La Drug Enforcement Administration (DEA), institución de los Estados Unidos (EEUU) que se encarga de detener el tráfico ilegal de drogas, creía que por la pandemia de COVID-19, el negocio del narcotráfico se había visto fuertemente afectado. Principalmente debido a que los negocios que los cárteles usaban para lavar dinero se habían visto en la necesidad de cerrar sus puertas.
Sin embargo, la DEA ha encontrado evidencia de que organizaciones como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en realidad no ha visto mayores afectaciones en la cantidad de dinero que puede obtener a través del tráfico de sustancias ilegales entre los EEUU y México.
Timothy J. Shea, en entrevista con Univisión Noticias, declaró que “De manera más significativa, el Cártel de Sinaloa y el CJNG utilizaron la pandemia del covid-19 para inflar artificialmente los precios de la metanfetamina”.
Aprovechando la aparente disminución de la capacidad de los cárteles para introducir sustancias ilegales a territorio estadounidense, algunas de estas organizaciones criminales redujeron la cantidad de drogas disponibles en las calles con el fin de poder aumentar los precios de la misma.
Mientras que la demanda de estos estupefacientes se mantuvo o incluso iba creciendo, los cárteles disminuyeron la oferta para lograr que la libra de “cristal” que en el 2019 costaba 900 dólares, ahora podían llegar a venderla hasta en 2,000.
“Las organizaciones de tráfico de droga pueden haber exagerado los efectos de la pandemia en aspectos de la producción y el suministro, en particular los suministros químicos, para aumentar aún más los precios”, explica la DEA.
El periodista Isaías Alvarado asegura que la Drug Enforcement Administration tenía conocimiento de las intenciones de los cárteles de subir el precio de las drogas desde antes de que la pandemia por el coronavirus.
Aunque ahora se sabe que la pandemia no necesariamente afectó la cadena de suministro de estupefacientes desde México para los EEUU, el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) sí ha registrado alteraciones en los hábitos de consumo de drogas entre las y los usuarios del país norteamericano.
Durante el periodo de 12 meses que concluyó en mayo del 2020, los EEUU registraron el mayor número de muertes por sobredosis en toda su historia. 81,000 personas fallecieron como consecuencia de una ingesta letal de estupefacientes sintéticos como el fentanilo, cocaína y metanfetamina, entre otros.
Según el Dr. Robert Redfield, director de la CDC, la pandemia por la COVID-19 es probablemente la causa de este incremento en las muertes por sobredosis de drogas. “La disrupción de la vida diaria debido a la pandemia por COVID-19 a golpeado fuertemente a las personas con un desorden de consumo de sustancias”, declaró el doctor como parte del informe que da cuenta de este fenómeno.
Los opioides sintéticos (principalmente el fentanilo) son la principal causa de muerte por sobredosis en los EEUU. En el periodo de 12 meses señalado, las muertes causadas por un consumo letal de estas drogas aumentó en un 38.4%.
Por otro lado están las muertes que involucran a la cocaína, las cuales aumentaron en un 26.5%. La CDC agrega que, según sus investigaciones, dichos decesos están comúnmente relacionados al consumo de cocaína en combinación con otras drogas a la contaminación del producto desde la fuente. En muchas ocasiones, según el informe, la coca llega a los consumidores mezclada con otras drogas como fentanilo o heroína.
Por otro lado, la CDC también destacó que las muertes por sobredosis con psicoestimulantes como la metanfetamina aumentaron en un 34.8%, rebasando incluso las sobredosis por cocaína.
De tal forma que, si bien la pandemia no afectó la cadena de suministro de drogas desde México hacia los EEUU, sí cambió la manera en que las y los consumidores hacen uso de estas sustancias.
SEGUIR LEYENDO: