A través de un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunciaron que este martes 9 de marzo 280 piezas arqueológicas fueron repatriadas a México.
La ceremonia de entrega se llevó a cabo en las instalaciones del Consulado General de México en Nogales, Arizona, de acuerdo con el comunicado, el evento se realizó bajo un estricto protocolo de sanidad por la pandemia de COVID-19.
Las piezas corresponden a dos lotes; el primero es de 270 piezas que fueron decomisadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos de América (ICE/HSI) en 2012 y el segundo tiene 10 piezas entregadas por el Chandler Museum al ICE/HSI para su reintegración a la nación mexicana.
Las piezas del primer lote, integrado por 170 piezas habían sido sustraídas de diversos sitios arqueológicos del estado de Sonora, entre ellos está un grupo de cascabeles de cobre cuyo descubrimiento es poco común.
La mayoría son artefactos de piedra tallada, principalmente puntas de proyectil y de doble hoja, así como herramientas de lítica pulida, es decir hachas de piedra con un canal que les permitía quedar sujetas a un palo o mango.
Del segundo lote destacan las figuras antropomorfas de cerámica de la Cultura Tumbas de Tiro del occidente de México, algunas superan los 30 cm de altura y tienen notables detalles de ornamentación y adorno de los antiguos pobladores del México prehispánico.
Desde la Ciudad de México, Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura, celebró esta repatriación de piezas correspondientes a culturas originarias “es muestra del trabajo cotidiano y coordinado que realizan las instituciones del Gobierno de México y del compromiso compartido con el Gobierno de los Estados Unidos en favor de la recuperación, la protección y el respeto al patrimonio cultural, histórico y arqueológico de nuestros pueblos”, expresó.
El antropólogo José Luis Perea González mencionó que “una vez en territorio mexicano y bajo custodia del INAH, los bienes arqueológicos muebles serán inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos”; todas las piezas se integrarán al acervo permanente de bienes arqueológicos muebles del INAH.
Para realizar este proceso es necesario recuperar la mayor cantidad posible de datos de las piezas con el objetivo de aprender más sobre las sociedades que las construyeron y ponerlo al alcance del público, sin embargo su contexto de origen fue destruido.
“Esta repatriación llega a México en un momento oportuno, pues es el año de una conmemoración muy significativa, el 500 aniversario de la toma de Tenochtitlan, que fue un encuentro fundacional y desgarrador entre los universos culturales de Europa Occidental y América. Motivo por el cual se hace reconocimiento profundo a las culturas prehispánicas de México, así como la resistencia y presencia de sus pueblos indígenas contemporáneos”, expresó el arqueólogo Perea González.
Según el comunicado, la cónsul general de Estados Unidos de América en Nogales, Sonora, Laura Biedebach, señaló que “hace 50 años, nuestros países firmaron el tratado de colaboración para la recuperación de bienes arqueológicos y culturales robados” El objetivo de ese tratado es devolver los bienes que han sido sustraídos ilegalmente del país al que pertenecen.
De acuerdo con Laura Biedebach, “el Gobierno de los Estados Unidos seguirá colaborando con todas las agencias a través de las fronteras para mantener su compromiso de frenar el robo y tráfico del patrimonio cultural”
La colaboración binacional estuvo enmarcada por la Ley de Aplicación de la Convención de Bienes Culturales de los Estados Unidos de América y de parte de México, por la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
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