Felipe Cabrera Sarabia, operador del Cártel de Sinaloa y ex jefe de escoltas de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, anda en búsqueda de articular su defensa legal ante las autoridades de EEUU, al punto de haber contactado a la periodista Anabel Hernández y pedirle que fuera testigo y diera acceso a sus investigaciones sobre el grupo criminal.
Según reveló la reportera para Infobae México, fue la representación de Cabrera Sarabia, el llamado “Rey de la heroína”, quien dio con ella hace unas cuántas semanas. Incluso intentó presionarla para obtener su apoyo, pero la periodista se negó a esa petición como lo hizo cuando fue buscada por los abogados del Chapo Guzmán, quienes buscaban su testimonio antes del juicio en la Corte del Distrito Este de Nueva York.
“Hace pocas semanas me buscó, incluso me está intentando presionar, Felipe Cabrera Sarabia, una de las personas que delata Vicente Zambada Niebla y que ahora está extraditado también en EEUU, donde espera que yo también le dé acceso a mis documentos como periodista, o que incluso pueda testificar en su juicio, justamente para hablar sobre la historia del diario de Vicente Zambada, donde lo delata y delata todas sus operaciones de narcotráfico con su padre”, compartió Anabel Hernández con este medio.
Según las acusaciones del Departamento de Justicia, este capo que rebasa los 50 años conspiró con otros miembros del Cártel de Sinaloa para enviar toneladas de droga a EEUU, al menos entre mayo de 2005 y diciembre de 2008.
En el libro “El traidor: El diario secreto del hijo del Mayo” (2019), la periodista que ha investigado al narco por 16 años da cuenta del relato que Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, hizo sobre las operaciones de Felipe Cabrera Sarabia y sus hermanos. Así como de nexos corruptos y nombres de tantos otros personajes que están libres, muertos o tras las rejas.
En su necesidad de recolectar a testigos, la defensa del presunto narcotraficante, encabezada por Ralph Meczyk, recurrió a una investigadora que ha develado las entrañas del grupo criminal en la última década. Una táctica que igual empleó el Chapo Guzmán en su momento.
“Los abogados americanos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, hicieron contacto conmigo para tratar de acercarse y de que yo pudiera compartir algún tipo de información. Tuve algunos breves diálogos de chat telefónicos con ellos, como diciendo qué es lo que esperan de mi, qué es lo que quieren y al final ellos esperaban que yo fuera a Nueva York y que les expusiera ahí mis documentos y este tipo de cosas y ese es un encuentro que nunca se llevó a cabo”, aseveró la periodista.
Anabel Hernández rechazó que testificar en los juicios de capos sea algo que le corresponda desde su profesión, aseguró que otras veces han acudido a ella y una y otra vez se ha negado. Pero los defensores de Cabrera Sarabia están convencidos en que su cliente no es culpable y harán uso de los recursos a su alcance para beneficiar al llamado Señor de la sierra, el Uno y/o el Inge/Ingeniero.
“Sus abogados señalan que es un hombre inocente, bueno, la acusación que hay en EEUU habla de lo contrario, pero además, lo que revela el diario de Vicente Zambada Niebla y que yo publico en el libro del Traidor, pues también revela otro tipo de historia. Lo que determine un juez está completamente ajeno a mi.
“Yo no estoy dando un veredicto, estoy dando la información que tengo o consta al menos, en la palabra de Vicente Zambada Niebla. Ya lo que determine la Corte será cuestión de las determinaciones jurídicas, donde realmente no es a un periodista a quien le toca formar parte de este tipo de procesos judiciales. Lo que tenía yo que decir, y lo que dice Vicente Zambada Niebla con todo detalle, con fechas específicas de Felipe Cabrera Sarabia, pues ahí está en su diario. Además es un documento público”, argumentó.
Según las revelaciones del Vicentillo, él conoció a los hermanos Cabrera Sarabia en 2007, luego de que su padre se los presentara, pues Ismael Zambada García, el Mayo, se escondía en los dominios de estos traficantes por aquella época, entre las montañas de Sinaloa y Durango. Los describió como productores de marihuana, amapola y procesadores de heroína.
Antes del encuentro con la dinastía Cabrera Sarabia, el Vicentillo conoció a Felipe en 2006. Este último era conocido como el Inge o el Uno y se desempeñaba al frente del grupo familiar. Era responsable de traficar, contactar a clientes y lograr la distribución de narcóticos en EEUU.
De acuerdo con el diario facilitado a la periodista, el Ingeniero enviaba toneladas de cocaína y múltiples kilos de heroína de la frontera a Los Ángeles y de ahí hasta Chicago, donde operaban los mellizos Pedro y Margarito Flores. Estos dos últimos habían conocido a Felipe Cabrera Sarabia en 2008, presentados por el Mayo Zamabda.
Alberto, del clan, era encargado de las operaciones de seguridad y contactaba a militares corruptos. Este capo, conocido con el Arqui, cayó en un enfrentamiento contra militares en la zona serrana de Durango el 20 de enero de 2012. Casi un mes después de que su hermano Felipe fuera detenido, el 23 de diciembre de 2011.
Bajo la llamada “Operación Laguna”, el Ejército ubicó la región donde se ocultaba la célula del Arqui el 19 de enero de 2011, en la Cañada del Chile. Al día siguiente se montó un operativo que dejó a tres militares heridos y el capo logró escapar momentáneamente con su jefe de escoltas a una cueva, pero finalmente cayeron tras el cerco y 11 más de sus guardias fueron detenidos.
José Luis, el otro hermano, se encargaba de los ranchos cuando no estaba el Ingeniero, según el Vicentillo. Él estaría al frente del grupo criminal, actualmente. Al igual que sus consanguíneos, operaba en la logística de distribución y alertaba sobre presencia sospechosa del gobierno.
Mientras que Alejandro era responsable de la producción agrícola; dada su experiencia en el campo giraba instrucciones sobre el cultivo. Igual compraba cosechas de otras personas. Según registros de la prensa, fue arrestado en febrero de 2013 y trasladado en 2015 a las Islas Marías, pero tras la reconversión de este penal en marzo de 2019, los presidiarios fueron enviados a cárceles donde pudieran estar cerca de sus familias.
En tanto, Felipe Cabrera Sarabia, fue extraditado el 12 de junio de 2020 y compareció vía telefónica ante la jueza María Valdez en la Corte del Distrito Norte de Illinois, donde se declaró no culpable de los cargos. Renunció a presentar fianza y Ralph Meczyk apareció como su abogado.
Por esas fechas, Vicentillo buscaba salir de prisión argumentando un posible contagio de COVID-19, algo que le fue negado el 23 de julio del año pasado.
Previamente, el 20 de julio, fue concedida una moción para que el gobierno de EEUU proteja un descubrimiento relevante que podría incluir información financiera sobre terceros, según el documento consignado por Infobae México.
De ahí que del caso 09 CR 383-8 sobre Felipe Cabrera Sarabia no se había vuelto a saber hasta el 9 de marzo de la semana pasada, cuando el Chicago Sun Times reveló que Ralph Meczyk señaló investigaciones formales contra los gemelos Pedro y Margarito Flores, quienes están en prisión domiciliaria. Pero habrían cometido delitos mientras estaban encarcelados y colaboraron como testigos protegidos para la Administración del Control de Drogas (DEA) desde 2008.
Los mellizos Flores construyeron un imperio criminal para el tráfico de toneladas de cocaína en Chicago asociados con el Chapo y se expandieron por esa región. Pero cuando la guerra entre cárteles mexicanos en 2008, los hermanos contactaron a las autoridades norteamericanas para cooperar. Trabajaron de encubierto para la DEA, grabaron llamadas con Guzmán Loera y fotografiaron a otros socios.
Hasta 2019, los testimonios de los gemelos fueron clave para atrapar a otros 54 integrantes de los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva; incluido Felipe Cabrera Sarabia, de quien su abogado confirmó las nuevas referencias judiciales contra los gemelos Flores en Chicago.
Entre 2005 y 2008, los mellizos lograron distribuir cargamentos por un valor de 1,800 millones de dólares en Chicago, Columbus, Cincinatti, Detroit, Milwaukee, Nueva York, Filadelfia, Washington y Vancouver, en Canadá, según un comunicado del Departamento de Estado fechado el 27 de enero de 2015.
Pedro, quien testificó contra el Chapo Guzmán, era el cerebro detrás de las operaciones y Margarito era quien sostenía reuniones con los clientes y se encargaba del traslado de la mercancía. Ambos tienen ahora 39 años y se encuentran en libertad supervisada.
Con las revelaciones de la periodista Anabel Hernández suman piezas para identificar hacia dónde se enfila la estrategia del Ingeniero y/o el Señor de la sierra, quien pretende probar que los cargos en su contra como principal operador del Cártel de Sinaloa, pueden ser desechados.
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