El Sistema Sismológico Nacional (SNN) reportó este domingo, por medio de su cuenta de Twitter, episodios sísmicos menores a 4.0 de magnitud en Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Colima, Baja California, Baja California Sur y Jalisco.
De acuerdo con su reporte matutino de sismicidad, el SNN informó que entre las 17:00 del sábado 20 de marzo y las 02:00 horas de este domingo se registraron más de 30 movimientos menores a 4.0 de magnitud – rondando entre 2.7 y 4.0.
La mayoría de estos eventos sucedieron en Guerrero, Oaxaca y Chiapas, mientras que Jalisco reportó dos y Michoacán, Colima, Baja California Sur y Baja California sólo uno.
El último sismo registrado – fuera del reporte – fue de magnitud 3.7 y se presentó a las 04:58 horas del domingo al oeste de Coalcoman, Michoacán. Dos horas antes, ocurrió uno de 3.8, pero al noreste del municipio de las Guacamayas.
Los tres sismos con mayor magnitud, de 4.0, tuvieron epicentro en Puerto Vallarta, Jalisco, a las 23:28 horas; Ciudad Hidalgo, Chiapas, a las 02:52 horas, y Zihuatanejo, Guerrero, a las 04:38 horas.
Esta última entidad comparte el puesto con Oaxaca como los estados con mayores episodios registrados: 10 microsismos en el periodo señalado. El de mayor magnitud en Oaxaca alcanzó 3.9 de intensidad.
En tanto, en Baja California, Baja California Sur y Colima sólo hubo un registro por cada una, de 3.0, 3.5 y 3.4 respectivamente.
Por otra parte, el SNN informó que hasta las 7:00 horas de este domingo, 21 de marzo, a casi dos días del sismo del pasado viernes, se registraron 37 réplicas, de las cuales, la magnitud máxima fue de 4.6.
A las 21:09 horas del pasado 19 de marzo, se comenzó a percibir un movimiento telúrico en la Ciudad de México; segundos antes, habría sonado la Alerta Sísmica. Para las 21:35 horas, el SNN confirmó que el epicentro se ubicó al Suroeste de San Marcos, Guerrero y registró una intensidad final de 5.7.
No obstante, según el Sistema de Alertas Sísmicas, el temblor también fue perceptible en Oaxaca, Guerrero y Morelia.
Luego del fenómeno, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, informó en su cuenta de Twitter que la Protección Civil de la entidad reportó “intensidad de 5.9 en el sismo percibido en el estado. Pedimos a la población mantenerse al tanto de la información oficial y reportar cualquier emergencia al 911″. Poco después, el funcionario descartó daños o pérdidas en el estado.
La Ciudad de México también reportó saldo blanco tras el suceso, esto luego que se llevara a cabo el vuelo de cóndores para verificar que no hubiera daños bajo la indicación de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, el día después, sábado 20 de marzo, la alerta sísmica volvió a sonar alrededor de las 08:00 horas alertando a varios capitalinos, pero esta ocasión se trató de una falsa alarma.
Así lo confirmó Claudia Sheinbaum quien pidió a Juan Manuel García Ortegón, coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la CDMX (C5), la revisión del por qué se activaron las alarmas. Poco después, se informó que al menos dos funcionarios del Centro fueron cesados por estas fallas.
La secuencia de microsismos registradas en la noche del 20 y la madrugada del 21 de marzo, forma parte de un fenómeno conocido como enjambre sísmico, el cual se define como “la ocurrencia de un conjunto de sismos en un área específica durante un periodo de tiempo relativamente corto, con magnitudes similares entre sí.”
El investigador de la Universidad de Granada, Jesús Galindo-Zaldívar, explicó para ABC que estos enjambres, también llamados secuencias sísmicas, se desencadenan cuando la actividad de una falla produce un efecto dominó y dispara la actividad de otras fallas próximas.
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