México llega a este 8 de marzo, fecha que la Organización de las Naciones Unidas estableció para conmemorar el Día Internacional de la Mujer –no para celebrar o felicitar a las mujeres, sino para hacer conciencia de lo que falta por hacer en cuestión de respeto, igualdad y equidad de género–, con un alarmante crecimiento en la cifra de feminicidios, a la vez que un hombre acusado por distintas mujeres de abuso sexual tiene el beneplácito del presidente para contender por una gubernatura estatal.
En un país en el que solo el hecho de ser mujer ya es un peligro de vida, esta fecha se ha vuelto icónica. En respuesta a la situación que se vive, la lucha y el reclamo feminista no ha hecho más que enardecerse.
Arussi Unda (feminista, portavoz del colectivo veracruzano “Brujas del Mar” e impulsora del paro del 9M en 2020), Martha Tagle (feminista, diputada de Puebla por el partido Movimiento Ciudadano, impulsora de la iniciativa #MenstruaciónDigna) y Yolitzin Jaimes (feminista, vocera del colectivo Conafem, grupo que hizo el llamado #UnVioladorNoSeráGobernador, en contra de la candidatura de Félix Salgado Macedonio en Guerrero), respondieron a Infobae una serie de preguntas para entender el momento que vive el feminismo en México, desde distintas perspectivas.
¿Qué es el feminismo?
Arussi: Realmente el feminismo no tiene una definición individual. El feminismo es la lucha colectiva por la emancipación de las niñas y las mujeres del sistema patriarcal.
Martha: El feminismo es un movimiento social, me parece que el más importante del siglo 20. Ser feminista es tener una mirada de género, de igualdad sustantiva, de trabajar a favor de los derechos de las mujeres y en ese sentido habemos varias legisladoras que estamos en el Congreso haciendo nuestr trabajo para que avance la agenda por la igualdad sustantiva.
Yolitzin: Es un movimiento histórico, social que lleva varios siglos de lucha y es la continuidad de muchas luchas. En cada siglo hay un nuevo patriarcado que va mutando y adaptándose a las condiciones: en estos momentos en México se hace pasar por partido político.
¿Cuál es la situación del feminismo en México?
Arussi: Complicada pero en resistencia, porque vivimos en un país profundamente machista, eso es una realidad y hay bastante resistencia por parte del Ejecutivo a reconocer al feminismo como un movimiento autónomo, apartidista, legítimo, con historia, con sus bases en la izquierda, en el marxismo, en el socialismo. Estas acusaciones de que está coartado por grupos conservadores, de que somos el enemigo público número uno… Pero al mismo tiempo, teniendo memoria histórica, nos damos cuenta de que vamos por buen camino.
Martha: El feminismo en México se encuentra en un momento de erupción; ha crecido de manera muy importante la fuerza acumulativa de muchos años de movimiento. Hoy se encuentra en un momento disruptivo, que entre de manera masiva a presionar y alzar la voz por las injusticias que todavía se viven, y de manera especial en contra de la violencia a las mujeres. El movimiento en el país ha crecido, ha adquirido presencia en diferentes zonas y regiones del país.
Yolitzin: Estamos ante una fuerte cuarta ola del feminismo, que no es un movimiento vertical sino más bien popular, que surge de abajo hacia arriba. Que se ha masificado, que tiene presencia en las plazas, en las calles, en las instituciones, en los monumentos… y está en su época más álgida y más ríspida contra el Estado mexicano.
Y la postura del gobierno...
Arussi: Me parece que pone en evidencia la profunda misoginia que tiene; el creer que las convicciones solo son propias de los hombres; que los legítimos reclamos están coartados por hombres… evidentemente es un reflejo de machismo y de misoginia, de que las mujeres no podemos organizarnos, accionar, reclamar por nosotras mismas.
Martha: Durante mucho tiempo caímos en la simulación, cuando llegaban los gobiernos (anteriores) a usar el tema de las mujeres como políticamente correcto, es decir, todos el 8 de marzo hablaban y se tiraban ‘rollos’ bonitos y compromisos… pero en los hechos no vimos los cambios que se requerían. Y en esta administración parece que ya ni siquiera se simula; hay un rechazo permanente a todo lo que implique igualdad porque tiene que ver con que la visión del Ejecutivo es muy conservadora.
El movimiento, al principio de la administración, incluso estaba esperando que todo sería muy diferente porque se dice que es un gobierno progresista y de izquierda, y un gobierno así pues sería aliado de las causas de las mujeres. Pero ahí ha estado el movimiento justo para denunciar que no es así. Que (el gobierno) es conservador, que va en contra de los derechos de las mujeres.
Yolitzin: Caímos en la trampa. Nos hicieron creer que con más mujeres en su gabinete se iba a transformar el país. Sin embargo, nos hemos dado cuenta que el presidente Andrés Manuel López Obrador es un farsante.
¿Qué mensaje les deja el caso de Salgado Macedonio?
Arussi: La sensación de que se debe tomar con mucha más seriedad el hecho de que la persona con más influencia en el país, el jefe de Estado, está mandando un claro mensaje de no escuchar a las víctimas, de revictimización, de legitimación de la violencia sistémica contra las mujeres, de solapar a los agresores y ponerse de su lado en un país feminicida.
Martha: Salgado Macedonio no es el único hombre con esas características, pero hoy en día sí es el más visible porque es un hombre que ha abusado en repetidas ocasiones de mujeres, no ha tenido consecuencias y ahora se le busca premiar con una candidatura.
Yolitzin: El 24 de febrero yo fui agredida por seguidoras de Andrés Manuel y familiares de Salgado Macedonio. Y los policías permitieron las agresiones en mi contra; resguardaron a mis agresoras. Y AMLO dice que hay una campaña en contra de él y de Salgado Macedonio: ¿cómo es posible que con tantos testimonios, que con ver la conducta reincidente de este personaje siga creyendo que es parte de una campaña de calumnias?... Él es el único que no entiende, que no quiere ver. Nos acusa de conservadoras; el conservador es él.
¿El feminismo tiene color político?
Arussi: Cualquier persona que cuestiona o hace una crítica al gobierno actual, aunque tenga fundamentos, ya es considerada de un partido político, conservadora, de derecha… y no es así.
Fue por ahí del 2016-2017 que empezó a agarra bastante fuerza acá en México, que fue cuando llegó todo lo del movimiento #MeToo… también hay que recordar cuando ocurrió la campaña de #MiPrimerAcoso… La violencia contra la mujer ha existido desde siempre, así como gobiernos que no dan prioridad a la agenda de las mujeres.
Martha: El movimiento feminista le ha hecho frente a todos los gobiernos. Siempre ha sumado su fuerza para exigir los derechos de las mujeres. En la administración anterior hicieron frente al gobierno de Enrique Peña Nieto. Es un movimiento que no tiene color, aunque nos intentan reducir a una oposición. Pero va más allá de colores y partidos, aunque sí tiene una clara incidencia política porque busca generar cambios políticos. Los reclamos feministas sí van dirigidos a actores políticos, a quienes toman las decisiones que afectan la vida de todas las mujeres.
Yolitzin: El 24 de abril de 2016 con una manifestación multitudinaria fue cuando el movimiento cobró fuerza, se masificó, se extendió, llegó a las periferias del país. Tan solo en Guerrero, desde ese día, se han realizado más de 18 movilizaciones y eso era cuando estaba el gobierno de Enrique Peña Nieto… Esto empezó reclamando primero a Peña.
Mi corriente política es la feminista. Hace seis años, en el 2014, yo participé en un concurso de debate en el PRI. Gané el tercer lugar a nivel nacional. A partir de ahí me invitaron a colaborar. Pero llegó el movimiento femnista y me involucré en movilizaciones y eso me costó mis despido. Entonces entré de lleno al movimiento. Y de ahí ya no se vuelve; de ahí ya no hay marcha atrás. Dejé en el pasado toda participación partidista y me volqué en la autonomía del movimiento feminista.
El movimiento feminista en México no tiene un tinte político.
¿Qué ha cambiado desde el 8M del 2020?
Arussi: Algo que fue muy interesante en este último año fue la descentralización del movimiento feminista, porque si hacemos un poquito de memoria, los casos que captaban más atención de los medios nacionales, movilizaciones y acciones, eran en la Ciudad de México… Ahora ya estamos viendo el tema de Quintana Roo y la despenalización del aborto como un tema internacional; de igual manera el tema de Guerrero y Salgado Macedonio; también el paro internacional (9M/2020) que se convocó desde Veracruz.
Yo creo que el cambio ha sido particularmente social. Sí hay más niñas, jóvenes y mujeres interesada en el feminismo. Sí hay más mujeres organizándose en sus comunidades, haciendo grupos, con propuestas para ver cómo cambiar la realidad de su entorno… Los medios han cambiado su manera de informar sobre el tema de violencia contra las mujeres, contra el movimiento feminista… Pero definitivamente sigue habiendo mucho tope en cuanto al acceso a la justicia, las leyes, las instituciones, el gobierno… ahí está el verdadero choque.
Martha: Yo veo al movimiento sin duda más fuerte. Desafortunadamente la pandemia vino a ahondar las desigualdades que de por sí ya vivíamos las mujeres. Entonces estamos viendo cómo se están sumando muchas afrentas. Y si a esto le sumas lo de Salgado Macedonio, pues las mujeres ya estamos bastante molestas, enojadas. El enojo del año pasado, del 8 de marzo, sigue ahí, sin encontrar respuesta.
Yolitzin: Lo que ha cambiado es que cada vez las mujeres alzan más la voz. Que cada vez más mujeres que son agredidas lo suben en publicaciones para pedir ayuda. Y el Estado mexicano está obligado, cada vez más, a trabajar en programas que prevengan y sancionen la violencia.
“Ahorita estamos alcanzando cifras históricas en feminicidios, en violación de derechos humanos, en violencia sexual… y lo que causa tanta indignación es que esto está ocurriendo en un gobierno que tiene una paridad histórica y que se autoproclama feminista”, apunta Arussi Unda.
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