Desde febrero, habitantes del sector de la Delegación San Buenaventura y vecinos de las colonias El Seminario, Tercera y Cuarta Sección, se manifiestan exigiendo a las autoridades del Estado de México clausurar una gasera que opera de manera clandestina en el área.
Juan Rodolfo Sánchez Gómez, alcalde de Toluca, capital de la entidad, los atendió en esa ocasión: les afirmó que el punto de venta ilegal de gasolina cerraría de manera permanente.
Elementos de Protección Civil arribaron para clausurar la gasera el pasado viernes 12 de marzo. No obstante, el negocio solamente estuvo cerrado durante dos días: el lunes reanudó sus operaciones.
“Es lo que venimos denunciando desde el año pasado y estamos avisando a tiempo antes de que pase una tragedia, los funcionarios y trabajadores de Protección Civil del Estado de México no entienden. Ha pasado en todos lados y aquí lo estamos alertando a tiempo, no entendemos cómo es que la gasera sigue abriendo, el propio alcalde Juan Rodolfo Sánchez nos dijo que esa gasera no tiene los permisos municipales y ya siguen trabajando como si nada, ¿cómo es eso posible?”, declaró José Ramón Raygadas, vecino del lugar, de acuerdo con Excélsior.
Los habitantes, alertados e inconformes, confirmaron que ya habían tenido una reunión con elementos de Protección Civil Estatal, donde les aseguraron que la dependencia no había aprobado permisos para la instalación del punto de venta de la gasera.
“Queremos pedirles a las autoridades federales o al secretario de gobierno, Ernesto Nemer, que intervenga, si no tienen los permisos, entonces, ¿cómo es que siguen operando?, no respetan las leyes, no respetan a los funcionarios, ¿lo tiene comprados o qué pasa?”, dijo Raygadas.
Bruno Manríquez, vecino, exigió que se investigue a los empleados de Protección Civil porque, señaló, por lo menos 50 gaseras clandestinas operan de la misma manera en Toluca y en las afueras de la ciudad.
“Lamentablemente no es un caso aislado vivimos en un riesgo latente y a nadie le importa. Sabemos que quienes avalan la instalación de las gaseras clandestinas son, Ricardo de la Cruz Musalem, el propio Coordinador General de Protección Civil del Estado de México y Samuel Gutiérrez Macías, el encargado de la Dirección de Operación de Protección Civil, ellos deben explicar por qué están permitiendo que sigan operando”, mencionó Manríquez, según Excélsior.
En febrero, vecinos de la colonia El Seminario, Cuarta Sección, se manifestaron frente al Palacio Municipal de Toluca, en el Estado de México, exigiendo al gobierno que se clausure una gasera que afirman opera de manera clandestina y es “peligroso”.
El posible negocio ilícito está localizado en la calle Lago Winnipeg, a aproximadamente 500 metros de la Avenida Alpinismo. Los residentes de la zona afirman, de acuerdo con Excélsior, que el establecimiento es ilegal: según las normas de Protección Civil no deben existir estaciones de carburación en una zona habitacional. No obstante, señalan que el ayuntamiento “no hace nada al respecto”.
“Tenemos miedo, estamos en constante peligro y ni al Gobierno del Estado ni al local le importa. Lo que hemos investigado es que esas gaseras clandestinas siguen operando bajo el cobijo del alcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez. Se quiere reelegir y ellos le están pagando su campaña”, declaró Mario Guerrero, uno de los vecinos, al medio.
Alrededor de 60 personas exigieron por más de dos horas frente a las inmediaciones de la presidencia municipal que se verifique si la gasera cuenta con los permisos necesarios, debido a que se ubica a una corta distancia de hogares.
“Es gas y en caso de un siniestro, seríamos muchas personas las que corremos peligro, está en riesgo la vida de los habitantes y sería negligencia por parte de las autoridades permitir la operación de este negocio”, señaló Guerrero.
Los manifestantes remarcaron que en los últimos meses han denunciado la inauguración del comercio presuntamente ilegal. Sin embargo, por la pandemia de COVID-19 no han logrado progresar las reuniones con autoridades municipales para conocer el estado de la gasera.
Inconformes, aseguraron que temen por el bienestar de la población y sus viviendas, ya que en caso de una fuga de combustible, serían “cientos” los damnificados.
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