Al menos cinco presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa fueron acusados ante la corte del Distrito Norte de Illinois, pues habrían conspirado para traficar cocaína en esta región desde Chicago.
De acuerdo con la acusación, dos de estos sujetos están detenidos y en proceso de ser juzgados, sin embargo, los otros tres presuntamente se mantienen ocultos en México.
Los imputados por el gobierno de EEUU son Roberto Velázquez Martínez, Camilo Álvarez e Inés Chávez Rodríguez, los tres originarios de Durango; así como José Hernández Ramírez de Tamaulipas y Louis Reyes Vélez, operador en Illinois.
Cabe destacar que el operativo que llevó a la captura de estos sujetos comenzó en 2018, cuando Roberto Velázquez Martínez viajó a Chicago para acordar el envío de un cargamento de cocaína. Sin embargo, sus dos contactos en aquella ciudad trabajaban encubierto para la policía norteamericana.
De acuerdo con el expediente consultado por Infobae México, la denuncia juramentada del caso 1:19-cr-00768 fue presentado el 3 de octubre de 2019 por Jommar Cintron, agente especial de la DEA, ante el magistrado Jeffrey Cummings. El acusado en ese entonces fue Velázquez Martínez, por cargos de conspiración con intenciones de distribuir cocaína en colaboración con otras personas entre el 23 de octubre y el 4 de diciembre de 2018.
“Esta declaración jurada se basa en mi conocimiento personal, información de fuentes confidenciales, llamadas telefónicas y reuniones grabadas de manera consensuada, vigilancia física, entrevistas con testigos, registros de viaje, información recibida de otros agentes del orden, revisión de bases de datos del orden público, mi experiencia y capacitación, y la experiencia de otros agentes del orden”, manifestó el funcionario de la agencia antidrogas.
Según las 43 páginas del documento, Velázquez Martínez acordó diversas reuniones y llamadas telefónicas con los informantes de la DEA, quienes trabajan encubierto desde 2012. El caso incluye videos, clips de videollamadas por WhatsApp, fotografías, copias de conversaciones grabadas, así como otros detalles sobre reuniones en restaurantes de Polanco y la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, donde se acordó el envío de al menos 600 kilogramos de cocaína.
La droga provino de Colombia, llegó a Honduras y de ahí hasta Durango y Monterrey. El precio por kilo de cocaína se negoció entre 26 mil y 25 mil 500 dólares en Chicago. El sello de los paquetes en cuestión se identificaban por la marca GUCCI y una Herradura, pues la calidad de su pureza era de entre 98 y 99%. Para ello fue usada una aeronave que aterrizó en alguna pista clandestina.
Cabe destacar que Velázquez Martínez aseguró que el cargamento aterrizaría con seguridad en Durango, porque el comandante de la zona, es decir, un funcionario de Seguridad, es su compadre. Este agente se encargaría de resguardar la pista. En tanto que el jefe de la plaza fronteriza solo esperaba su paga. Confesó que toda la policía había recibido el soborno para no interferir en las operaciones.
Por este caso, Louis Reyes Vélez fue arrestado el pasado 9 de marzo en en Cicero, Illinois, mientras que Roberto Velázquez Martínez fue extraditado de Perú a EEUU en diciembre del año pasado, tras ser detenido en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, antes de abordar un avión con destino a México en octubre de 2019.
Tras ser presentado el mismo martes pasado ante el juez federal Young B. Kim, Reyes Vélez de 44 años se declaró inocente. Este sujeto es originario de Stickney, lLL, en el condado de Cook, Illinois; su audiencia de detención está programada para la tarde de este 11 de marzo.
Al igual que su presunto cómplice, Roberto Velázquez Martínez de 36 y procedente de Santiago Papasquiaro, Durango, se ha declarado no culpable. Está previsto que tenga una comparecencia el próximo 31 de marzo ante el juez federal de distrito Joan H. Lefkow.
En tanto, el gobierno estadounidense emitió órdenes de arresto contra Camilo Álvarez de 44 años, natural de Durango capital; así como de Inés Chávez Rodríguez de 36 y procedente de Santiago Papasquiaro. Además, contra José Hernández Ramírez de 36 años, originario de Tamaulipas.
Aaron R. Bond y Matthew J. Hernández son los fiscales que llevan el caso. Los cargos fueron anunciados por el fiscal del Distrito Norte de Illinois, John R. Lausch, Jr. y Robert J. Bell, agente especial de la Administración del Control de Drogas (DEA) de la división de Chicago.
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