Hasta hace poco tiempo en México las anomalías o malformaciones detectadas en fetos eran consideradas enfermedades que debían ser tratadas después del nacimiento; sin embargo, una investigación conjunta entre la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del Instituto de Neurobiología de la UNAM Campus Juriquilla, la Fundación Kristen de Especialidades del Niño y el Hospital del Niño y la Mujer, con sede en Querétaro; parece haber cambiado los paradigmas.
Alma Quintero, madre de un bebé con 25 semanas de embarazo, fue sometida a una microcirugía fetal de mínima invasión para corregir la espina bífida que presentaba su criatura, y que de no haberse corregido -según los especialistas- le habría provocado una posible discapacidad.
“Se expone la columna del bebé y los neurocirujanos hacen la reparación en ese momento [...] Es una nueva técnica de cirugía que hemos llamado microneurocirugía [...] desde una apertura del útero tan pequeña como 1.5 centímetros”, dijo al periódico Milenio el Dr. Rogelio Cruz, médico responsable de la operación.
Se trata de una técnica desarrollada en el Centro de Cirugía Fetal de Querétaro. El equipo ha realizado 80 cirugías fetales, y 65 de ellas han sido con la técnica de mínima invasión.
“Nació hasta la semana 38 muy bien; no necesitó válvula, él desechó el agua que había en su cerebro, había movilidad en sus piernas, y al tercer día de nacido, empezó a recibir sus terapias, siempre al pendiente sus doctores hasta el día de hoy”, dijo Quintero al medio.
Iker, su hijo de ahora 4 años, sigue un proceso de rehabilitación en el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón de Sonora para poder caminar, pasando por andaderas y muletas para apoyarse, pero los diagnósticos de su progreso son favorables.
La espina bífida es una malformación congénita por la cual la columna vertebral no se desarrolla normalmente en las primeras semanas del embarazo y provoca malformaciones en el bebé.
La espina bífida puede afectar a tres de los principales sistemas del organismo: el sistema nervioso central, el aparato locomotor y el sistema genitourinario. La afectación del sistema nervioso central también puede producir hidrocefalia (acumulación de líquido cefalorraquídeo en la cabeza) y falta de sensibilidad y fuerza en miembros inferiores dependiendo del nivel de localización de la lesión en la columna.
Hoy, la neurocirugía fetal para corregir en útero la espina bífida es una realidad en nuestro país. Los primeros tres casos de éxito fueron presentados por el equipo conformado por ocho especialistas mexicanos del grupo de Cirugía Fetal de Querétaro y tres especialistas del equipo de Cirugía Fetal de la Clínica Las Condes, de Santiago de Chile, en 2017.
La primera intervención fue a un feto de 26 semanas; se practicó una segunda cirugía fetal exitosa, y el 21 y 27 de febrero del 2017, 11 y 12 semanas después de las respectivas intervenciones, nacieron los dos primeros bebés vía cesárea, a las 35 y 38 semanas de gestación, sin complicaciones.
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