El 24 de diciembre de 2020 se convirtió en un día histórico para México: por fin había iniciado la vacunación contra el COVID-19 en el país, siendo el primero en América Latina en recibir vacunas y uno de los primeros en el mundo en comenzar la vacunación.
A partir de ese momento, se puso en marcha el Plan Nacional de Vacunación que consta de cinco etapas con las que México pretende tardar máximo un año tres meses (diciembre 2020-marzo 2022) en vacunar a toda su población contra el virus SARS-CoV-2.
Sin embargo, expertos ya pronostican que no se cumplirá con ese objetivo en el tiempo indicado, pese a los planes y la rapidez con la que México obtuvo las primeras vacunas, pues actualmente al país “no le está yendo nada bien”.
“No tenemos una estructura de vacunación. Todo mundo dice ‘la estrategia y la estrategia’, pero está mal usada la palabra. No es una estrategia y no tenemos una porque no hay un líder. No existe una persona responsable del programa de vacunación. Lo que ha salido es un programa en el cual tenemos las firmes y muy buenas intenciones de vacunar a mucha gente en poco tiempo, pero que no ha cuajado por varias cosas”, aseguró el analista y asesor de políticas de salud, Xavier Tello, en entrevista con Infobae México.
El médico cirujano por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) consideró que aunque está establecido que Andrés Manuel López Obrador es la cabeza de las brigadas de vacunación, no puede llevar la responsabilidad de vacunar a toda la población mexicana; tampoco Hugo López-Gatell, subsecretario de salud federal, pues “ya tiene tres trabajos, incluyendo ser el zar de la pandemia”; ni Marcelo Ebrard, canciller de Relaciones Exteriores, quien “está consiguiendo vacunas hasta por debajo de las piedras. Entonces, ¿quién es?, no hay”.
México, del privilegio al rezago
México se ha rezagado a los últimos lugares en el avance de vacunación del continente, pues mientras que aplica 2.71 dosis por cada 100 personas, Chile lidera el ranking con 29.93; le siguen en orden descendente: Estados Unidos, que pone 28.62; Canadá, 6.95; Brasil, 5.53; República Dominicana, 5.04; Panamá, 4.97; Uruguay, 4.25; Costa Rica, 4.02; y Argentina, 3.93, según la actualización correspondiente al 10 de marzo de One World in Data.
Por debajo de México solo están Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela con 1.29, 1.09, 0.71,0.43 y 0.04 aplicaciones por cada 100 personas, respectivamente, de acuerdo con la plataforma de la Universidad de Oxford.
El especialista, afirmó que el país se encuentra en tal situación no porque no haya vacunas, sino porque llegan paulatinamente y cuando llegan, las aplican muy lento, derivado de que las autoridades nunca planearon cómo vacunar y están improvisando, aunque aseguren lo contrario y que “vamos bien”.
“Ya están las vacunas, a ver, pónganlas”
Por otro lado, el 28 de diciembre, el Grupo Técnico Asesor de Vacunación COVID-19 publicó el documento Priorización inicial y consecutiva para la vacunación contra SARS-CoV-2 en la población mexicana. Recomendaciones preliminares, en el cual se establecen los grupos prioritarios para vacunar, así como las primeras recomendaciones sobre los tipos de vacunas a utilizar; sin embargo no explica cómo, por qué, ni dónde se aplicarán.
“Cuando lo llevas a la táctica final, te enfrentas a los grandes problemas que tenemos ahora. Ya están las vacunas, a ver, pónganlas. Ese es el gran desastre que tuvimos con el arranque, esos famosos centros de vacunación con largas filas de gente bajo el sol esperando su turno de ser vacunada”, aseveró el especialista.
El plan táctico final para la vacunación quedó establecido hasta la cuarta versión de la Política Nacional de Vacunación, dada a conocer el pasado 11 de enero. Este documento ya menciona la formación de 10,000 “Brigadas Correcaminos”, que constan de doce personas, de las cuales solamente dos aplican las vacunas, mientras que cuatro o seis son “Servidores de la Nación”.
Además, el experto en el sistema de salud mexicano cuestionó los criterios que el gobierno mexicano estableció como prioritarios para la aplicación de la vacuna y comparó el camino que siguió Estados Unidos, nación que en este momento se encuentra vacunando a todos los mayores de 60 años y a quienes padezcan comorbilidades -independientemente de su edad-, por ser los grupos más vulnerables.
En contraste, cabe recordar que el plan mexicano considera que los primeros en recibir la vacuna son los médicos que se enfrenta al COVID-19; en segundo lugar, las personas mayores de 60 años; le siguen las personas con comorbilidades; el personal docente de las Entidades Federativas en semáforo epidemiológico verde y por último, el resto de la población (mayor a 16 años).
El analista criticó que hay personas vulnerables que no se encuentran contempladas en los primeros grupos, como personas con VIH/SIDA o con comorbilidades potencialmente peligrosas que “deberían ser tan o más importantes que muchos adultos mayores y no están siendo incluidos ahorita”. Inclusive, mencionó que se ha ignorado a los grupos de médicos que trabajan en hospitales y clínicas privadas, en ocasiones dando preferencia a profesores y otros colaboradores del gobierno.
“Todo eso no se tomó en cuenta. No hubo una estrategia, hubo una recomendación y por eso nos estamos quedando atrás”, reiteró Tello.
Pronóstico
El gobierno de México tiene contemplado vacunar contra el virus SARS-CoV-2 a sus 126 millones de habitantes, con biológicos que requieren en su mayoría dos dosis. No obstante, Tello aseguró que no habrá manera de cumplir con la calendarización indicada si no es que se vacunan día con día a 250,000 personas, pues “solamente así vamos a llegar a los números”.
El pasado 25 de febrero, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, estimó que para junio de este 2021, al menos 80 millones de mexicanos serán vacunados contra COVID-19, mientras que para abril se habrán vacunado alrededor de 34 millones de personas, más de la totalidad de los adultos mayores de 60 años.
“Si lo que quieres es vacunar a todo México antes de que termine el año, necesitas aplicar cerca de 520,000 a 550,000 dosis diarias, hoy eso no se está haciendo. Si todo funcionara bien, creo que tendríamos que la población mayor de 40 años pudiera estar vacunada al 70% tal vez a finales del otoño, antes no porque no veo que estén tomando las providencias para que eso suceda”.
Durante el informe técnico del día de ayer, López-Gatell aseveró que es factible que se puedan aplicar alrededor de 500,000 vacunas por día, conforme incremente el arribo de biológicos. De mantener ese ritmo, México elevaría su curva de vacunación.
El último calendario presentado por la Secretaría de Salud y la Cancillería, actualizado el 24 de febrero, decía que para finales de este mes, México debería haber acumulado poco menos de 27 millones de dosis recibidas. Al momento, sólo han llegado poco menos de 5,500,000.
“Algo muy extraordinario tiene que ocurrir para que México comience a acelerar. Estamos administrando 45,000 diarias en promedio, bueno, necesitamos diariamente aplicar más de 250,000 en la primera fase y 520,000 en todos los días del año. No veo cómo lo van a hacer”, insistió el médico cirujano.
Hasta el corte del 11 de marzo a las 16:00 horas, México ha aplicado un acumulado de 3,779,969 dosis de vacuna contra el virus.
El especialista en políticas de salud, confirmó que mientras no se cambie el rumbo del programa actual de vacunación, esta campaña se podría convertir en uno de los fracasos más grandes en materia de salud en la historia del país, por lo que recomendó algunas medidas para darle un giro al plan actual:
Primeramente, nombrar a un líder. El consejo de salubridad general tiene que hacerse cargo y nombrar a un director del programa de vacunación, quien tenga el poder suficiente para mermar entre varias instituciones públicas y negociar con los gobernadores de todas las entidades.
“Además, esta verdadera estrategia de vacunación tiene que contemplar la participación del estado, del sector privado y de las organizaciones no gubernamentales, para alcanzar a la vacunar a la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible”.
“Se necesita dar un manotazo y hacerle un reboot general al programa. Si no lo hacemos así, no habrá manera, no se va a poder”.
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