Josué Medina Pérez y Francisco Delgado, principales distribuidores de fentanilo en Estados Unidos, fueron condenados a prisión en la Corte del Distrito Este de Washington, luego de que reconocieran que formaban parte de una organización vinculada con Sinaloa, en México.
Medina Pérez de 24 años y Francisco Delgado deberán pasar 14 años tras las rejas, debido a que conspiraron para enviar 400 gramos o más del opioide sintético. El primero de ellos estará ocho años encerrado y el tiempo restante será bajo supervisión judicial; mientras que Delgado deberá permanecer tras las rejas por una década y luego su libertad será bajo observación de las autoridades.
Ambos son las primeras fuentes importantes de píldoras con fentanilo en el este de Washington y transportaron, además de distribuir, de 5,000 a 10,000 pastillas cada semana, desde 2017.
De acuerdo con la información divulgada en procesos judiciales, estos sujetos fueron identificados como operadores de una organización sinaloense, lo cual hace presumir que se trata del también llamado Cártel del Pacífico, cuyo mando está a cargo de Ismael Zambada García, el Mayo. Su centro de actividades fue establecida en el área de Phoenix, Arizona.
“Estas píldoras con fentanilo se hacen aparecer ser medicamento recetado. El fentanilo, un opioide extremadamente potente, es en gran parte responsable del marcado aumento de sobredosis de drogas y muertes en el este de Washington”, destacó el Departamento de Justicia.
Este caso fue investigado por la Oficina Residente de Spokane de la Administración de Control de Drogas en asociación con los Departamentos de Policía de Kennewick, Pasco y Richland. Stephanie Van Marter, fiscal federal adjunta para el Distrito Este de Washington, participó en el proceso.
“La Fiscalía de los Estados Unidos para el Distrito Este de Washington procesará agresivamente los casos relacionados con la distribución de fentanilo, y la sentencia impuesta en este caso demuestra que los traficantes de fentanilo serán responsables de su conducta ilegal“, señaló Joseph H. Harrington, fiscal del Distrito Este de Washington.
El fentanilo es considerado como uno de los opioides sintéticos fácilmente disponibles, extremadamente peligroso y letal en Estados Unidos; aunque es similar a la morfina, su impacto es hasta 100 veces más potente, adictivo y fulminante.
Como resultado del envío de narcóticos desde México, más de 83 mil personas perdieron la vida a causa de sobredosis, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU. Se trata de una cifra analizada hasta julio de 2020, pero un incremento de gran magnitud, pues en 2019, las muertes por adicciones no controladas sumaron más de 70 mil.
Tanto el Cártel de Sinaloa como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), son los principales proveedores de esta y otras drogas al país norteamericano. Para potencializar los efectos del producto, el CJNG ha recurrido a la combinación del fentanilo con otros narcóticos disponibles en el mercado, algo que igual incrementa la adicción.
Además de tener un efecto más poderoso que otras drogas, los expertos señalan que para los cárteles del narco mexicano es fácil su importación, ya que también es un fármaco que se puede introducir y recetar de manera legal debido a que se usa para el tratamiento de pacientes con dolores intensos.
Así como importan precursores químicos para procesar fentanilo desde China y recientemente también de India, los cárteles mexicanos compran en estos países maquinaria para sintetizar la droga, que generalmente venden en forma de pastilla. Un kilo es suficiente para producir 20 millones de comprimidos.
SEGUIR LEYENDO: