La tarde de este viernes 19 de marzo, el Instituto Nacional Electoral (INE) negó la existencia de violencia política de género contra Rosario Robles en el spot emitido por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El 17 de marzo, María del Rosario Robles Berlanga presentó una queja en contra del partido político con motivo de la difusión del spot para radio y televisión titulado “TUMOR”, pues consideró que se utiliza su imagen sin su autorización y se le calumnia al vincularla con hechos delictivos.
Sin embargo, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE determinó improcedente la solicitud de dictar medidas cautelares, ya que “no se aprecian que dichas frases, ni otra del promocional contengan elementos objetivos para estimar que se está ante una situación de violencia política en razón de género”, se lee en el comunicado oficial.
Asimismo, tampoco se atribuyen de manera directa los delitos o hechos falsos señalados por la priista, y la utilización de su imagen forma parte del ámbito de tolerancia que su imagen pública reviste, por lo que debe privilegiarse la libertad de expresión.
Para determinar si efectivamente hubo violencia política en razón de género contra Robles, se aplicó el test emitido por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) denominado Violencia política de género. Elementos que la actualizan en el debate político.
“Se arribó a la conclusión de que el material denunciado no se basa en algún estereotipo de género o por el hecho de ser mujer; no se advierte elemento objetivo para que, en sede cautelar, se determine que las imágenes o expresiones tienen por objeto menoscabarla, denigrarla o calumniarla por ser mujer, ni generar una situación de violencia, vulnerabilidad, poder o desventaja basada en cuestiones de género en detrimento de los derechos político-electorales de la denunciante”, indicó el INE.
Cabe recordar que la ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) fue detenida en 2019 y publicó el 7 de marzo una carta de reclamo en el diario El Universal donde reclamó un trato desigual y violencia política durante su proceso judicial.
“En este tiempo he visto cómo se deja libre a un peligroso narcotraficante, se defiende incondicionalmente a quien por sus omisiones ha causado miles de muertes y se protege a quien es acusado de violencia sexual”, escribió.
Refirió que ha sido testigo de los exfuncionarios que han sido extraditados y no han pisado la cárcel. Aunque no menciona ningún nombre en particular, en el caso de Emilio Zebadúa, quien fungió como oficial mayor en Sedesol y Sedatu durante el mismo periodo que Rosario Robles, negoció el criterio de oportunidad y podrá seguir libre mientras aporte datos relevantes y Emilio Lozoya, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) también sigue su proceso en libertad, los cargos en su contra son por operación con recursos de procedencia ilícita, ejercicio indebido del servicio público y cohecho.
Según las acusaciones en su contra, Robles Berlanga estaría implicada en el desvío de poco más de 5,073 millones de pesos en la “Estafa maestra”, mecanismo para otorgar contratos a universidades y empresas fantasmas que se encargarían de ejecutar obras y servicios referentes a programas sociales, pero en realidad el dinero habría sido triangulado para financiar campañas electorales.
Rosario Robles es la única exsecretaria de Estado del gobierno de Enrique Peña Nieto en estar encarcelada, y aunque en un inicio buscó ser testigo colaborador de la Fiscalía General de la República (FGR), e incluso ofreció declararse culpable a fin de enfrentar su proceso en libertad, el pasado martes 9 de marzo decidió no hacerlo y optó por ir a juicio.
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