Un enfrentamiento entre presuntos ladrones y miembros de la Guardia Nacional (GN) dejó una persona sin vida en la caseta de peaje de Taretan, en Michoacán.
Medios locales informaron que todo inició cuando las autoridades policiacas recibieron un reporte de robo de vehículo, y un grupo de uniformados mantenían un filtro de revisión en la caseta de cobro de Taretan; al tener conocimiento del robo de la unidad, le marcaron el alto a una camioneta que coincidía con las características de la unidad robada.
El enfrentamiento comenzó luego de que elementos de la Guardia Nacional intentaron detener a las dos personas que viajaban en la camioneta.
Un video difundido en redes sociales muestra cómo fue el enfrentamiento. Los ocupantes del vehículo no hicieron caso al señalamiento e intentaron agredir a los uniformados, por lo que respondieron dando muerte a uno de ellos y deteniendo al otro.
De acuerdo con la grabación, una patrulla de la Guardia Nacional se acercó a una camioneta color blanco, donde viajaban dos civiles, y segundos después uno de los agentes disparó contra uno de ellos, quien cayó al suelo y murió.
El otro hombre resultó herido y fue arrestado, según reportaron los diarios locales.
El ataque armado se reportó desde ayer en la caseta de peaje de Taretan, pero el video de la agresión comenzó a difundirse esta tarde.
Tan solo en enero la Fiscalía General de Michoacán inició 136 carpetas de invitación por homicidios con arma de fuego.
Debido a su riqueza y por ser una importante ruta de la droga, la región es disputada principalmente por Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Además sobreviven aún células de la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios, dos organizaciones que tiñeron de sangre la región en los gobiernos de Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018). 2019 ha sido uno de los años más violentos en la entidad.
Debido a la violencia, desde hace unos años se formaron en la región las llamadas autodefensas, agrupaciones armadas que combaten al crimen organizado.
La zona limítrofe entre Michoacán y Jalisco —con una extensión de 563 kilómetros— es identificada por el fenómeno de “pueblos fantasmas”, pues muchos de los que nacen ahí abandonan el sitio, debido a la violencia desatada por la delincuencia y la falta de oportunidades para los jóvenes.
Desde hace algunos años se suceden las muertes, los decapitados, los cuerpos desmembrados arrojados en avenidas o las emboscadas a policías. En esta región, la pelea entre Cárteles Unidos y el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación se disputa a sangre y fuego, metro a metro.
También conocida como “zona cero”, se encuentra enclavada la que se conoce como la “carretera de la muerte”, que atraviesa el poblado de Jilotlán (Jalisco), considerado el cuartel general del CJNG en el Oeste del país.
Un municipio de 9,000 habitantes conformado por muchos ranchos dispersos en un pequeño zócalo con casas de teja. Sobre la carretera hay una tienda de herramientas y un imponente campo de fútbol con unas gradas recién construidas. En el resto de la ruta hasta Tepalcatepec (Michoacán) son vestigios de llantas, casquillos y camionetas tiroteadas y abandonadas en la cuneta.
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