante de la flota, Francisco Hernández de Córdoba, “salió con treinta y tres heridas y que así volvió triste a Cuba”. Sin embargo, ya de regreso a la isla en la que previamente se había asentado, anunció que la tierra “era muy buena y rica por el oro”.
Sin embargo, ésta sólo fue la primera batalla entre los españoles y los putún. De hecho, según Diego de Landa, la huida de Hernández de Córdova no fue el momento que bautizó al puerto como la “Bahía de la mala pelea”.
Sin embargo, sí fue alrededor de las narraciones sobre esa mítica batalla que se originó la leyenda de “El Chen Pec” (pozo del perro). La historia cuenta que fue una perra de tipo “Lebrel” (similar a un galgo) quien guió a los españoles con sus ladridos hasta un pozo donde los colonizadores se detuvieron a refrescarse. Fueron los ladridos de la perra quienes alertaron a Moch Couoh, quien gobernaba la zona, por lo que organizó una emboscada que culminó con la retirada de las tropas de Córdoba.
Aunque esa es la batalla que se conmemora cada marzo en “La bahía de la Mala Pelea”, fue el intento de Juan de Grijalva por desembarcar en Chakan Putúm en 1518. La expedición española, “otra vez a Champotón [...] les mataron un hombre y les hirieron cincuenta, entre ellos a Grijalva, de dos flechas, y le quebraron diente y medio”. Diego de Landa sigue narrando que “así se fueron y nombraron a este puerto el Puerto de la Mala Pelea”.
La región conmemora con orgullo la fecha en que rechazaron exitosamente las expediciones españolas que llegaron antes de Hernán Cortés. Comúnmente, se narra la entrada de este último a Tenochtitlán como el inicio de la caída del mundo prehispánico. Sin embargo, fueron varias expediciones las que precedieron ese momento. Muchas de las cuales, fueron fallidas.
Durante toda su historia, la región habitada por las diferentes etnias de indígenas mayas se ha caracterizado por presentar una resistencia formidable ante los esfuerzos colonizadores de la Corona Española. Fue también ese el escenario de la llamada Guerra de Castas en Yucatán, que en realidad se trató un levantamiento armado en el que los indígenas mayas tomaron control de buena parte de la entidad en un esfuerzo por expulsar a los españoles, quienes entraban cada vez más en el territorio que ellos dominaban por el inicio de una agricultura más intensiva en la región.
Así lo demostraron también cuando lograron detener de manera definitiva las obras del segundo tramo del llamado Tren Maya que se estaban llevando a cabo en Escárcega, Campeche.
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