El pasado 18 de marzo fue la última vez que oyeron sus voces. Trece policías del Estado de México que se dirigían a la zona Puente de los Sabinos, en Coatepec de Harinas, fueron emboscados por presuntos pistoleros del grupo criminal la Familia Michoacana.
Según los detalles, sujetos escondidos en las montañas de hojas secas los atacaron a quemarropa, en la comunidad Llano el Grande. Los vecinos, que atestiguaron aquello, no le abrieron la puerta a la policía porque, se presume, días antes la célula delictiva les había anticipado que algo pasaría.
Los videos, que circulan este martes sobre la emboscada, son de una violencia indecible. Al menos cinco agentes se resguardan detrás de un vehículo oficial mientras intentan pedir ayuda.
La grabación de apenas 12 segundos muestra como uno de los uniformados tira su arma, mientras uno de sus compañeros lo protege. Los elementos, de la policía estatal y fiscalía, quedaron partidos por las balas, tumbados sobre los charcos donde se confundió su sangre.
Hubo llamadas de auxilio, gritos desesperados e intercambios de balas, pero las autoridades no pudieron hacer nada por aquellos elementos ejecutados. La carretera en la que los sicarios tiraron estaba convertida en un infierno de llantos e histeria. Estado de México volvía una vez más a los encabezados.
Los investigadores de la fiscalía recogieron versiones sobre camionetas que llegaban a aquel sitio preparándose para el ataque. Las indagatorias fueron, en su mayoría, ciertas. En inmuebles cercanos a la carretera, los pistoleros aguardaron a los policías para agredirlos. Desde lejos, vecinos capturaron el instante en que los sujetos disparaban sus armas largas.
Se presume que la emboscada se habría tratado de una represalia por parte del cártel michoacano, que unas horas antes había sufrido un duro golpe en el municipio de Zacualpan, donde fueron decomisados tres vehículos y una libreta en la que se especificaban puntos de halconeo y bases del grupo delictivo.
Este martes, tras diversos operativos en los municipios de Coatepec de Harinas, Almoloya de Alquisirias, Zacualpan, Ixtapan de la Sal y Tonanico (Estado de México), 25 presuntos integrantes de la Familia Michoacana fueron detenidos por su supuesta relación en la masacre, además ocho personas fueron trasladadas al Ministerio Público y rindieron su declaración en calidad de testigos.
Los imputados también son investigados por operaciones ilícitas como la venta y distribución de drogas, halconeo y robos en diversas modalidades para la organización criminal.
Las autoridades identificaron a tres criminales y supuestos autores intelectuales, por los que ofrecieron 500 mil pesos de recompensa. Ellos fueron identificados como Gilberto Misael Ortiz, alias el Barbas, Silverio Martínez Hernández, alias Fierros y Alberto Romero Pérez, apodado Macrina, este último señalado como líder de la célula criminal de la Familia Michoacana que opera en Coatepec de Harinas.
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