El ex boxeador mexicano Jorge el Travieso Arce reveló la historia del día en que fue levantado por policías -al parecer al servicio del crimen organizado- quienes lo llevaron a una fiesta donde personajes como Joaquín el Chapo Guzmán, Ismael el Mayo Zambada y los hermanos Beltrán Leyva lo estaban esperando porque querían saludarlo.
"Un día me hizo la parada una policía y me llevaron, me vendaron los ojos que porque me querían saludar y me llevaron a un rancho, no sé, no supe dónde porque me vendaron los ojos, que no me iba a pasar nada y pues fui, ni modo de decir que no, pues era gente armada [sic]”, comentó el Travieso Arce en entrevista con el periodista Javier Alarcón, que fue transmitida en su canal de YouTube.
Arce ubica este relato en la temporada posterior a su participación en el reality show Big Brother VIP, en el año 2003. Para ese entonces, su fama se había incrementado enormemente, por lo que, según contó, en cada lugar que la gente lo veía le pedía fotos y autógrafos.
En medio de esta efervescente popularidad, el Travieso indicó que un día fue detenido cuando iba en su coche; le vendaron los ojos y lo llevaron a una fiesta. El lugar, afirmó, nunca supo dónde quedaba. Pero lo que sí pudo fue reconocer a quienes se encontraban ahí: “Todos los nombres que te puedas imaginar”, contestó Arce a Alarcón, sin aparente intención de querer entrar en detalles.
El periodista deportivo pudo deducir nombres mencionando a Joaquín el Chapo Guzmán, Ismael el Mayo Zambada o Juan José Esparragoza Moreno, alias el Azul. “A todos es a todos”, se limitó a contestar Arce, aunque sí añadió que también estaban los hermanos Beltrán Leyva. “Unos ya están muertos”, dijo refiriéndose precisamente a Arturo Beltrán Leyva, que murió en 2009 en un enfrentamiento contra la Armada, ocurrido en Cuernavaca, Morelos.
En lo que sí abundó fue en describir la escena, pues comentó que al llegar a la fiesta saludó a todos los ahí presentes, con quienes estuvo conviviendo un rato, ya que eran admiradores del desempeño del Travieso en el ring.
“Me saludaron, saludé a toda la gente, todos los nombres (del narcotráfico) que te puedas imaginar, ahí estaban en esa fiesta, saludé a todos: ‘Hola, mucho gusto, yo lo he visto a usted'”, les decía mientras ellos le contestaban: “Campeón, te queremos, prepárate, cuídate y te apostamos".
Jorge Arce recordó que además de los narcotraficantes ahí presentes, entre ellos los principales líderes del Cártel de Sinaloa, había una camioneta de la marca BMW con un moño rojo, que era para él, por ser entonces el campeón del mundo en boxeo, pero se negó a aceptarla.
“Me acuerdo que tenían una camioneta, una X5 con un moño rojo y les dije: ‘¿Y esa camioneta?’, ‘Es para usted’, dije: ‘No, ¿cómo que para mí?’, ‘Sí, se la compramos entre todos, cooperamos’, yo dije: ‘Yo no puedo agarrar esa camioneta, ni la tenencia voy a alcanzar a pagarla’, total que no la acepté”.
Entonces, cuenta el ex boxeador originario de Los Mochis, Sinaloa, le preguntaron qué era lo que quería, a lo que respondió que solo deseaba volver sano y salvo al lugar en el que lo había recogido. Dicha petición, señaló, le fue cumplida.
“'Bueno, pues, entonces, ¿qué es lo que usted quiere?', ‘Lo único que quiero es que me lleven a donde me recogieron, sano y salvo, nada más, lo demás no pasa nada’. No les acepté el regalo y aquí estoy”, expresó.
Este relato surgió a raíz de que Javier Alarcón preguntó al Travieso sobre qué era lo que llamaba tanto la atención a los narcotraficantes en general sobre el boxeo.
“Yo creo que (es) el ambiente del boxeo, las apuestas, los golpes; todo el mundo traemos [sic] sangre caliente y cuando vemos una pelea te emocionas y yo creo que eso es lo que les llama la atención”, contestó Arce.
“Está a punto de hacer la serie de mi vida, y cuando hagan la serie de mi vida voy a contar todo”, afirmó el boxeador.
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