El viernes por la tarde, los integrantes del Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAAA) se retiraron de manera definitiva del plantón que mantenían desde hace medio año en el Zócalo capitalino, desde donde exigían la renuncia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la plancha del Zócalo, los últimos miembros que se mantuvieron en el plantón, dejaron casas de campaña, bolsas de dormir, ropa, armazones metálicas del campamento y enseres que usaron en estos meses en que estuvieron en plantón.
Simpatizantes de AMLO festejaron con gritos, canciones y banderas que los integrantes del Frente Anti-AMLO, quienes en diversas ocasiones realizaron marchas y protestas contra el presidente, abandonarán de manera definitiva el campamento.
El plantón que se mantenía en el corazón de la Ciudad de México desde el 23 de septiembre pasado, se resistía a retirarse del lugar. Fue necesario que camiones de basura y decenas de personas se llevaran todo lo que dejaron los miembros del movimiento tras abandonar el campamento.
Por su parte, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, liderada por José Alfonso Suárez del Real desde el pasado 26 de julio, informó que se había acordado con los integrantes de FRENAAA un retiro pacífico del Zócalo capitalino, y se informó que el personal de la Dirección General de Concertación Política sostuvo un diálogo respetuoso con los dirigentes del movimiento que aceptaron retirar las casas de campaña de la Plaza de la Constitución.
El pasado mes de noviembre, el grupo que exigía la renuncia del presidente sufrió divisiones internas, lo que provocó que se retiraran la mayor parte de las 700 casas de campaña que se habían instalado a un principio del plantón.
En aquella ocasión, el movimiento había anunciado por medio de un comunicado, que habían decidido levantar el campamento por razones de seguridad y para el bien del país. “Por nuestra seguridad y para el bien de México: decidimos levantar provisionalmente el campamento por la libertad y justicia”, dijo en aquella ocasión el movimiento anti Lopezobradorista.
Según el comunicado del movimiento liderado por el empresario Gilberto Lozano, quienes permanecían en el campamento eran víctimas constantes de violencia por parte de personas pagadas por el gobierno, por lo que pidió a la ONU que enviara “observadores internacionales”.
Dentro del campamento se instaló una capilla en donde rezaban a Dios y a la Virgen de Guadalupe para pedir la dimisión del presidente perteneciente al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El movimiento tomó relevancia y popularidad tras una serie de protestas en automóvil que llamaron la atención de la sociedad. El 19 de septiembre del año pasado intentaron ingresar al Zócalo, pero policías capitalinos les impidieron el ingreso. Unos días después, el 23 de septiembre, consiguieron autorización para instalarse enfrente del Palacio Nacional, residencia oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aquella ocasión instalaron alrededor de 300 casas de campaña, en donde algunos de los integrantes dormían por las noches, aunque también se reveló que algunas de las casas de campaña estaban vacías.
“Que no sean solo las casas de campaña, sino que se queden ahí, que no se vayan a hoteles”, mencionó el presidente López Obrador esa vez.
El pasado mes de febrero, los integrantes del movimiento de derecha lanzaron una invitación al presidente López Obrador para que acudiera el próximo 21 de marzo a las 11 de la mañana a un supuesto juicio civil en la explanada del Monumento a la Revolución.
FRENAAA acusó aquella vez al mandatario de haber recibido privilegios durante el tiempo que estuvo infectado de COVID-19, virus que azota al mundo entero.
Según publicaciones hechas aquella vez en cuentas oficiales de redes sociales del movimiento anti AMLO, el presidente recibió atenciones especiales mientras que otros ciudadanos han pasado por calvarios para poder conseguir tanque de oxígeno para las personas contagiadas.
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