Este viernes, durante la clausura de la 84 Convención Bancaria, especialistas advirtieron del riesgo de “choques” entre el Gobierno estadounidense y el mexicano por la política energética y el discurso de “soberanía” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Esta parte de la energía es un área donde vamos a ver choques en aumento”, señaló Duncan Wood, vicepresidente de Estrategia y Nuevas Iniciativas del Woodrow Wilson Center durante el panel “Relación México-Estados Unidos”.
El evento del segundo y último día de la Convención Bancaria ocurre días después de promulgarse la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica de México que privilegia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa del Estado, sobre las privadas y extranjeras.
Aunque un juez federal suspendió este jueves los efectos generales de la reforma por violar la libre competencia, López Obrador anunció este viernes que pedirá investigar a los jueces al acusarlos de estar “al servicio” de intereses particulares y extranjeros.
Wood expuso que el presidente Joe Biden eludió el tema para evitar fricciones en la reunión bilateral virtual con López Obrador del 1 de marzo, pero avisó que Washington esperará las resoluciones de los juzgados y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
También comentó que existe cabildeo de las empresas estadounidenses para presionar a México en temas de derechos laborales, energía, respeto a inversiones y la industria farmacéutica.
“Desde el Departamento de Comercio aquí en Washington me dicen que sus escritorios están llenos de quejas de lo que está pasando en México. Las empresas norteamericanas están diciendo que no pueden más”, aseguró.
Los panelistas coincidieron en que, a diferencia de Donald Trump, Biden aprovechará los mecanismos institucionales del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para defender las inversiones.
“Me parece extraordinariamente riesgoso subestimar a Biden y suponer que por cuidar las formas y actuar de manera institucional no cuenta con instrumentos para actuar o que no va a privilegiar el interés nacional de su país”, manifestó Luis Rubio, presidente de la organización “México Evalúa”.
Rubio destacó la “frialdad” con la que López Obrador recibió a Biden al sugerir que al Gobierno mexicano le preocupa la atención que la nueva Casa Blanca pondrá en temas que van más allá de la migración y una relación personal, como con Trump.
Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos, recordó que Biden “no es un revolucionario”, por lo que dará tiempo a la transición energética.
“Hay tiempo en esto, yo no veo un choque de trenes, pero sí efectivamente ahí están todos los preceptos, para eso hay un T-MEC y las violaciones de México desde luego van a tener represalias”, opinó.
Con información de EFE
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