Quién traicionó al “Vicentillo”: hace 12 años cayó el hombre destinado a heredar el imperio criminal del “Mayo” Zambada

Presionó las autoridades de EEUU para que fuera respetado su acuerdo, pero finalmente tuvo que delatar a sus amigos

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El Vicentillo deberá salir de
El Vicentillo deberá salir de la cárcel oficialmente en 2024 (Fotoarte: Steve Allen)

Vicente Zambada Niebla, hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García, el Mayo, pasa sus días en Estados Unidos con la certeza de que ha logrado alejarse del narcotráfico y aunque eso haya implicado traiciones, al menos garantiza la seguridad de sus tres hijos y esposa. Hace 12 años las autoridades por fin lo tenían tras las rejas y pese a que él viajó a la Ciudad de México para eso, alguien dio el pitazo que estropeó los planes que tenía para entregarse.

La sorpresa entre los jefes del grupo criminal no fue que el Vicentillo cayera en manos de la justicia. Al contrario, eso estaba acordado con gran anticipación con la Administración del Control de Drogas (DEA); a decir de la periodista Anabel Hernández, lo inesperado fue que agentes mexicanos encabezaran el operativo, pues estos ya habían sido corrompidos.

“Eso sí no se lo esperaban, porque como tenían total control de la Secretaría de Seguridad Pública federal con Genaro García Luna, tenían un control total de la Policía Federal; tenían el contacto directo con el presidente de la república a través de su secretario de la Defensa Nacional y a través del general Mario Arturo Acosta Chaparro, eso sí no se lo esperaban, no lo podían calcular”, reiteró la periodista que ha investigado al Cártel de Sinaloa durante 16 años.

De modo que una de las explicaciones sobre la detención apuntó a la venganza de los enemigos, quienes también tenían su propia facción corrupta dentro de las fuerzas federales. Presuntamente, el hijo del Mayo Zambada fue traicionado por funcionarios que respondían a los Beltrán Leyva.

Fue detenido en 2009 y
Fue detenido en 2009 y sentenciado 10 años después (FOTO: ALBERTO VERA/CUARTOSCURO.COM)

Sin embargo, a esto se suman un par de variables que fueron reveladas en el libro “El traidor: El diario secreto del hijo del Mayo” (2019). Primero, que la reunión entre el Vicentillo y la DEA se filtró a modo de trascendido en la prensa. Si bien no se hablaba de nombres, sí se decía que el integrante de un cártel tendría un encuentro con una autoridad estadounidense.

Por otra parte, que la guerra del Cártel de Sinaloa contra los Beltrán Leyva vivía momentos muy tensos y habían ocurrido tres asesinatos a mandos policiacos; además, de cada lado fueron detenidos dos importantes perfiles. Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo, cayó en enero de 2008 y Jesús Zambada García, hermano del Mayo, fue asegurado en octubre del mismo año.

“Así que la reunión que tienen con Vicentillo no es tan oficial ni definitiva como se supone que iba a ser y es por eso que le dicen, ‘no, espérate, la reunión oficial la hemos pospuesto para los próximos días porque aquí estamos muy nerviosos’; el jefe de la DEA no había querido ir a la reunión por ese nerviosismo y por eso posponen.

“Es así como Vicentillo regresa a su domicilio ahí en el Pedregal y ya en la noche entra un operativo a detenerlo, elementos que tengo entendido estaban más al servicio de los Beltrán Leyva”, dijo Anabel Hernández a Infobae México.

En su diario facilitado a la periodista, Zambada Niebla deja ver que quienes lo traicionaron fueron los de la DEA. Primero cancelaron por la filtración a medios y confesaron que solo Eduardo Medina Mora, titular de la Procuraduría General de la República, estaba al tanto del encuentro aquella noche del 17 de marzo de 2009 en el hotel Sheraton de avenida Reforma. Después de que estuvo asegurado, los oficiales estadounidenses llegaron a él y pidieron que se tranquilizara, pues los agentes mexicanos estaban enterados de la reunión y el convenio.

En una actitud burlona, los funcionarios de la agencia antidrogas le preguntaron si aún quería cooperar, a lo cual, el Vicentillo dijo que sí. Ellos rieron, luego de asegurar que la situación se había salido de sus manos. El detenido dijo que no había necesidad de haber caído de esa manera, pues finalmente se había acercado para cooperar, con anuencia de su padre y de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.

Anabel Hernández dijo que las
Anabel Hernández dijo que las riendas del cártel podrían ser tomadas por Vicentillo (FOTO: RASHIDE FRIAS /CUARTOSCURO.COM)

“Inmediatamente cuando es detenido, los agentes de la DEA piden hablar con él y se disculpan con él, le piden perdón y le dicen: ‘disculpe usted, nosotros no fuimos quiénes lo traicionamos, no fuimos quien alertó a la autoridad, esto se sale de nuestro control’; un poco como diciendo, bueno, no es nuestra culpa que esto haya sucedido”, añadió la periodista.

Vicente Zambada Niebla abrazó por última vez a su padre el 10 de marzo, cinco días antes de viajar a la capital del país para acordar un pacto con la DEA, volverse informante, salir del narcotráfico y buscar una nueva vida para la familia que comenzó a los 18 años con Zynthia Borboa Zazueta, cuando ambos tuvieron a su primer hijo.

“Tiene la oportunidad de despedirse de su padre, que es cuando lo abraza y lo ve por última vez y le dice, bueno, pues busca el destino y busca la libertad que estás deseando y es ahí cuando Vicentillo va a la Ciudad de México y va a este encuentro. Creo que hasta ahí, hasta ese momento, todo estaba perfectamente programado”.

Según su testimonio plasmado en el texto de Anabel Hernández, el Mayo deseó buena suerte a su vástago preferido, el primer varón que tuvo. El histórico narcotraficante que jamás ha pisado la cárcel en sus más de 70 años comentó a su hijo que se cuidara, se arriesgara y era por su bien.

“Esa reunión que Vicentillo tiene con al menos dos agentes de la DEA [el 17 de marzo de 2009], era una reunión que ya estaba aprobada por el Departamento de Justicia de EEUU. Había estado largamente planeada y la había ayudado a triangular Humberto Loya Castro que en ese momento era el abogado personal del Chapo Guzmán y que era el vínculo directo entre el Cártel de Sinaloa y la agencia antidrogas”, explicó Anabel Hernández.

Tras el encuentro en el hotel Sheraton, Vicentillo se sintió inquieto por la filtración, pero estaba dispuesto a cooperar. El pacto era que proporcionaría solo información de sus enemigos y no sobre el Chapo ni el Mayo. La reunión oficial sería unos días después y Zambada Niebla regresó a una casa que rentaba en la calle Lluvia, colonia Jardines del Pedregal, alcaldía Álvaro Obregón.

"El Mayo" Zambada junto al
"El Mayo" Zambada junto al periodista Julio Scherer en 2010

Mandó un mensaje a su esposa y se desvistió para dormir. En ese lugar lo custodiaban cinco personas, con armas largas. Alrededor de las tres de la madrugada del 18 de marzo se asomó por la ventana y agentes vestidos de militares apuntaban a su habitación. Se entregó, permaneció incomunicado y maniatado. Por la mañana del 19 de marzo fue presentado ante las cámaras de televisión como un peligroso capo y golpe contundente al Cártel de Sinaloa.

Luego de 11 meses arrestado en México y sin ningún expediente abierto en su contra, fue extraditado a EEUU el 18 de febrero de 2010. Fue enviado a una prisión de Chicago y después, a una cárcel de máxima seguridad en Michigan. Los primeros dos años los pasó en una celda sin contacto con otros reclusos. Estas condiciones estrictas de aislamiento vulneraron a Zambada Niebla.

Por aquella época, el abogado del Vicentillo, Fernando X. Gaxiola, entró en contacto con Anabel Hernández. Para entonces la periodista acababa de publicar “Los señores del narco”, donde revelaba los nexos corruptos entre mandos militares y de seguridad con capos de la droga.

El contacto con la reportera fue para dar información sobre cómo la DEA estaba en acuerdos con el Cártel de Sinaloa al que pregonaba perseguir. De esa manera pretendían presionar al cumplimiento del pacto original con el hijo del Mayo Zambada. Lo cual funcionó, pues el convenio entre narcos y la DEA tenía una vigencia al menos de una década, de ahí que los abogados del Vicentillo argumentaban que su cliente debía ser protegido como colaborador.

“Cuando la defensa comenzó a argumentar esta inmunidad y el gobierno americano se negaba a hacerlo, es entonces cuando Vicentillo le pide a su abogado hacer contacto conmigo, con la autorización de su padre, para entonces comenzar a revelar esos incómodos secretos que se supone no debía revelar, pero como los otros no estaban cumpliendo sus acuerdos, él a través de este modo quiso presionarlos”, dijo la periodista.

“Cuando comienzo a publicar, los equilibrios en aquella corte de Chicago comienzan a cambiar y de una actitud radical del Departamento de Justicia de querer castigar y ponerle todos los cargos posibles a Vicentillo y de estar amenazando un juicio rápido donde lo iban a hundir; poco a poco se fueron retrasando, y entonces se volvieron a acercar a Vicentillo, al abogado, bueno, pues podemos hablar, podemos negociar, porque a nadie le convenía realmente que estos secretos se hicieran públicos”.

Primer acuerdo en 2013
Primer acuerdo en 2013 (Foto: Court of District Illinois)

Previamente, el mismo Ismael Zambada García había salido por fin a la luz pública, en la única prueba de vida que ha dado. Según Anabel Hernández, el capo amagó a los estadounidenses y por eso contactó con uno de los periodistas más prestigiados de México, Julio Scherer. Y así como pudo decirle algunas frases sueltas, el narcotraficante demostró que también podía hablar cuanto quisiera.

En una declaración de culpabilidad que fue revelada en 2014, las acusaciones contra el hijo del Mayo son por ilícitos cometidos entre 2005 y diciembre de 2008. Este documento especifica que enviaba y recibía mensajes de parte de su padre para los operadores del Cártel de Sinaloa. Los narcóticos que ayudó a distribuir mensual y semanalmente llegaron a Chicago, con los mellizos Pedro y Margarito Flores. La droga provenía de Colombia, Panamá y hacía escala en México.

La organización utilizó varios medios de transporte para sus propósitos, incluidos aviones privados, submarinos y otros buques sumergibles y semisumergibles, portacontenedores, lanchas rápidas, barcos de pesca, autobuses, vagones de ferrocarril, tractocamiones y automóviles. Sus casas de seguridad estaban en Culiacán, Sinaloa, Baja California y Ciudad Juárez, Chihuahua, las cuales eran usadas como bodegas de drogas y armas.

Vicentillo confesó que pagó sobornos a oficiales locales, estatales y federales del gobierno mexicano para que facilitaran las actividades ilícitas del Cártel de Sinaloa. El documento fue firmado por sus cuatro abogados y el hijo del Mayo el 3 de abril de 2013.

Pero las piezas del rompecabezas aún no estaban todas juntas. El hijo del Mayo obtuvo beneficios como el hecho de que su familia nuclear fuera trasladada a EEUU. Cambió de prisión a una donde estaban internados testigos colaboradores.

Estaba claro que debía delatar a sus amigos, escoltas, socios de la organización y a su compadre el Chapo Guzmán. Quizá este último no había medido las consecuencias que traería poner al Vicentillo en manos de la DEA, consideró Anabel Hernández.

Acuerdo de 2018  (Foto:
Acuerdo de 2018 (Foto: Court of District Illinois)

A través de Gaxiola, padre e hijo intercambiaron mensajes. El recluso pidió confianza y el capo concedió que algunos fueran detenidos, incluido el mismo Guzmán Loera. Más allá de cualquier convenio con las autoridades de EEUU, Zambada Niebla no debía olvidar que su principal compromiso era con la familia.

Lo que el Chapo no esperaba es que Vicentillo protegiera a su padre y lo traicionara a él que era su compadre”, dijo la periodista.

No es Vicentillo quien dice una sola palabra de los negocios de la familia del Mayo Zambada, es el abogado Gaxiola, quien al final, antes de morir, me entrega toda esta información, pero eso no es una cosa que haya querido revelar. Vicentillo nunca reveló nada que afectara a sus hermanos, que afectara a su padre o que afectara los negocios de la familia, nunca realmente hizo nada, para minar el poder de su padre, él al final siempre fue fiel a su padre”.

Según revelaciones del abogado Gaxiola, Vicentillo ya no estaba en aquella prisión donde padecía. Ahora sus hijos y esposa podían visitarlo.

Vicente Zambada Niebla vivió su primer atentado a los 16 años, cuando su padre estaba en guerra contra los Arellano Félix. Fue papá a los 18 años y su primer operación de narcotráfico sucedió a sus 20, cuando coordinó el envío de 1,600 kilos de cocaína que llegaron a Cancún, Quintana Roo. Él asumió el mando porque su cuñado, Javier Díaz, había sido ejecutado en la capital del país.

Así se enroló formalmente en los negocios. Sería un operador clave para su padre, pues lo mismo repartía dinero a las esposas del Mayo y controlaba a sus hermanos menores, y también acudía a negociar a Los Pinos, con colaboradores del presidente de la república. Era el mensajero del Mayo Zambada, su heredero en el imperio criminal y al final de cuentas lo estaba preparando para esa posición.

Vicente Zambada Niebla es hijo
Vicente Zambada Niebla es hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael "El Mayo" Zambada. (Foto: Luis Acosta)

De esa manera, Vicentillo era alguien que quería tener una vida apartada del mundo del narcotráfico, en el que nació inmerso, pero siempre fue atraído por su papá; sin embargo, él mismo quería estar cerca del capo y, a su vez, los negocios en el trasiego de drogas le traían jugosas ganancias.

Hablamos de un hombre que es víctima de sus circunstancias y también víctima de su actitud servil con el padre”, señaló la entrevistada.

Si bien, fue un delator contra el Chapo y otros, lo cierto es que en la biografía del Vicentillo él no fue el único traidor. Igual fueron falsas las autoridades como el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, Genaro García Luna, quien se encuentra acusado por haber colaborado durante 19 años con el Cártel de Sinaloa. A su vez, los generales sobornados y empresarios que operaron para el grupo criminal.

“El propio Mayo, que usaba incluso hasta sus propios hijos, que ha preferido quedarse en su trono, viendo cómo sus hijos caen en prisión que entregarse o doblegarse y dejar el poder, que se escudó siempre detrás de Félix Gallardo, de Amado Carrillo Fuentes, de Vicente Carrillo Fuentes, del propio Chapo”, señaló Anabel Hernández.

Según un acuerdo de culpabilidad del 8 de noviembre de 2018, Vicente Zambada Niebla conspiró con Javier Torres Félix, el Chapo y el Mayo para introducir toneladas de droga a EEUU, entre 1992 y 2003, las cuales provenían de Colombia (sus actos después de esa fecha ya no fueron contemplados). Era lugarteniente de su padre para verificar los cargamentos y coordinar traslados. Para ello usaron transportes vía aérea, subacuática y lanchas rápidas.

Zambada Niebla aceptó colaborar con las autoridades de EEUU cuando estas requirieran de su comparecencia en cualquier investigación, siempre con la promesa de dar reportes veraces. Fue sentenciado a 15 años tras las rejas en mayo de 2019, por lo que debería salir en 2024 y esperar cinco años antes de volver a contactar con su antiguo círculo.

En julio del año pasado le fue negada una moción donde pedía ser liberado por posible contagio de COVID-19. Actualmente, podría seguir en una prisión cómoda o ya en resguardo domiciliar. Queda por ver si regresa a la sierra a retomar el imperio criminal que le sería heredado, o si solo tiene influencia sobre quién será el sustituto de su padre. El destino del Cártel de Sinaloa está lejos de llegar a su final y el Vicentillo aún puede ser uno de sus protagonistas.

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