El crecimiento constante del crimen organizado en México es uno de los problemas que más preocupa a las autoridades de Estados Unidos. De hecho, el general Glen VanHerk, jefe del Comando Norte del país, aseguró que entre el 30 y 35% del territorio mexicano es controlado por grupos delictivos.
De acuerdo con el funcionario, esta es la razón por las que muchas personas deciden emigrar del país. “Diré que es un síntoma de un problema más amplio… no voy a involucrarme en política ni en llamar crisis o no a la situación, lo cierto es que necesitamos un frontera segura y saber quiénes vienen”, declaró en una conferencia de prensa celebrada en el Pentágono.
Junto con Craig Faller, jefe del Comando Sur, abordaron el tema de la constante migración a Estados Unidos desde países latinoamericanos. Para ellos, destacó el general, las principales causas del peregrinaje es el COVID-19, los desastres naturales y la inestabilidad generada por el crimen organizado en los países de origen.
Cuando digo síntoma, narcotráfico, migración, tráfico humano; todos son síntomas de las organizaciones criminales transnacionales que operan con regularidad en áreas sin gobierno, del 30 a 35% de México, y es lo que está creando algunas de las cosas que enfrentamos en la frontera”
Aseguró que todos los indicadores señalan a Estados Unidos como el destino principal de aquellas personas que deciden abandonar su país. Por ello, el problema se considera “imperativo de seguridad nacional” y debe ser abordado desde esa perspectiva de manera estratégica y humana, señaló el jefe militar.
De acuerdo con el semanario Proceso, desde el sexenio de Felipe Calderón, cuando se declaró la fallida “Guerra Contra el Narco”, ningún militar de alto rango en Estados Unidos había recalcado la magnitud del problema de narcotráfico que enfrenta México.
Para VanHerk, además, la situación con los migrantes podría propiciar que naciones enemigas de Estados Unidos se aprovechen del escenario. “Ocurre en áreas sin gobierno o con inestabilidades por fallas potenciales que China, Rusia y otras naciones aprovechan para explotar”, recalcó.
Por otro lado, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) identificó recientemente a los nueve cárteles mexicanos con más influencia en Estados Unidos.
Para la DEA, los cárteles mexicanos son “cada vez más responsables” de producir y suministrar drogas al mercado estadounidense, especialmente fentanilo.
Según su informe de Evaluación Nacional de la Amenaza de Drogas 2020, los responsables son el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Organización Beltrán Leyva, el Cártel del Noreste y Los Zetas, así como Guerreros Unidos, el Cártel del Golfo, el Cártel de Juárez y La Línea, La Familia Michoacana, y Los Rojos.
Estos grupos criminales han sido acusados de exportar fentanilo, heroína, metanfetamina, cocaína, y marihuana en Estados Unidos anualmente. No obstante, la DEA ha matizado que “China sigue siendo una fuente clave de suministro de los precursores químicos que los cárteles mexicanos utilizan para producir las grandes cantidades de fentanilo que contrabandean”.
Además, aseguró que los antagónicos grupos criminales como el Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación utilizaron la pandemia por el nuevo coronavirus para “inflar artificialmente” los precios de la metanfetamina, producida en laboratorios clandestinos de Sinaloa, Durango y Michoacán.
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