Hoy resulta que Peñasquito es ejemplo de buenas prácticas

*Por José Narro Céspedes

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Mina Peñasquito en Zacatecas (FOTO: MISAEL VALTIERRA / CUARTOSCURO.COM)
Mina Peñasquito en Zacatecas (FOTO: MISAEL VALTIERRA / CUARTOSCURO.COM)

Desde que comenzó el conflicto con la minera de capital norteamericano y canadiense, Newmont-GoldCorp asentada en el semidesierto de Zacatecas, Peñasquito, vivimos el capitalismo salvaje día a día. La mina de oro que es la quinta más grande del mundo y la segunda de México arrasa con todo mientras puede, mientras asegura que genera empleo y un progreso que nunca llegará.

Se calcula que la mina obtendrá en los próximos 19 años, 13 millones de onzas de oro, mientras los ejidatarios sólo recibieron por arrendar sus tierras, por concepto de ocupación temporal de 30 años, la cantidad de 5 mil pesos, por hectárea, es decir 50 centavos el metro cuadrado.

Es un hecho, en diez años de operación, la mina de oro ha generado una cantidad de oro similar a la extraída en toda América Latina por el imperio español en 300 años y ha traído en la región mayor pobreza, toda vez que según el Coneval entre 50% y 75% de la población de Mazapil vive en pobreza y 12.9% en pobreza extrema. Es decir, el progreso y las mejores condiciones de vida prometidas por la mina son mentira.

En el municipio de Mazapil las norias y pozos se secaron con la misma velocidad que la Minera Peñasquito obtuvo concesiones para extraer agua. Hoy el agua que esta compañía tiene concesionada representa la misma cantidad que se utilizaría para entregar 68 litros diarios, durante un año, a toda la población de Zacatecas. La Minera asentada en Mazapil, Zacatecas, es la segunda empresa con mayor volumen de agua concesionada para uso “industrial y ha sido acusada de contaminar los cuerpos de agua de comunidades, en el municipio de Mazapil, Zacatecas. Han agotado las reservas de agua de la región y contaminado el líquido con metales pesados como el selenio, mercurio, plomo y arsénico.

Las consecuencias de la minería a cielo abierto son entre otras cosas la contaminación de las fuentes de agua en los entornos de la mina, la contaminación de las aguas superficiales, así como la exposición a los residuos químicos, que no son debidamente tratados y almacenados, ya que pueden filtrarse hasta los caudales de agua fresca.

 La minera que tiene la concesión ha sido acusada de contaminar los cuerpos de agua de comunidades, en el municipio de Mazapil, Zacatecas FOTO: MISAEL VALTIERRA / CUARTOSCURO.COM
La minera que tiene la concesión ha sido acusada de contaminar los cuerpos de agua de comunidades, en el municipio de Mazapil, Zacatecas FOTO: MISAEL VALTIERRA / CUARTOSCURO.COM

La mina en el semidesierto zacatecano significa contaminación ambiental, despojo a las tierras de los ejidatarios donde se asienta la mina y una enorme desigualdad legal, económica, de acceso a la justicia, entre los ejidatarios y la minera.

Y con todo esto, el pasado miércoles en la mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que “hay empresas que son ejemplares, como por ejemplo la minera de Mazapil en Zacatecas que le paga bien a los trabajadores, que ayuda a las comunidades, que cuida el medio ambiente, que no se destruye el territorio, es una empresa canadiense, pero hay otras que no sigue ese ejemplo…”

Durante años las comunidades donde se asienta la mina referida han estado en pie de lucha contra la voracidad de la minera que, durante la administración de Felipe Calderón, hicieron un acuerdo para exentarlos del pago de impuestos en México, pues ellos los pagan en Canadá.

Hoy la lucha está en el limbo, pues los ejidatarios afectados se enfrentaron a la complicidad del entonces Subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta quien se convirtió en un operador de la minera, en complicidad de Francisco Quiroga, exsubsecretario de Minería, hoy propuesto para ser exiliado en la embajada de Alemania, para socavar el espíritu de lucha de los pobladores, amenazando al gobierno del estado de Zacatecas con el retiro de la empresa del territorio zacatecano y así perdería una fuente de empleo y recursos para el Estado.

Las consecuencias de la minería a cielo abierto son entre otras cosas la contaminación de las fuentes de agua (FOTO: LEONARDO GARZA TREVIÑO /CUARTOSCURO.COM)
Las consecuencias de la minería a cielo abierto son entre otras cosas la contaminación de las fuentes de agua (FOTO: LEONARDO GARZA TREVIÑO /CUARTOSCURO.COM)

Hoy la empresa que ha depredado contaminando el suelo para que nada crezca, y acabando con el agua al tiempo que heredarán a México y Zacatecas un hoyo del tamaño de cinco torres latinoamericanas una sobre otra, es el ejemplo con el que el presidente, erróneamente, quiere demostrar las buenas prácticas.

Hay cosas que no se pueden creer. Invitamos a nuestro presidente a visitar el semidesierto zacatecano y ver, por él mismo, la desgracia en que viven los habitantes de los ejidos donde opera la mina, para así, revisar la concesión como lo hizo hoy con las minas de empresas canadienses en Sinaloa y Durango.

*Senador de la República por el Estado de Zacatecas, en representación del partido Morena

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