De nueva cuenta, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se abre paso en el espacio exterior, pero ahora con un nanosatélite que tomará fotografías del territorio nacional.
Para ello, a finales de este año, expertos de la Unidad de Alta Tecnología de la Facultad de Ingeniería en Juriquilla, Querétaro, probarán en Japón el nanosatélite K’OTO.
El satélite de 10x10x10 centímetros será enviado a la Estación Espacial Internacional y posteriormente liberado a una órbita baja hasta alcanzar los 400 km de altura donde tomará fotografías de la nación mexicana para identificar el comportamiento de algunos fenómenos climáticos en un corto periodo de tiempo, según explicó el encargado del proyecto, Rafael Guadalupe Chávez Moreno.
“Para nosotros concretar una misión, tenerlo físicamente, poderlo enviar al espacio y que empiece a operar es todo un reto; principalmente va a ser muy bueno para nuestra casa de estudios ya que la UNAM se pondrá otra vez a la vanguardia espacial”, dijo el investigador en un comunicado de la máxima casa de estudios.
Al momento, dicho proyecto lleva un avance del 90% y cuenta con el apoyo del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Querétaro. Su diseño y fabricación son llevados a cabo por estudiantes de la UNAM y otras instituciones universitarias estatales.
El especialista comentó que se tiene convenio con el Instituto Tecnológico de Kyushu (Kyutech), el cual realiza las pruebas de certificación de los equipos a la Agencia Espacial de Japón (JAXA, por sus siglas en inglés).
Dicho convenio permitirá que estudiantes y profesores de la máxima casa de estudios puedan presenciar las pruebas de certificación del equipo, para aprender cómo se hacen y, posteriormente, replicarlo en los laboratorios de la Unidad de Alta Tecnología, en Querétaro.
“Lo que principalmente buscamos es que los chicos tuvieran la oportunidad de diseñar sus subsistemas y no solo se adquirieran para que los puedan probar en el espacio”, dijo Chávez Moreno.
Cabe mencionar que el nombre del proyecto “K’OTO” se inspira del otomí, que quiere decir chapulín o saltamontes e inició en el 2018 cuando se planteó con el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Querétaro el diseño y desarrollo de un prototipo de nanosatélite.
“Con el nombre lo que queríamos dar como concepto es que, aunque sea un satélite pequeño, nos ayudará a dar ese gran salto para llegar a la parte espacial, de ahí el nombre de K’OTO”.
Recientemente, la UNAM mandó un comunicado en el que anunció el lanzamiento del microsatélite NanoConnect-2, desarrollado por expertos del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), el cual será colocado a 504 kilómetros de la superficie terrestre por la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO).
A comparación de K’OTO”, este proyecto lo dirige Gustavo Adolfo Medina Tanco, director del Laboratorio de Instrumentación Espacial LINX, del ICN, quien explicó que este equipo, que mide 20x10x10 centímetros, es parte de una serie de nanosatélites en los cuales trabajan desde 2017.
“El satélite es 100% mexicano en su tecnología, diseños, concepción; ha sido hecho por iniciativa nuestra, con nuestros estudiantes”, enfatizó el investigador.
La separación del nanosatélite se realizó en la primera hora del domingo 28 de febrero, para iniciar su viaje alrededor del planeta en una órbita circular polar.
“Es una demostración muy práctica y efectiva de la capacidad de la UNAM de generar sinergia con actores externos, podemos decir, de triple hélice: la UNAM con su experiencia y conocimiento; el gobierno de Hidalgo con su capacidad logística y también hay empresarios”, destacó.
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